This month on the JCG blog we’ve been reminded that healthy cells come from healthy families and in fact, the inner cell is the family. Even though I’ve dedicated the last 21 years to cell ministry, a more important priority is my own family. They are not only part of my ministry; they are my first and most important ministry. I’m in deep need of God’s grace because I’m a sinful human being with many flaws, but I do try to improve daily in the family arena. Here are some important principles that I’m working on:
Husband and wife date times: Celyce and I set aside budget money each month to go out on “romantic times” (dinner, etc.). We also plow through Christian books on marriage and spend regular prayer times together. The bottom line, we are continually trying to improve our marriage.
Day off together: I believe a twenty-four hour day off is essential and it gives the family a chance to have fun, gather strength, and face the week with new vigor. It helps the family build and maintain strong relationships. Healthy families are about friendship, fun, spontaneous activity. Plato once wrote, “You can learn more about a man in an hour of play than in a year of conversation.”
Devotional times. I believe the highest goal for our children is that they would love the Lord God with all of their heart, soul, and strength. I’m convinced that the family quiet time is the best time for parents to nurture children in the ways of God and really prepare them for life with Christ.
My own devotional time with my kids included taking time to worship, pray, and wait in silence for Jesus to speak to us. Afterwards, I would ask each of them to share what God showed them. I then shared what God has shown me from the Word, trying to speak on their level. I’m so grateful that my kids have a growing relationship with Jesus. I’ve led devotions with my kids most days of the week since my oldest was three years old, but about two years ago my kids reached the age where they began to primarily have devotions on their own.
God is interested in healthy families. Do you have a tip for the rest of us? What works for you? To comment, scroll to the bottom of the blog/ email (under the Spanish translation) and click on view comments.
Joel, Celyce, and family
Spanish blog:
Consejos prácticos para dar prioridad a la Familia
Por Joel Comiskey
Este mes en el blog JCG hemos estado recordado que las células sanas provienen de familias saludables y, de hecho, la interna célula es la familia. A pesar de que he dedicado los últimos 21 años de ministerio celular, la prioridad más importante es mi propia familia. No son sólo una parte de mi ministerio, ellos son mi primer ministerio y más importante. Estoy en la profunda necesidad de la gracia de Dios porque soy un ser humano pecador y con muchos defectos, pero trato de mejorar da a da en el ámbito familiar. Aqu hay algunos principios importantes en los que estoy trabajando:
Marido y mujer fechas de citas: Celyce y yo pusimos un presupuesto mensual para salir en “tiempos románticos” (cena, etc.) También aramos a través de libros cristianos sobre el matrimonio y pasamos horas regulares de oración juntos. La lnea de fondo, estamos continuamente tratando de mejorar nuestro matrimonio.
Un da libre juntos: Yo creo que un da de veinticuatro horas fuera es esencial y da a la familia la oportunidad de divertirse, tomar fuerzas, y se enfrentan la semana con nuevo vigor. Ayuda a la familia a construir y mantener relaciones sólidas. Las familias saludables son amistosas, divertidas, de actividad espontánea. Platón escribió una vez: “Usted puede aprender más acerca de un hombre en una hora de juego que en un año de conversación”.
Tiempos devocionales. Creo que la meta más alta para nuestros hijos es que ellos amen al Señor con todo su corazón, alma y fuerza. Estoy convencido de que el tiempo familiar tranquilo es el mejor momento para que los padres eduquen a sus hijos en los caminos de Dios y realmente prepararlos para la vida con Cristo. Mi propio tiempo devocional con mis hijos inclua tiempo para adorar, orar y esperar en silencio que Jesús hablara con nosotros. Después, le pedira a cada uno de ellos que compartieran lo que Dios les mostró. Luego comparto lo que Dios me dio con la Palabra, tratando de hablar a su nivel. Estoy tan agradecido de que mis hijos tienen una relación creciente con Jesús. He llevado a mis hijos con devoción la mayora de los das de la semana desde que mi hijo mayor tena tres años, pero hace unos dos años mis hijos llegaron a la edad en la que comenzó a tener devociones principalmente por su propia cuenta.
Dios está interesado en las familias sanas. ¿Tienes un consejo para el resto de nosotros? ¿Que funciona para ti? Para comentar, desplácese hasta la parte inferior del blog/correo electrónico (bajo la traducción en español) y haga clic en Ver comentarios.
Joel, Celyce, y la familia