Consumer Christianity and the Sermon on the Mount

mario

by Mario Vega

During the industrial revolution, products were produced in abundance at a very low price. Manual labor was eventually replaced by automation and machines. Trade expanded and people were surrounded by more products than they had ever imagined before. As a result, a consumer culture developed that produced the greatest economic and cultural changes the world has ever known.

In an industrialized society, the human being moves from direct producer of the goods to consumer of products and services. Society adopts a passive attitude and moves away from manual production. This is how the consumer culture has emerged in which people have more goods and services than are necessary. The supply is so broad that the consumer can only act passively to the many market offers.

Many churches also follow this market logic, offering religious services to consumers. These churches only ask that people passively consume the amenities and services that they offer. You only need to sit, enjoy, and give some.

These cultural factors cause many in the church to move away from Christ’s radical Sermon on the Mount teaching. In those early days after Christ, believers led a life of denial and self-sacrifice, placing Jesus first. Being a Christian was about leading a committed life of passionate service toward God and others. Christians were active in the work of ministry and gave their own lives to serve the Savior. Today we need to return once again to the value of service to one another and the priesthood of all believers. We must not allow the consumer society to distort our idea of what a Christian is. Cell ministry helps us to rescue the biblical identity of the believer.

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El Sermón del Monte y el consumo.

por Mario Vega.

Durante la revolución industrial el trabajo manual fue reemplazado por la industria en serie y los productos comenzaron a producirse en abundancia y a precio bajo. El comercio se expandió y las personas se vieron rodeadas de más productos de los que antes haban imaginado. Como resultado, se desarrolló una cultura del consumo que produjo los más grandes cambios económicos y culturales de la historia.

En la sociedad industrializada el ser humano pasó de ser productor directo a consumidor de productos terminados y de servicios.

Sectores más amplios de la sociedad fueron adoptando una actitud pasiva alejándose de los procesos de producción manual. As emergió la cultura del consumo en donde el hombre recibe más ofertas de bienes y servicios que los que puede adquirir. La oferta es tan amplia que el consumidor solamente recibe pasivamente las ofertas que el mercado le ofrece.

Las iglesias también siguieron la lógica del mercado y comenzaron a ofrecer servicios religiosos a los consumidores. Al hombre moderno no se le pide más que ser un consumidor pasivo de las comodidades y servicios que las iglesias le ofrecen. Solamente debe sentarse, dar y disfrutar.

Tal efecto cultural cambió por completo el panorama de lo que un cristiano debe ser. Los creyentes se han alejado radicalmente del Sermón del Monte y del seguimiento a Jesús. La fe original significaba la negación y el sacrificio propio por amor al salvador. Ser cristiano era llevar una vida comprometida de servicio apasionado al prójimo. Los cristianos eran activos en la obra del ministerio y en ese esfuerzo empeñaban la vida misma. Hoy en da necesitamos volver a rescatar el valor del servicio de los unos a los otros y el sacerdocio de todos los creyentes. No debemos permitir que la sociedad de consumo deforme nuestra idea de lo que es un cristiano. El trabajo celular es un paso en ese esfuerzo por rescatar la identidad bblica del creyente.

1 thought on “Consumer Christianity and the Sermon on the Mount

  • Muy acertado el comentario.
    Este estilo de vida en las iglesias ha producido cristianos pasivos, dependientes, en ese ciclo de consumismo. Nada mejor que activarlos en los Grupos Familiares.

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