by Joel Comiskey
Scripture says, “Then the eleven disciples went to Galilee, to the mountain where Jesus had told them to go. When they saw him, they worshiped him; but some doubted. Then Jesus came to them and said, ‘All authority in heaven and on earth has been given to me. Therefore go and make disciples of all nations, baptizing them in the name of the Father and of the Son and of the Holy Spirit, and teaching them to obey everything I have commanded you. And surely I am with you always, to the very end of the age’†(Matthew 28:16-20).
Notice that Jesus is talking to the group of disciples in these verses. These are the same disciples (apart from Judas) who Jesus molded and shaped for a three-year period. He had taught them important life lessons as they lived together. Much of the crucial character development came as they worked through conflicts and overcame difficulties with one another. The disciples certainly had a personal relationship with God, but that personal relationship needed to be molded and shaped in a community atmosphere where the one-anothers of scripture were prioritized (more on the one-anothers in the next chapter).
When we talk about the Bible’s inspiration, we are referring to the moment the writer’s wrote down their words. At that moment, they were writing the very words of God. Everything afterwards is application of what they wrote. Yet, many people skip this point. They jump right into the application of scripture without obtaining the correct interpretation to begin with. To understand the New Testament writers, we need to understand the context. Again, the context of the New Testament was a group atmosphere.The culture of individualism (North America, Europe, Australia) is uncomfortable with biblical commands to serve one another, submit to others, give up rights for the greater good of the group, and to humble oneself before others. Yet, these biblical traits are absolutely essential and foundational in scripture. Christ’s command to his disciples is clear: love one another. The triune God is a timeless testimony of God’s unity. The early Church was a face-to-face movement, meeting in homes and multiplying God’s life through community.
The group-oriented context of the New Testament and the many exhortations to follow the one-anothers and walk in unity indicate that God wants to shape disciples in a group context.
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Joel
Portuguese blog:
Por Joel Comiskey
As Escrituras dizem: Os onze discpulos foram para a Galiléia, para o monte que Jesus lhes indicara.
Quando o viram o adoraram; mas alguns duvidaram. Então, Jesus aproximou-se deles e disse: “Foi-me dada toda a autoridade no céu e na terra. Portanto, vão e façam discpulos de todas as nações, batizando-os em nome do Pai e do Filho e do Esprito Santo, ensinando-os a obedecer a tudo o que eu lhes ordenei. E eu estarei sempre com vocês, até o fim dos tempos”. (Mateus 28:16-20)
Perceba que Jesus está falando ao grupo de discpulos nestes versculos. Estes são os mesmos discpulos (menos Judas) que Jesus moldou e formou por um perodo de três anos. Ele os ensinou importantes lições de vida por viverem juntos. Muito do desenvolvimento crucial de caráter veio ao trabalharem seus conflitos e superando as dificuldades juntos. Os discpulos certamente tiveram um relacionamento pessoal com Deus, mas aquele relacionamento pessoal precisava ser moldado e formado em uma atmosfera de comunidade onde a escritura entre eles era priorizada (mas no juntos no captulo seguinte).
Quando falamos sobre inspiração Bblica, nos referimos ao momento que o escritor escreve suas palavras. Naquele momento, eles escreviam as próprias palavras de Deus. Tudo o que segue é a aplicação do que eles escreveram. Mesmo assim, muitas pessoas pulam este ponto. Eles pulam direto para a aplicação da escritura sem obter a interpretação correta para iniciar. Para entender os escritores do Novo Testamento, temos que entender o contexto. Novamente, o contexto do Novo Testamento foi uma atmosfera em grupo. A cultura do individualismo (América do Norte, Europa, Austrália) não se sente muito a vontade com o mandamento bblico de servir um ao outro, submeter-se aos outros, abrir mão dos seus direitos para o melhor de todo o grupo e se humilhar diante dos outros. Mesmo assim, os traços bblicos são absolutamente essenciais e fundamentais nas escrituras. O mandamento de Deus para seus discpulos é claro: amar um ao outro. O Deus triuno é um testemunho eterno da unidade de Deus. A igreja primitiva era um movimento face-a-face, que se encontrava nas casas e multiplicava a vida de Deus através da comunidade.
O context da orientação em grupo do Novo Testamento e as inúmeras exortações para seguir o juntos e andar em unidade indica que Deus quer formar discpulos em um contexto de grupo.
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Joel
Spanish blog
Discipulado en el Grupo
La Escritura dice: “Los once discpulos fueron a Galilea, a la montaña que Jesús les haba indicado. Cuando lo vieron, lo adoraron; pero algunos dudaban. Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discpulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundoâ€. (Mateo 28:16-20).
Note que Jesús está hablando con el grupo de discpulos en estos versculos. Estos son los mismos discpulos (aparte de Judas) a quienes Jesús moldeó y formó por un perodo de tres años. Él les haba enseñado importantes lecciones de vida, ya que vivan juntos. Gran parte del desarrollo crucial del carácter se dio mientras trabajaban a través de los conflictos y vencan las dificultades que se presentaban entre ellos. Jesús haba llamado a estos discpulos a unirse a una nueva comunidad y a convertirse en parte de una nueva familia espiritual. Aprendieron a relacionarse unos con otros en medio del crisol del conflicto. Jesús estaba pendiente del orgullo de ellos, y los animaba a caminar en humildad. Después de tres años, estaban listos para iniciar el proceso una vez más con su propio grupo pequeño. Ellos entendieron que seguir a Jesús significaba la confesión pública y un compromiso de grupo.
Cuando hablamos de la inspiración de la Biblia, nos estamos refiriendo al momento en que los escritores escriban sus palabras. En ese momento, estaban escribiendo las palabras de Dios. Todo lo que sigue después de eso es la aplicación de lo que escribieron. Por esta razón, es esencial saber a quienes les estaban escribiendo, el contexto y la cultura en la que estaban escribiendo, y la historia general de la época. Después, será posible interpretar correctamente el pasaje y aplicarlo con precisión.
Sin embargo, muchas personas se saltan este punto. Para empezar, van directo a la aplicación de las Escrituras sin tener la correcta interpretación. Para entender a los escritores del Nuevo Testamento, tenemos que entender el contexto.Culturas como la de Norteamérica, Australia y Europa son más individualistas por naturaleza. La cultura del individualismo se siente incomoda con los mandamientos bblicos de servirse unos a otros, someterse a los demás, renunciar a derechos por el bien del grupo, y humillarse a s mismo ante los demás. Sin embargo, estas caractersticas bblicas son absolutamente esenciales y fundamentales en las Escrituras. El mandato de Cristo a sus discpulos es claro: ámense los unos a los otros. El Dios trino es un testimonio eterno de la unidad de Dios. La Iglesia primitiva fue un movimiento cercano, de cara- a- cara, reuniéndose en los hogares y multiplicando la vida de Dios a través de la comunidad.
La principal razón por la que la iglesia ha perdido de vista este tema de la comunidad en el mundo occidental se debe a que muy a menudo los creyentes leen la Biblia a través de la lente del individualismo. La realidad es que las personas que viven en una cultura colectivista entienden el discipulado de grupo mucho mejor porque de manera innata ya priorizan las relaciones. Ellos, también, se sienten mucho más cómodos en un ambiente de grupo y toman menos tiempo para adaptarse.
Debemos tener comunidad para apoyar y corregir nuestro discipulado en el mundo. Esto parece tan obvio, pero nuestra práctica frecuentemente es tan individualista. El discipulado cristiano no es para Llaneros Solitarios (aunque para ser justos, incluso el hombre enmascarado tena a Toro como su compañero). Tenemos que resistir al individualismo de nuestra cultura y cultivar relaciones profundas y sólidas con los demás. Los desafos que enfrentamos son formidables; sin comunidad se convierten en algo imposible.
En un grupo pequeño saludable no sólo se mantiene nuestra individualidad, pero nos damos cuenta que somos valiosos individuos con un papel que jugar asignado por Dios. El discipulado en un grupo incluye las relaciones interdependientes y recprocas, cuyo objetivo es el realce de la calidad personal del propio grupo. Lo que las personas tienen en común es tenerse el uno al otro y el realce mutuo de cada persona, mientras viven sus vidas juntos. El discipulado de grupo no es un despojarme de mis propios derechos, aspiraciones o metas. Más bien, es el desarrollo de esos atributos personales en el ambiente de grupo.
Nos convertimos en discpulos a medida que aprendemos a amarnos unos a otros y a permitir que otros nos hagan responsables de nuestros actos. Este fue el tipo de discipulado que Jesús tena en mente cuando mandó a sus discpulos a seguir su propia estrategia para hacer discpulos en el ambiente de grupo.
Joel