by Joshua David Lopez Grajeda, lead pastor of Iglesia Nazaret in Guatemala City, Guatemala
After the Sunday message, I made a call to those who would like to receive Jesus as Lord and Savior. Several people came forward and were immediately cared for those who integrated them into a home cell group near where they lived. This happens regularly on Sunday.
José (not his real name) was one of those who went forward years earlier. Now he was preparing to be a cell group coach or supervisor. José had been a gang member in one of the areas surrounding our church. God completely changed José’s life and people who knew him back in the old days couldn’t believe he was the same person. After Jose’s conversion he started going to Julio’s cell group. Julio encouraged him, took him through the equipping, and helped José find new friends. José experienced God’s love in a community of like-minded believers. After completing the church wide equipping, he became a deacon, leader of a cell, and then multiplied his cell several times.
Eventually, he began to prepare to be a coach/supervisor in the very same area where he was previously a gang member! José still struggles with issues, but he’s a completely different person and God is using him to reach out to former gang members. His daughter, for example, who was hurt because of José’s past lifestyle is now being restored with the family. And isn’t this what Christ wants to do with each of us? Is not this what the church is called to do?
Each household cell is a grain of salt scattered amid the corruption of the world in which we live. God still wants to work in the lives of the lost, but He wants to use those He has saved to bring them back. The church must be in the neighborhood.
Portuguese blog:
Transformando o bairro
de Joshua David Lopez Grajeda
Depois da mensagem de domingo, fiz um chamado àqueles que gostariam de receber Jesus como Senhor e Salvador. Várias pessoas vieram para a frente e foram imediatamente cuidadas por aqueles que as integraram em um grupo de célula residencial perto de onde moravam. Isso acontece regularmente no domingo.
José (nome fictício) foi um dos que foram à frente anos atrás. Agora ele estava se preparando para ser um treinador ou supervisor de célula. José tinha sido um membro de gangue em uma das áreas ao redor da nossa igreja. Deus mudou completamente a vida de José e as pessoas que o conheciam antigamente não acreditavam que ele fosse a mesma pessoa. Após a conversão de José, ele começou a ir à célula de Júlio. Júlio o encorajou, guiou-o através do processo de treinamento e ajudou José a encontrar novos amigos. José experimentou o amor de Deus em uma comunidade de crentes com a mesma opinião. Depois de completar o trilho de equipamento da igreja, ele se tornou um diácono, líder de uma célula, e depois multiplicou sua célula várias vezes.
Eventualmente, ele começou a se preparar para ser um treinador/supervisor na mesma área onde ele era anteriormente um membro de gangue! José ainda luta com problemas, mas ele é uma pessoa completamente diferente e Deus o está usando para alcançar antigos membros de gangues. Sua filha, por exemplo, que foi ferida por causa do estilo de vida passado de José, agora está sendo restaurada com a família. E não é isso que Cristo quer fazer com cada um de nós? Não é isso que a igreja é chamada a fazer?
Cada célula familiar é um grão de sal espalhado em meio à corrupção do mundo em que vivemos. Deus ainda quer trabalhar nas vidas dos perdidos, mas Ele quer usar aqueles que Ele salvou para trazê-los de volta. A igreja deve estar no bairro.
Spanish blog:
Transformando el Barrio
por Joshua David Lopez Grajeda, pastor titular de Iglesia Nazaret en Guatemala City, Guatemala
Después del mensaje del domingo, hice un llamado a quienes quisieran recibir a Jesús como Salvador de sus vidas. Pasaron varias personas y luego fueron atendidas por hermanos que los integraron inmediatamente a una célula de hogar según la zona en la que vivían. Esto sucede regularmente el domingo. Pero no fue sino hasta esta semana cuando en una reunión de asesores de sectores de células uno de ellos comentó el testimonio de José (su nombre no el verdadero), quien había recibido a Cristo hace años atrás; ahora estaba siendo traído a estas reuniones de asesores porque se convertiría en uno de ellos pronto.
Su mentor fue quien comentó la historia que, José había sido pandillero en una de las zonas aledañas a nuestra iglesia. No quiso comentar los detalles, pero yo no podía creer que se tratara de la misma persona que ahora tenía la intención de ser asesor de células. José, luego de su conversión lo tomó a su cargo Julio, quien lo llevó a su célula, los instruyó, lo animó y fue en la célula donde José encontró amigos nuevos. En una atmósfera diferente experimentó el amor de Dios para su vida y pronto tomó la ruta de entrenamiento que nuestra iglesia provee. Posteriormente se convirtió en diácono, y en líder de una célula, la cual ha multiplicado varias veces.
Su mentor, cree que es la persona ideal para liderar un sector de células en el mismo barrio donde él antes lideró pandilleros. Cambiado por el poder de Dios, del pasado, únicamente le quedan los malos recuerdos y algunos asuntos que está tratando de resolver. Su hija, por ejemplo, como consecuencia del pasado, no ha vivido con la familia, ahora trata de reconstruir esa relación. ¿No fue eso lo que Cristo hizo por nosotros? ¿No es lo que la iglesia está llamada a hacer? La transformación de José se dio principalmente en un hogar cristiano que funciona en su barrio. Cada célula de hogar es un grano de sal esparcido en medio de la corrupción del mundo en que vivimos. Dios todavía quiere trabajar en las vidas de los perdidos, pero quiere usar a los que ha salvado para traerlos de regreso. La iglesia debe estar en el barrio.