Ministrándonos los unos a los otros en los grupos celulares

Los Básicos Celulares

por Joel Comiskey

2016

El mes pasado asistí a la Conferencia de Grupos de Vida en Pomona, California, organizada por Mosaic Pomona, donde Nathan Neighbor es el pastor principal. Durante uno de los talleres, Abba Love, una iglesia en Chino Hills, California, realizó un grupo celular para demostrar lo que realmente hacen en sus células. Christian Leo empezó diciendo: “Estamos aquí para animarnos los unos a los otros. Dios va a utilizar a cada uno de ustedes para bendecir a otros”. Mientras la adoración sonaba en el fondo, Michael Obajda, el pastor principal, nos mostró cómo enseñarnos y amonestarnos los unos a los otros a través de salmos y canciones espirituales (Colosenses 3:16). Luego, el equipo demostró la transparencia y cómo deben fortalecerse, alentarse y consolarse mutuamente a través de la profecía del Nuevo Testamento (1 Corintios 14: 3). Jesús se hizo presente y tocó profundamente a la gente. Todos participamos, oramos el uno por el otro, y nos fuimos sintiendo alentados.

Lo que experimentamos en el taller se acerca mucho a lo que sucedió en las primeras iglesias domésticas. No vimos una agenda rígida. Más bien, la reunión fue un tiempo para ministrarnos los unos a los otros y satisfacer las necesidades. El escritor de Hebreos le dice a los miembros de la iglesia de la casa “Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras”. (Hebreos 10: 23-25).

Los miembros disfrutaron de la presencia del otro, rieron juntos y experimentaron una rica confraternidad. Robert Banks escribe: “No encontramos ninguna evidencia de que estas reuniones se llevaran a cabo con la clase de solemnidad y formalidad que rodea a la mayoría de las reuniones semanales cristianas de hoy en día” (The Church Comes Home/ La Iglesia llega al Hogar, página 36). Pablo puso un alto énfasis en la participación porque cada persona tenía una contribución que hacer. Pablo asumió que se ministrarían energéticamente el uno al otro. Su preocupación era que “todo debía hacerse de manera apropiada y ordenada” (1 Corintios 14:40).

Invité a Mark Speeter, pastor y fundador de la Iglesia Comunitaria de Antioquia La Mirada, a la conferencia en Pomona. Mis hijas asisten a su iglesia, y a menudo comparten sobre el ministerio dinámico que tiene lugar en los grupos de vida de Antioquía. Mark explicó: “A menudo los estudiantes universitarios dudan en abrirse en un grupo de vida, pero cuando Dios usa a alguien para hablar a sus vidas, se van emocionados y quieren volver.” Mi hija de 22 años, Nicole, comenzó una célula en su Escuela en Antioquia La Mirada. Ella describe su experiencia:

Cada joven que entraba por la puerta del grupo de vida estaba llorando durante la adoración mientras orábamos por ellos, hablábamos palabras proféticas sobre sus vidas y escuchábamos sus corazones. La cabeza de una estudiante fue sanada, otra joven decidió dar su vida al Señor completamente por primera vez, y todos fueron profundamente conmovidos por Jesús. Al final de la noche, uno de los estudiantes comenzó a llorar y declaró que, “¡Seguramente, este sería el comienzo de un movimiento juvenil!” Las semanas que siguieron fueron tan sobrenaturales a medida que los estudiantes comenzaron a ministrarse los unos a los otros. Cada semana nos íbamos más sorprendidos de la belleza y poder de Dios

Ralph Neighbour habla a menudo sobre el ministerio de las necesidades de 1 Corintios 14: 24-25 donde los miembros de la iglesia de las casas se profetizaban los unos a los otros, y los incrédulos eran tocados de tal manera que caían y adoraban diciendo: “¡Dios está realmente entre ustedes!”

Estas son algunas preguntas: ¿Están animando a sus miembros de células a escuchar la voz de Dios y a ministrar a otros en el grupo? ¿Es tu grupo seco y aburrido o emocionante y dinámico? ¿En algún lugar entremedio?