La Llenura del Espíritu: Cómo Recibirla

Los Básicos Celulares

Por Joel Comiskey

Tomado del libro El Grupo Pequeño Lleno del Espíritu: Dirigiendo Su Grupo para Experimentar los Dones Espirituales (Chosen Books, 2005). Disponible aquí o llamando a 1-888-344-CELL (Estados Unidos).

Escuché de una iglesia particular cuyo órgano eléctrico se detuvo a medio camino mientras cantaban en el culto el domingo por la mañana. El organista no estaba muy seguro de lo que debía hacer. Afortunadamente, el pastor estaba en control de la situación, y pidió a la congregación que siguiera la lectura de las Escrituras, con la intención de guiarlos en la oración, también. Cuando leyó la porción de las Escrituras, un acomodador se acercó al organista calladamente y le dio una nota que decía: «El poder (o electricidad, como se dice en inglés) llegará después de la oración.»

¡El poder llega después de la oración! La Escritura dice con toda claridad que Dios está sumamente dispuesto a llenarnos de Su Espíritu Santo. Todo lo que necesitamos hacer es orar. Jesús enseñó a Sus discípulos que el celestial Padre daría el Espíritu Santo gratuitamente a cualquiera que simplemente se lo pidiera (Lucas 11:13). Pero Jesús no estaba satisfecho de hablar sobre el Espíritu Santo en sólo una ocasión. Vez tras vez a lo largo de los evangelios, Jesús incitó las expectativas entre Sus discípulos sobre el Espíritu Santo prometido. Él sería un consuelo, una guía y un maestro que les harían recordar todo lo que Jesús había hablado (Juan 14–16).

Algunas personas que hablan o escriben sobre el Espíritu Santo, inconscientemente transmiten un pesado mensaje del esfuerzo humano para obtener la llenura del Espíritu. Su mensaje, sea intencional o no, sigue hablando interminablemente de forma monótona, dando énfasis a que «tenemos que depender,» «tenemos que ser llenados,» «tenemos que ser sensibles.» Dicho enfoque me lleva a enfocar en mi interior, en lugar de mirar hacia fuera en las maravillas del Espíritu Santo.

Creo 100 por ciento que Dios espera nuestra respuesta humana bien definida, sin embargo el proceso no debe ser una carga o pesado. Leí un libro sobre el Espíritu Santo que me hizo sentir como si el Espíritu Santo se iría inmediatamente si Él fuera de alguna forma «ofendido» — aun en lo más leve. Después de leer el libro me hallaba temeroso incluso de cometer el error más pequeño, pensando que el Espíritu Santo era veleidoso y fácilmente apagado. Una vez más, yo sentía que todo dependía de mí.

Creo ahora que la verdad realmente es todo lo contrario. Yo entiendo por las Escrituras que el Espíritu Santo está ávido, dispuesto y entusiasmado de trabajar en nosotros y fluir a través de nosotros — aun como seres humanos frágiles y débiles.

¡Pedid y recibiréis! No sé de una manera mejor y más eficaz para ser llenado que pidiendo simplemente la llenura del Espíritu Santo. El poder viene después de la oración. No veo en la Biblia de un solo caso en que Dios no derramó Su Espíritu sobre los que se lo pidieron sinceramente.

Dios le concedió su petición a Eliseo cuando pidió una doble porción doble del Espíritu (2 Reyes 2:9). Dios contestó la petición de Salomón cuando clamó por la sabiduría del Espíritu para dirigir la nación de Israel (1 Reyes 3:7). Jesús dijo claramente que nuestro amante Padre celestial dará gratuitamente a Sus hijos el Espíritu Santo (Lucas 11:13). Jesús repitió vez tras vez a lo largo de los evangelios la buena disposición del Padre para contestar nuestras oraciones (Juan 14:13–14; 15:7; 16:23–24). Las buenas noticias son que el Espíritu anhela controlar nuestras vidas — y esto es especialmente verdad cuando tiene que ver con facilitar un grupo pequeño. Mientras usted prepara para su propio grupo pequeño, pídale que lo llene y lo controle. Y Él lo hará.

Algunas personas prepararon listas largas de lo que hay que hacer y lo que no hay que hacer que se deben realizar antes de que Dios otorgue Su Espíritu Santo. Aunque algunas de esas sugerencias son recomendables (como, la confesión de pecado y un compromiso a la obediencia — vea Hechos 5:32), las largas listas dan a menudo la apariencia falsa de un Dios indispuesto que está jugando a las «escondidas» con Su pueblo.

Estoy escribiendo este libro para miembros y líderes de los grupos pequeños que aspiran a ministrar en el contexto del grupo pequeño, y por esto estoy asumiendo un anhelo por la santidad y conformidad a la verdad escrita. Pero mi punto es que nunca seremos «lo suficientemente buenos» como para recibir el Espíritu Santo. Como dice mi antigua paráfrasis inglesa: «¡No hay ninguno que no comete pecado!» Usted falla, tal como yo fallo. Confiese cualquier pecado conocido, y desee la obediencia ávidamente. Pero no se detenga allí. Audazmente pídale que lo llene, y Él lo hará. El Espíritu sabe que usted quedará sin combustible sin Él. Su liderazgo del pequeño grupo, de hecho, depende del control del Espíritu y dirección en su vida. Ore para que Él lo llene y lo controle. Él lo hará.

La Disposición del Espíritu Santo de Llenarnos

Después de la venida del Espíritu en Pentecostés, se formaron iglesias a lo largo de la región mediterránea. La mayoría de ellos recibió el Espíritu Santo como un don de gracia y siguieron creciendo en Cristo. Algunos, como los gálatas, se volvieron al legalismo. El apóstol Pablo reprendió a los gálatas por no mantener la fe— andando con el Espíritu Santo. Pablo escribió: « Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?» (Gálatas 3:2–3).

El Espíritu de Dios fluía libremente entre los gálatas con tal de que ellos se relacionaran con el Espíritu Santo en base a la fe y la libertad. Al principio, los gálatas se regocijaron en la llenura del Espíritu como un puro y libre regalo de fe. Sin embargo, cuando loa gálatas cayeron cautivos de la tendencia humana hacia las buenas obras y el legalismo, el Espíritu tomó trasero y ya no se movió libremente entre ellos. El Espíritu se mueve a través de nosotros en base a la gracia y la fe.

Uno de los mayores estorbos para el liderazgo de los pequeños grupos es olvidarse de que el Espíritu Santo quiere llenarnos, bendecirnos, producir Su fruto en nosotros y operar Sus dones a través de nosotros. Nuestro trabajo principal es de permitirle que lo haga. Debe memorizarse universalmente 1 Corintios 2:12: «Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido» [las cursivas son mías]. Uno de los ministerios principales del Espíritu Santo es revelar a Sus hijos son aquellas cosas que el Padre celestiales quiere darnos gratuitamente.

Esto es especialmente verdad para líderes de los pequeños grupos que están enfrentados con desafíos extras de pastorear y de cuidar el rebaño de Dios. El reino demoníaco trabaja horas extras para desalentar a los líderes de los grupos pequeños — por causa de la importancia de su trabajo.

La mayor necesidad para los facilitadores de los pequeños grupos es recibir su frescura y deleitarse en Su amor y gracia. Los líderes de los grupos pequeños necesitan tomar tiempo para escuchar los planes maravillosos de Dios para los dones y bendiciones que Él quiere derramar sobre ellos y a través de ellos.

Nuestra Necesidad de Recibir Su Llenura

En cuanto comprendemos cuánto el Espíritu Santo quiere bendecirnos y llenarnos, necesitamos pasar tiempo en Su presencia para recibir Su llenura vez tras vez. Creo tan fuertemente en esto que escribí un libro entero sobre el tiempo devocional pasado en Su presencia (nota 1). Fuertemente recomiendo a cada líder celular y a los miembros que pasen un tiempo de calidad todos los días para la oración devocional, adoración y meditación en la Palabra de Dios. Creo que el tiempo devocional diario es la disciplina más importante de la vida cristiana.

Además de las devociones diarias, los líderes del pequeño grupo deben pasar un tiempo con Dios antes de comenzar el grupo pequeño. Antes de la reunión del pequeño grupo, permita que la llenura de Dios lo empape completamente, hasta que usted se da cuenta de Su llenura de alegría y las tremendas riquezas. Permítale infiltrar su mente, su actitud y sus emociones. Salmo 16:11 declara: «Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre.» El resultado natural de pasar tiempo en la presencia de Dios es alegría y paz.

Más que la preparación de la lección, el éxito del pequeño grupo depende de la preparación espiritual personal del líder. Una investigación estadística de 3,000 líderes de pequeños grupos demostró que la preparación espiritual personal del líder era más importante que tiempo pasado en la preparación del material de la lección (nota 2). Es un error, de hecho, pensar que algo es más importante que la preparación espiritual del líder antes del comienzo del grupo (como, refrescos, lecciones, una alfombra limpiada con aspiradora, etc.). Recuerde la historia de María y Marta— la contestación positiva de Cristo a María demostró que el artículo más importante en nuestras agendas es el tiempo que pasamos con Él. El deleitarse en la presencia de Dios lo llenarán del poder, visión y confianza necesarios para dirigir su grupo con éxito a nuevas alturas.

Durante este tiempo solo, asegúrese de leer la Palabra de Dios. Medite en un pasaje que siente que se destaca en su lectura. En el proceso, usted se alimentará, y otros notarán la diferencia (1 Timoteo 4:16). Escuche a la voz de Dios, y Él le mostrará cómo orar por cada miembro del grupo. Ante todo, busque el rostro de Dios, y Él lo llenará de Su Espíritu Santo. Pida al Espíritu controlarlo tanto en ese momento y durante la reunión. Empiece a experimentar Su gozo. Usted necesita que desborde el Espíritu en su vida para poder bendecir a los que están en el grupo. Ellos verán la presencia de Dios en su mirada, en su amor y en su nueva autoridad con unción.

Si usted puede, hágase el favor de pasar una o dos horas en Su presencia antes del comienzo del grupo pequeño. Aun cuando el tiempo es escaso, haga el tiempo para pasar treinta minutos en la preparación del alma. Su grupo se alegrará que usted lo hiciera. Para los líderes que trabajan cincuenta a setenta horas por semana y encuentran que es difícil de pasar tiempo en la presencia de Cristo antes de la reunión del grupo pequeño, entienda que el Espíritu Santo sabe la intención y el deseo de su corazón. Él está dispuesto a tomarlo donde usted está y llenarlo en el lugar. Simplemente pídale. No caiga presa de ninguna culpa o condenación.

Satanás, el acusador de los hermanos, es muy rápido para enviar sus flechas mortales. Pero la gracia de Dios siempre es suficiente, y Él lo tomará donde usted está. Recuerde el Salmo 32:1: « Bienaventurado aquel cuya trasgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad.» Y después en los versículos 7 y 8: «Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia; Con cánticos de liberación me rodearás. Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos.»

La Verdadera Fuente de Poder

En 1972, la NASA lanzó la sonda espacial exploratoria Pionero 10. La misión primaria del satélite era de alcanzar a Júpiter, fotografiarlo con sus lunas y después dirigir los datos a la Tierra sobre el campo magnético del planeta, cinturones de radiación y su atmósfera. Los científicos consideraron esto como un plan intrépido, porque hasta ese momento, ningún satélite había ido más allá de Marte. El Pionero 10 excedió las expectativas de sus diseñadores, no sólo pasó zumbando a Marte, sino también a Júpiter, Urano, Neptuno y Plutón. Para 1997, veinticinco años después de su lanzamiento, Pionero 10 estaba a más de seis mil millones de millas del sol. Y a pesar de la inmensa distancia, el satélite continúa emitiendo las señales de la radio a los científicos en la Tierra. ¿Cómo continúa Pionero 10 emitiendo sus señales? Por el trasmisor de ocho vatios. La clave del éxito incesante de Pionero 10 es su fuente de poder.

¡El poder de Pentecostés está disponible para todos los creyentes hoy, incluyéndolo a usted, y sobre todo a usted! Su trabajo de dirigir un grupo pequeño es muy importante porque usted está pastoreando a la Iglesia de Jesucristo. Usted está íntimamente involucrado en la transformación de las vidas de aquellos por quienes Cristo murió. Y su grupo es el instrumento de Dios para ayudar a las personas perdidas a encontrar su camino a Dios.

Su participación llena del Espíritu añadirá vida al cuerpo de Cristo. El Espíritu Santo está disponible para llenar, guiar y derramar Su gracia. Simplemente pida.

NOTAS

  • Mi libro Una Cita con el Rey (Grand Rapids, Mich.: Chosen Books, 2002) puede comprarse en http://www.cellchurchsolutions.com / o llamando al 1-888-344-CELL (Estados Unidos).
  • La graduación Ph.D de Jim Egli. de Regent University (completado en 2003) involucrado en la investigación de las iglesias basadas en pequeños grupos para determinar los factores en su crecimiento o declive. En octubre de 2003, Egli compartió estas observaciones en el «Touch Field» Foro en Houston, Texas.