Conduciendo el Coro

Los Básicos Celulares

Por Joel Comiskey

Yo formé parte de un coro en Long Beach, California, en una iglesia llamada Shekinah Fellowship. Yo cantaba en la sección de tenor. La asistencia del coro varió, pero para ocasiones especiales había 100 personas cantando. Nuestra canción especial fue el estribillo de aleluya. Como parte de la sección de tenor, tenía que saber exactamente cuándo entrar, las palabras a cantar, y qué notas tocar. Habría fallado miserablemente sin un conductor que me guiara en el proceso. El director de Shekinah, Kelly Green, hizo un excelente trabajo en guiarnos. Sin embargo, Kelly no cantaba. Más bien, su trabajo consistía en asegurarse de que cada parte del coro – soprano, alto, tenor y base – golpeara las notas correctas y entraba en el momento adecuado.

El facilitador celular es muy parecido al director de un coro. Su trabajo no es cantar. El es llamado a conducir a los que están cantando. Kelly Green era un excelente cantante, pero como director de orquesta, sabía que su papel era capacitar a otros a cantar.

Al igual que los miembros de un coro, cada miembro de la célula tiene un papel. El trabajo del líder de la célula es capacitar a cada miembro para usar sus talentos para la gloria de Dios y para permitir que el Espíritu Santo madure a cada persona en el proceso.

Actualmente dirijo un grupo celular, pero mi meta es conseguir que otros participen. De hecho, les pido a los miembros que giren cada mes con el rompehielos, el tiempo de lección, la adoración y el testimonio. Yo lleno los espacios en blanco. Sí, algunos hacen un trabajo mejor que otros, pero mi meta no es perfecta entre cada miembro: es crecimiento y madurez. Mi trabajo es capacitar a cada persona para que se convierta en un ministro de Jesucristo. Cuando el grupo se multiplica, cada persona será plenamente capaz de dirigir cada parte de la célula.

La definición de raíz de facilitador es facilitar. El sinónimo de poder ayudar a clarificar lo que un líder eficaz hace mejor. El facilitador es el siervo del grupo, capacitando a los miembros para disfrutar de Dios y de los demás. En vez de dominar al grupo, el facilitador se lava los pies, ministrándolos a cada momento.

Robert Wuthnow, quien junto con George Gallup dirigió un proyecto nacional de investigación sobre pequeños grupos, escribe: “Líderes. . . Funcionan mejor cuando son sensibles a la dinámica del grupo, dirigen la discusión, animan a los miembros a participar y ayudan a que las cosas funcionen sin problemas en lugar de dominar la discusión ellos mismos “(Sharing the Journey, página 267)

Tal vez usted está llamado a enseñar o predicar. Busque oportunidades para usar sus dones. Sólo recuerde que la reunión celular no es una de esas ocasiones. Su trabajo es encender la participación entre los miembros del grupo y capacitar a cada persona para que sea un discípulo de Jesucristo.