Tómate un Día

Los Básicos Celulares

por Joel Comiskey

2015

Me gusta terminar lo que hago. Así me hizo Dios. Sin embargo, algunos años atrás al estar planeando hacer más, el Señor me convenció de detenerme de “hacer.” Dios me recordó que había apartado un día para descansar. Dios hizo el cuerpo humano para que funcione bien durante seis días de la semana, no siete. En Génesis 2:2–3 declara: “Al llegar el séptimo día, Dios descansó porque había terminado la obra que había emprendido. Dios bendijo el séptimo día, y lo santificó, porque en ese día descansó de toda su obra creadora.” (NVI)

Después de seis días naturalmente ya no tenemos energías. Si vamos en contra de las normas de Dios en algún momento pagaremos un precio. No creo que ninguno de nosotros sea tan indispensable que pueda abandonar su cuerpo y alma dejando de tomar un día libre.

Platiqué con un líder que rehusaba tomar un día libre porque insistía que a quienes aconsejaba lo necesitaban demasiado. Sentía que sería pecaminoso abandonar a personas disfuncionales que lo necesitaban. Se consideraba egoísta si no podía estar constantemente disponible para quienes necesitaban de su consejo. “Pero no podrás ayudarles,” le dije, “si te agotas y terminas con tus nervios crispados.” Pero no aceptó mi consejo. Sin embargo, quienes le necesitaban podrían haber sido servidos a la larga si él se hubiera tomado un día a la semana para descansar.

No creo que debamos descansar en un día específico (ej.: sábado, domingo). Los pastores normalmente están muy ocupados los domingos y no pueden encontrar un tiempo de descanso en ese día. Cualquiera que sea el día que escoja debe ser un tiempo de verdadero descanso.

Tu día de descanso no debiera tener reglas y estipulaciones, como “no hacer esto” o “dejar de hacer aquello,” etc. Para sobrevivir necesita hacer algunas cosas, como lavar las vajillas o sacar la basura. Pero evite las tareas regulares relacionadas con el trabajo en cuanto sea posible. Pasa tiempo con Jesús, disfruta su presencia, sino también asegurase de que tiene diversión, pasa tiempo con su esposa, familia, y relajarse.

En su día libre debe cesar de hacer las cosas que son parte de la carga del trabajo regular. Debe darse un recreo y hacer aquellas cosas que le ayuden a relajarse y refrescarse.

Para mi día libre, por ejemplo, trato de evitar todo lo que suene a trabajo normal. Sólo leo libros que no estén relacionados con el trabajo. No reviso mis correos electrónicos y no contestamos al teléfono. Mi esposa y yo acordamos no hablar temas relacionados con el trabajo o que produzcan ansiedad. Deseo descansar mi mente, no atarme a problemas y ansiedades de los otros días de la semana. Duermo más. Doy caminatas, dedico tiempo con el Señor, disfruto de la familia, comida y de todo lo que de reparo. Si ya tiene la costumbre de tomar un día libre, ¿qué beneficios encuentra al hacerlo? Si no está tomando un día libre por semana, ¿cuál es el obstáculo número uno para no hacerlo?