Viendo el potencial de liderazgo en todos

Los Básicos Celulares

Por Joel Comiskey, 2017

Hay una buena probabilidad de que los próximos líderes que surjan de tu grupo sean muy diferentes a ti. Es tan fácil querer encontrar un tipo de persona específico para dirigir el grupo o para que sea parte del equipo, pero la realidad es que no existe tal cosa como “la mejor persona”.

Algunas de las mejores personas no parecen ser las mejores. Son las más débiles, las más torpes, y parecieran ser las menos preparadas. A veces fallamos en ver un liderazgo emergente porque estamos buscando las cosas equivocadas. A menudo buscamos a aquellos que se ajustan a nuestra personalidad, pero pasamos por alto a aquellos que son diferentes.

Samuel juzgó erróneamente la elección del Señor para el segundo rey de Israel, porque se enfocó en la estatura y en el porte: … “él vio a Eliab, y dijo: De cierto delante de Jehová está su ungido. Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón”. Samuel 16:6-7).

Isaí estaba igualmente sorprendido de que sus hijos mayores no fueran elegidos. Ni siquiera había considerado invitar al pastor David a la ceremonia. Pero, aunque David era un jovencito rubio de mejillas rosadas, …  el SEÑOR dijo: “Levántate y úngelo, porque éste es”. (1 Samuel 16: 11-12)

Dios tiende a usar a “jovencitos de mejillas rosadas” que estén plenamente comprometidos con él. Nuestra tendencia es bloquear por motivos de falta de preparación a los líderes en ciernes. Sin embargo, la cosecha es tan abundante y los obreros son “tan” pocos que Dios quiere que veamos todas las posibilidades de liderazgo que nos rodean.

Cuando veas a tu grupo pequeño y te preguntes, “¿Cuál de estas personas podría dirigir un grandioso grupo pequeño?” La respuesta correcta deberá ser: “¡Todos ellos!” Claro, algunas personas ya están más preparadas. Algunas personas necesitan ser equipadas o entrenadas. Pero no hay ninguna característica clave que debas buscar. Las personas calladas o introvertidas son tan buenas dirigiendo grupos, como las personas extrovertidas. Las personas con el don de servicio pueden dirigir un grupo que está en crecimiento, como las personas con el don de enseñanza o evangelismo.

Jim Egli y yo hemos estado estudiando esta pregunta por muchos años. Ambos hemos descubierto a través de estudios estadísticos separados que las características particulares no importan. Nuestra investigación reciente la cual encontrarás en nuestro próximo libro del 2017 Groups that Thrive: Seven Surprising Discoveries about Life-Giving Small Groups (Grupos que prosperan): Siete Sorprendentes Descubrimientos sobre Grupos Pequeños que Dan Vida), una vez más confirma que las cosas que importan no son las características de las personas, ni la edad, ni la época en la que se encuentra en su vida. Lo que importa son varias conductas clave que se relacionan con amar a Dios y amar a los demás. ¿Qué personas de tu grupo actual pueden obedecer los dos mandamientos más grandes, amar a Dios con todo su ser y amar a los demás como se aman a sí mismos (Marcos 12: 28-31)? ¡Todos ellos pueden hacerlo! Y esto significa que todos ellos tienen el potencial de dirigir un grupo pequeño que prospere.

Tómate un momento para considerar a los propios reclutas de Jesús. Sus doce seguidores más cercanos parecen increíblemente excepcionales. Eran un grupo heterogéneo de gente común. Pero Jesús invirtió en ellos y, a través de ellos, encendió un movimiento que alcanzaría millones, incluso billones de personas. Dios quiere usar a tu grupo pequeño de una manera similar si ves el potencial de Dios en cada persona para cambiar el mundo.