Dios Empieza con los Jóvenes

Liderazgo Pastoral

Extractos de Jóvenes en el Ministerio Celular

Lo que Dios está haciendo hoy con la juventud refleja el patrón bíblico de la obra de Dios en los jóvenes desde las primeras páginas de las Escrituras. Dios siempre ha dado prioridad a los jóvenes y nosotros también deberíamos hacerlo.

Los nombres de Moisés, Josué, Abraham, José, Rut y David son muy conocidos tanto para judíos como para cristianos. Los púlpitos de todo el mundo proclaman a estos hombres y mujeres de Dios que se encuentran en las páginas del Antiguo y Nuevo Testamento. Sus nombres también aparecen en innumerables historias bíblicas en las escuelas dominicales, lecciones bíblicas para adultos e incluso en los medios seculares. Los llamamos héroes de la fe. Ellos alimentan nuestra imaginación de lo que Dios puede hacer y nos desafían a ser como ellos.

Sin embargo, a menudo pasamos por alto que Dios llamó a estos hombres y mujeres cuando eran jóvenes. Como jóvenes, Dios obró a través de ellos, los probó, y luego los llevó a tener una mayor influencia y posiciones de liderazgo. A través de sus testimonios, se nos recuerda que la juventud es un período de tiempo oportuno para que Dios inicie el proceso de discipulado. Dios ama hacer lo inesperado a través de la juventud y desafiar las falsas creencias de que sólo los adultos y más sabios pueden ser las herramientas especiales de Dios.

José, era un “joven de diecisiete años” cuando Dios lo interrumpió cuando dormía con unos sueños increíbles (Génesis 37: 5). Dios eventualmente usó a José para salvar al mundo del hambre y libertar a su familia, que era del linaje de Cristo, para tener prosperidad en Egipto. José escuchó a Dios y permaneció fiel durante los veintidós años que tardó el cumplimiento de esos sueños y la salvación de muchas vidas.

Josué fue la ayuda de Moisés desde “su juventud” (Números 11:28). Cuando Moisés intercedía con Dios en la tienda de reunión fuera del campamento, Josué lo acompañaba. Después de que Moisés recibió el mensaje para entregarlo al pueblo, “su joven ayudante Josué hijo de Nun no salió de la tienda” (Éxodo 33:11). El fuerte liderazgo de Josué se desarrolló a través de los muchos años en que Moisés fue su mentor. La influencia de Josué se puede ver por el hecho de que Israel siguió viviendo para Dios después de su muerte: “Durante toda la vida de Josué, el pueblo de Israel había servido al Señor. Así sucedió también durante el tiempo en que estuvieron al frente de Israel los jefes que habían compartido el liderazgo con Josué y que sabían todo lo que el Señor había hecho a favor de su pueblo”. (Josué 24:31).

Samuel es otro excelente ejemplo del llamado de Dios a los jóvenes. Leemos que el “muchacho Samuel ministró delante de Jehová bajo el cuidado de Elí” (1 Samuel 3: 1). Primero escuchó la voz de Dios y el llamado como un niño. Cuando Samuel estaba “viejo y lleno de canas”, testificó que desde el tiempo de su juventud había sido un líder para el pueblo de Israel (1 Samuel 12: 2).

Rut aún era una mujer joven cuando enviudó y siguió a Noemí hacia Belén (Rut 1).

David era un simple muchacho cuando derrotó a Goliat y atrajo la atención del rey. El desarrollo del carácter de David y las hazañas de la fe comenzaron cuando él era un niño pastor, cuidando de las ovejas (1 Samuel 17).

Josías fue rey a la edad de ocho años, y cuando él estaba en su adolescencia, Dios lo usó para traer una nación rebelde a Dios (2 Reyes 22: 1).

Daniel y sus amigos eran probablemente adolescentes cuando fueron conducidos a través del Creciente Fértil al cautiverio. Podemos imaginarlos como jóvenes, posiblemente a finales de su adolescencia, mientras testificaron de Yahweh e interpretaron los sueños del rey (Daniel 1-5).

Salomón dice en Eclesiastés 11: 9, “Sé feliz, jovencito, mientras eres joven, y que tu corazón te dé gozo en los días de tu juventud”. Salomón concluye en Eclesiastés 11: 9-12: 1 que el objetivo principal de la vida es “recordar” a Dios mientras eres joven y todavía puedes determinar el curso de tu vida. Muchos adultos se han enredado en los asuntos del mundo, perdiendo la paz y la alegría de seguir a Dios de todo corazón y viviendo de acuerdo con su verdad.

María, la madre de Jesús, era una jovencita cuando el ángel se le apareció con noticias sin precedentes de su embarazo sobrenatural (Lucas 1: 26-38).

Algunos consideran que Jesús dirigió el primer “grupo juvenil”, y se cree que los doce discípulos de Cristo probablemente tenían menos de dieciocho años. La elección de los doce que hizo Cristo da un nuevo significado al ministerio juvenil y la motivación para discipular a los jóvenes.

El apóstol Pablo comenzó a trabajar con Timoteo cuando tenía aproximadamente dieciséis años. Pablo discipuló a Timoteo y lo preparó para convertirse en pastor de Éfeso, una iglesia muy importante. Exhortó a su joven discípulo: “Que nadie te menosprecie por ser joven. Al contrario, que los creyentes vean en ti un ejemplo a seguir en la manera de hablar, en la conducta, y en amor, fe y pureza.” (1 Timoteo 4:12). Entonces le dijo a Timoteo: “Lo que me has oído decir en presencia de muchos testigos, encomiéndalo a creyentes dignos de confianza, que a su vez estén capacitados para enseñar a otros” (2 Timoteo 2: 2).

No hay ningún indicador en las Escrituras de una edad específica para ningún discípulo, pero el contexto histórico da pistas. En el tiempo de Jesús, un hombre judío recibía una esposa después de la edad de 18 años. Ray VanderLaan da varios argumentos para las jóvenes edades de los discípulos aquí: https://kbonikowsky.wordpress.com/2008/08/20/jesus-disciples-a-teenage-posse/

Cuando Jesús dio la Gran Comisión a sus discípulos, ellos sabían exactamente a lo que él se refería. Después de todo, Jesús lo había demostrado de manera práctica. Jesús preparó a su propio grupo de doce y los pastoreó durante tres años. En esa atmósfera celular, los discípulos fueron moldeados, formados, entrenados y luego enviados. Estos mismos discípulos se convirtieron en los principales líderes de la Iglesia primitiva.

Jesús no sólo ministró con estos discípulos durante el transcurso de tres años, sino que luego los envió a los hogares para establecer iglesias en las casas que se multiplicaran y luego se infiltraran en las comunidades de alrededor (Lucas 9 y 10). En otras palabras, el ministerio de casa en casa en pequeños grupos era la forma en que Jesús hacía discípulos, y esperaba que sus discípulos hicieran lo mismo. Las casas o apartamentos eran muy pequeños en el mundo antiguo, y eran excelentes lugares de reunión para hacer discípulos.

Los grupos pequeños siguen siendo el mejor campo de entrenamiento para futuros discípulos. José Abaroa, ministro de la juventud de la Iglesia Cypress Creek, en Wimberley, Texas, desafía a sus jóvenes para convertirse en discípulos que dirijan grupos de vida en los campus de secundaria y preparatoria. Él espera mucho de sus jóvenes, y ellos han respondido dirigiendo y multiplicando grupos celulares juveniles. Las células de preparatoria del campus se reúnen a la hora del almuerzo durante una hora y media. Los grupos son dinámicos, divertidos y motivadores. Los líderes de los grupos crecen más que los asistentes, ya que estos son desafiados a confiar en Jesús para ser usados por Él. José confía en que sus estudiantes son líderes capaces y pueden ministrar efectivamente a otros estudiantes, mientras se convierten en discípulos en el proceso.

José también reúne a las células juveniles como congregación el día domingo. Me dijo, “Ellos necesitan saber que siempre pueden contar con nosotros”. José es un apasionado por el ministerio celular porque él mismo nació de nuevo y fue discipulado en una reunión del grupo de vida de Cypress Creek en el campus de la Universidad Estatal de Texas en San Marcos. Jesús transformó a José en el grupo de vida, y él quiere que otros más experimenten a Cristo de la misma manera, incluyendo a los estudiantes de secundaria y de preparatoria.

Algunos reaccionan negativamente a la palabra discípulo, pero el significado original significa simplemente alumno o pupilo. Después de la resurrección de Cristo, la palabra discípulo fue ampliada para incluir palabras como creyente, santo, cristiano y hermano o hermana en Cristo. ¿Por qué? Porque después de Pentecostés, Dios estableció la Iglesia, la reunión de los creyentes, para ser el lugar principal donde ocurriría el discipulado.

Las células juveniles son una forma emocionante de hacer que los seguidores de Cristo sean moldeados, y transformados en el proceso. Descubriremos en este libro cómo las iglesias discipulan a los jóvenes a través de grupos celulares y encuentros juveniles más amplios. Veremos cómo las iglesias hacen la transición a las células juveniles, evitan los errores comunes en el ministerio juvenil e incluso plantan iglesias celulares para hacer discípulos en todo el mundo.

En la Antigua Grecia, los filósofos estaban rodeados por sus alumnos. Los judíos decían ser discípulos de Moisés (Juan 9:28) y los seguidores de Juan el Bautista eran conocidos como sus discípulos (Marcos 2:18; Juan 1:35).