Pietismo

Liderazgo Pastoral

Por Joel Comiskey

2014

Lo siguiente viene del libro Dos Mil Años de Grupos Pequeños.

Philipp Spener, el fundador del pietismo, se fue para estar con Cristo a principios de 1705. Unos días antes de partir, dijo: “Durante mi vida he lamentado suficientemente la condición de la iglesia; ahora que estoy a punto de entrar en la iglesia triunfante, quiero ser enterrado en un ataúd blanco como señal que estoy muriendo con la esperanza de una mejor iglesia en la tierra”. (nota 1)

La iglesia que Spener dejó estaba sin duda mejor cuando él murió que cuando él nació. De hecho, la iglesia en el momento del nacimiento de Spener (unos cien años después de que Lutero clavara sus noventa y cinco tesis), se caracterizó por las disputas teológicas, la laxitud moral y sequedad espiritual. Dios escogió a Spener para hablar en medio de esta situación sombría.

Aunque su predicación bíblica transformó vidas, la principal contribución de Spener fue su pluma. El libro de Spener, Pia Desideria, estableció reformas que tocaron a todos los niveles de la sociedad. Innumerables libros fueron escritos sobre el mismo tema antes y después de Spener. Ninguno de ellos, sin embargo, se acercó a Pia Desideria en su concisión y claridad de pensamiento. Todas las ideas y todas las propuestas para una reforma de las condiciones existentes habían estado presentes una y otra vez ante él. Sin embargo, nadie sino sólo Spener fue capaz de juntarlas en la forma en que las encontramos en la Pia Desideria.

Antecedentes de los Tiempos

En los siglos XVI y XVII, la iglesia se había vuelto a los príncipes alemanes como sus protectores y estimados miembros. Las iglesias estatales eran administradas por gobernantes y todos los ciudadanos del país eran automáticamente miembros. Richard Balge afirma:

Una especie de Cesar- papismo había reemplazado a la jerarquía católica en Alemania después de la Reforma. A los príncipes alemanes, como “los principales miembros de la iglesia”, se les pidió tomar el lugar de los obispos católicos, como los administradores eclesiásticos principales (nota 2).

Si bien es difícil entender por qué la iglesia dependía tan fuertemente de los gobernantes políticos, podemos suponer que querían evitar el mismo destino de los Valdenses, Husitas, y Lolardos. Movimientos religiosos divergentes que en ese tiempo fueron exterminados sistemáticamente por ejércitos leales a la Iglesia Católica Romana. Frederick Herzog escribe:

El crecimiento del poder de los príncipes en los asuntos de la iglesia fue uno de los principales acontecimientos que llevaron a la aparición del pietismo, sin embargo el mismo pietismo estaba poco consciente del problema. La Reforma simplemente no había todavía entendido la relación entre las esferas políticas y religiosas. En la medida en que los príncipes dieron forma al resultado final de la Reforma, el interés por la espiritualidad disminuyó. Esto sentó las bases reales de los ataques posteriores del pietismo en contra de la corrupción de la iglesia (nota 3).

Gran parte de Alemania fue devastada por el conflicto entre católicos y protestantes llamado la Guerra de los Treinta Años (1618-1648). El hambre y las enfermedades disminuyeron significativamente la población de los estados alemanes y la mayoría de las potencias combatientes quebraron. Muchos de los que atravesaron por la Guerra de los Treinta Años se sintieron engañados y estaban desesperados por un cambio.

Y la iglesia no tenía las respuestas. Las disputas entre los teólogos no les parecieron a los laicos, y el cristianismo en sí fue desacreditado por la violencia de las guerras religiosas. Los ministros predicaban un legalismo teológico que nadie podía o quería entender. Los servicios de la iglesia eran formales y estériles. La embriaguez y la inmoralidad era común entre el clero. Existía una rígida distinción entre clérigos y laicos, que tendía a motivar a los laicos incluso menos. Otras diferencias de clase fueron evidentes dentro de las iglesias, como los asientos elevados y tapizados que estaban reservados para las clases altas, mientras que la gente común se sentaba en sillas duras de la iglesia.

Los alemanes eran luteranos simplemente porque vivían en territorio luterano. La religión era una cuestión de geografía. Con la llama de la iglesia ardiendo tenuemente, la gente se interesó en otras cosas.

Philipp Jakob Spener

Philipp Spener nació en 1635. Fue entrenado por una madrina devota quien desarrolló su hambre espiritual animándolo a leer libros devocionales como el de Johann Arndt True Christianity (El Verdadero Cristianismo), un libro que hacía hincapié en la santidad personal y en la devoción. Spener era un estudiante brillante, y a la edad de dieciséis años ingresó en la universidad donde estudió con conocidos eruditos luteranos. Spener fue cautivado por Lutero, y más tarde afirmó que ningún otro autor desde los tiempos bíblicos era tan ilustrado.

Spener, entonces estudió teología en Estrasburgo, donde los profesores de la época (y especialmente Sebastián Schmidt) eran más inclinados hacia el cristianismo “práctico” que a la disputa teológica. Él después pasó un año en Ginebra y fue influenciado por la estricta vida moral y la disciplina eclesiástica prevalente allí, y también por la predicación y la piedad del profesor Valdense, Antoine Leger, y el predicador jesuita convertido, Jean de Labadie. Después de graduarse, Spener tomó los habituales dos años de viajes.

En 1666, fue llamado al pastorado en Frankfurt. Inmediatamente comenzó a exponer sus ideas espirituales, que se mantuvieron relativamente sin cambios durante los próximos veinticinco años. Él comenzó a celebrar reuniones religiosas en su casa, a las que él llamó collegia pietatis (Escuelas de la piedad o santidad). En estos grupos de hogar, él repetiría sus sermones, exponía pasajes del Nuevo Testamento, y animaba a los presentes a hacer preguntas y a aplicar las Escrituras (nota 6).

Spener dirigió el primer grupo en 1670 y luego hizo reglas y regulaciones para los nuevos grupos. Él animó a otros a abrir sus propios hogares para practicar el sacerdocio de todos los creyentes, para que todos se involucraran. Los pastores o profesores servían como facilitadores calificados de estos grupos. A pesar que el movimiento de Spener fue finalmente suprimido en su ciudad natal de Frankfurt, sobrevivió para influir a los moravos y metodistas, quienes a su vez fueron la chispa que inició el Gran Despertar

del siglo XVIII (nota 7).

Pia Desideria

En 1675, Spener publicó su Pia Desideria (Deseos piadosos). El título Pia o Pious inició el término pietistas. Este fue originalmente un término despectivo dado a los partidarios del movimiento, por sus enemigos como una forma de burla. Influenciado por escritores pietistas anteriores en Inglaterra y Alemania, Spener aprovechó la invitación de un editor de Frankfurt para escribir un prólogo para una nueva edición de Johann Arndt True Christianity (El verdadero cristianismo, 1605) (nota 8). Arndt ya había llegado a la conclusión que el verdadero cristianismo comprendía pensar y vivir rectamente, y la unión espiritual del alma con Dios. Arndt ya había influido mucho en Spener y Pia Desideria amplificó los temas de True Christianity (El verdadero cristianismo).

Como era su costumbre, Spener discutió su prólogo con sus colegas ministros antes de enviar su manuscrito en 1675. Dedicó su prólogo a todos los funcionarios y pastores, y se ganó la aclamación inmediata, tanto es así que en seis meses posteriores publicó el prólogo por separado con su propio título, Pia Desideria. En el libro, identificaba las condiciones espirituales que observaba, con un plan de seis puntos para la renovación de la iglesia. Él tocaba el tema de la “mundanalidad escandalosa” de las iglesias y su esperanza de renovación basada en el cristianismo del primer siglo. Como resultado del libro y del propio ejemplo de Spener, el movimiento llamado pietismo floreció. Donald Bloesch describe el pietismo de esta manera, “Entre las características más destacadas de pietismo está el énfasis en la religión del corazón. . . En el movimiento pietista hay un énfasis existencial, un llamado al involucramiento personal en la verdad de la fe” (nota 9).

En Pia Desideria, Spener expuso pecados que había entre las autoridades, el clero y los laicos. Él advierte al clero a dejar de tratar de ganar debates y les exhorta a tener un corazón de niño que promueva el reino de Dios. Su principal crítica al clero es que han reemplazado la predicación sencilla y clara del evangelio con un interés morboso en la controversia rebuscada. Él creía que la educación parcial e impráctica del clero les había conducido a la predicación teórica que fortaleció una concepción falsa e ilusoria de lo que constituye la verdadera fe. Spener luego llega al corazón de Pia Desideria, ofreciendo seis principales propuestas de reforma de la Iglesia:

Primera propuesta: El estudio serio y profundo de la Biblia en las reuniones privadas, ecclesiolae in ecclesia (pequeñas iglesias dentro de la iglesia).

Spener propuso que la iglesia renovara el énfasis de Lutero en el sacerdocio de todos los creyentes a través de la collegia pietatis. Estas eran pequeñas reuniones interactivas de cristianos laicos que estudiaban la biblia, se animaban los unos a los otros, y oraban juntos. Él escribe:

Fuera incluso útil si otra vez trajéramos de vuelta la forma apostólica antigua de reunir a la iglesia. . . En vez que sólo uno se levantara a predicar, lo cual se puede hacer en otros momentos, otros que han sido bendecidos con talentos y entendimiento también contribuirían. Ellos podrían presentar sus pensamientos piadosos los cuales podrían ser instructivos para el resto.

Él citó 1 Corintios 14, como el formato y animó a los creyentes a abrir sus casas.

Spener argumentó que los grupos pequeños eran necesarios porque la gente no estaba aprendiendo la biblia a través de las reuniones habituales de los domingos. Él escribió:

La congregación no escucha en lo absoluto el resto, o sólo escuchan unas cuantas palabras o directrices que se mencionan en el sermón sin poder comprender todo su significado a pesar de que hay algo importante en ellos. . . Las personas tienen poca oportunidad de captar el significado de las Escritura de ninguna otra manera sino a través de los textos que les son interpretados. Que ellos incluso tienen menos oportunidad de utilizar las Escrituras por sí mismos como se requeriría para su edificación.

Segunda propuesta: Dado que el sacerdocio cristiano era universal, los laicos debían compartir el gobierno espiritual de la iglesia. Spener lo consideró necesario porque,

. . . una de las razones principales por qué el ministro no puede lograrlo todo y llevar a cabo lo que debería ser fácil, es porque él es demasiado débil sin la ayuda del sacerdocio universal de todos los creyentes. Un hombre no es suficiente entre tantos, ya que a sólo uno se le suele confiar la realización de todo lo necesario para la edificación de las personas bajo su cuidado.

Tercera propuesta: Un conocimiento del cristianismo debe tener de acompañamiento la práctica como su signo indispensable y complemento. Spener habló acerca de la insuficiencia de conocimiento por sí solo. Él dijo, “no es en absoluto suficiente tener conocimiento de la fe cristiana, pues el cristianismo consiste más bien en la práctica” (nota 10). Luego continúa citando al apóstol Juan quien constantemente se refirió a la práctica como la caracterización de los verdaderos discípulos de Jesús (Juan 13: 34-35; 15:12; 1 Juan 3:10, 18, 4: 7-8, 11-13, 21).

Cuarta propuesta: En lugar de ataques meramente didácticos, y a menudo amargos sobre los incrédulos, él llama a sus lectores a tener una actitud de amor hacia los incrédulos. Spener creía que los cristianos debían ganar a la persona, y no sólo el argumento. El cristiano “. . . no debe propinar ninguna ofensa, ya sean insultos, o un desamorado interés o deseo de ganar al disputador” (nota 11). Spener pensaba que los creyentes debían darse cuenta de las limitaciones en las disputas y que debían aceptar a aquellos que tenían otras confesiones.

Quinta propuesta: Una reorganización de la formación teológica de las universidades, dando mayor importancia a la vida devocional. Spener argumentó que los seminarios debían elegir sólo estudiantes moralmente calificados. Se debía hacer un esfuerzo por averiguar lo que eran sus vidas antes de ser admitidos. Una vez allí, los profesores debían supervisar las vidas de los estudiantes, insistiendo en la piedad, además de la erudición. Debían terminar la fiesta, las bromas, y los “disturbios”, e incluso debían entregar certificados del seminario que indicaran que el graduado estaba calificado para ministrar debido a su vida piadosa.

Sexta propuesta: Un estilo diferente de predicación, es decir, en lugar de agradar con la retórica, implantar el cristianismo dentro de la nueva persona, cuyo centro es la fe y los frutos del Espíritu. Spener propuso que el clero existente debía predicar sermones que fomentaran la fe y los frutos en los oyentes. Los sermones debían ser prácticos, centrándose en el cambio interior, así como el exterior. Ningún sermón debía estar desprovisto de aplicación.

Las propuestas de Spener produjeron una respuesta inmediata en toda Alemania. Mientras que un gran número de pastores adoptó las propuestas de Spener, otros se sintieron profundamente ofendidos por ellas.

Grupos Pequeños en el Pietismo

Muchos piensan del pietismo como un movimiento que ayudó a los individuos a practicar las disciplinas espirituales personales. Debemos recordar, sin embargo, que Spener escribió originalmente Pia Desideria para reformar la iglesia y para ayudarla a seguir hacia adelante. Incluso el subtítulo refleja esta preocupación: Deseo de corazón una Reforma agradable a Dios de la Verdadera Iglesia Evangélica. De acuerdo, Spener propuso que cada creyente debía estudiar las Escrituras de una manera personal, pero también animó a la gente a unirse a pequeños grupos patrocinados por la iglesia para crecer en su fe. Escribió en Pia Desideria:

Para una tercera cosa, tal vez no sería aconsejable (y lo menciono para tener posteriormente una reflexión más madura) reintroducir los tipos de reuniones de iglesia, antiguas y apostólicas. . . . Cualquiera que no esté satisfecho con su comprensión de algún asunto debería permitírsele expresar sus dudas y buscar una explicación más detallada. Por otro lado, a aquellos (incluidos los ministros) que han hecho más progresos, debería permitírseles la libertad de expresar cómo entienden cada pasaje (nota 12).

Spener consideró que esta era la mejor manera para que las personas experimentaran crecimiento y madurez espiritual. Spener temía que las personas que sólo escuchaban la Palabra de Dios pronto la olvidarán, sin aplicarla y sin ser transformados por ella. Se dio cuenta que sin la aplicación inmediata, la enseñanza bíblica podría fácilmente perderse en el ajetreo de la vida (nota 13). Donald F. Durnbaugh escribe sobre una de las diferencias clave en el pietismo,

La congregación fue entendida no tanto como un vehículo para la administración de la gracia y el depósito de la fe, sino más bien como una asociación de los regenerados que se reunían para fortalecerse mutuamente en el camino cristiano. Por esta razón, un sello distintivo de pietismo llegó a ser los conventículos, pequeños grupos de cristianos fervorosos que se reunían en privado para la edificación y el estímulo mutuo, la llamado ecclesiola in ecclesia (la pequeña iglesia dentro de la iglesia). Dada esta comprensión eclesiástica, no es sorprendente que los movimientos separatistas surgieran y con el tiempo desecharan su lealtad a la iglesia-estado (nota 14).

Si toda la iglesia debía de renovarse, necesitaba comenzar con cristianos serios en cada congregación. Spener, sin embargo, nunca tuvo como intención que las pequeñas iglesias dentro de la iglesia reemplazaran la iglesia institucional.

Liderazgo

Spener sintió que era importante para un líder capacitado estar presente en las reuniones de hogar con el fin de evitar la falsa doctrina. Esta persona normalmente era un pastor o un profesor que estaba dispuesto a asumir la responsabilidad del grupo (nota 15). Sin embargo, el líder no debía dominar la discusión. Más bien, él debía suscitar la participación entre los que estaban presentes. Spener escribe:

El profesor, como líder, debe reforzar las buenas observaciones. Si él ve, sin embargo, que los estudiantes están saliéndose del fin vislumbrado, él debe proceder de manera clara y amigable para ponerlos justo en la base del texto y mostrarles qué oportunidad tienen de poner tal o cual regla de conducta en práctica (nota 16).

Su principal objetivo era que cada miembro del grupo participara, expresara pensamientos, planteara dudas, pero que sobre todo, creciera en madurez y santidad. No quería que una persona dominara la reunión, mientras todos los demás se convertían una vez más en oyentes de un sermón.

Manteniendo el Balance

Spener fue muy cuidadoso en incluir su énfasis en el grupo pequeño dentro de la eclesiología Luterana y evitar así la exclusividad del anabaptismo. Como Lutero, formó parte de la iglesia-estado y su objetivo era hacer que la iglesia-estado fuera más santa y parecida a Cristo a través de los grupos pequeños. Se suponía que los grupos debían complementar el servicio de adoración del día domingo por la mañana— no reemplazarlo. No permitió que las personas llamaran a los grupos “la verdadera iglesia”, porque él quería evitar el conflicto doctrinal (nota 17). Spener tampoco permitió la celebración de los sacramentos en las reuniones de los grupos pequeños. La comunión o Santa Cena, estaba reservada sólo para toda la congregación (nota 18). El domingo por la mañana, solía exhortar a la congregación a participar en los grupos pequeños y a cumplir con sus deberes cristianos. En lugar de jugar a las cartas, los exhortó a revisar el sermón del domingo en un grupo pequeño (nota 19).

Reuniones y Materiales

Inicialmente, las reuniones se llevaban a cabo en la casa de Spener todos los miércoles y domingos. Los grupos se reunían por una hora. Se invitaba a reunirse a hombres y a mujeres. En la primera reunión en el hogar de Spener, se utilizó el libro Practice of Piety “La Práctica de la Piedad” de Lewis Bayly como base para la discusión (nota 20). Sin embargo, en reuniones posteriores, la Biblia se convirtió en la referencia regular y base para los siguientes debates, y el texto del sermón se convirtió en el tema de las lecciones. Spener se interesaba principalmente por la aplicación bíblica en las reuniones, en lugar del conocimiento de la Biblia (nota 21). Además de la aplicación de las Escrituras, la oración y cantar himnos, eran elementos importantes de las reuniones.

A pesar que Spener en repetidas ocasiones subrayó que la reunión en la casa no era un sustituto de la vida personal devocional. Él sólo quería que la gente que ya había pasado tiempo en el estudio privado de la Biblia y la oración, se reuniera. A lo largo de su Pia Desideria, el tema de los devocionales privados y la santidad personal aparece una y otra vez.

Trayendo de Vuelta al Sacerdocio

Lutero habló sobre el sacerdocio de todos los creyentes, pero en realidad nunca lo practicó. Spener quería cambiar esto. A lo largo de Pia Desidiera, Spener cita a Lutero, a sabiendas que Lutero era muy estimado:

Nuestro frecuentemente mencionado Dr. Luther sugeriría otro medio, el cual es totalmente compatible con el primero. Esta segunda propuesta es la creación y el ejercicio diligente del sacerdocio espiritual. Nadie puede leer los escritos de Lutero con cierto cuidado sin observar cómo fervientemente el hombre santo abogaba por este sacerdocio espiritual, según el cual no sólo los ministros, sino todos los cristianos son hechos sacerdotes por su Salvador, están ungidos por el Espíritu Santo, y están dedicados a realizar actos espirituales del sacerdocio (nota 22).

Spener siempre habló muy bien de Martín Lutero, sabiendo que sus oyentes estaban plenamente comprometidos con la enseñanza luterana. El propio Spener respetaba mucho a Martín Lutero, aunque también se dio cuenta que muchas de las enseñanzas de Lutero (incluyendo el sacerdocio de todos los creyentes) no se estaba practicando. Por otro lado, Spener criticó abiertamente a la Iglesia Católica, destacando tanto su estructura jerárquica y cómo el laico promedio no era capaz de practicar verdaderamente el sacerdocio de todos los creyentes. Él escribe:

Ciertamente, fue por un truco especial del maldito diablo que las cosas sucedieron a tal extremo en el papado, que todas estas funciones espirituales fueron asignadas exclusivamente al clero (a quienes sólo el nombre “espiritual”, que es en realidad común a todos los cristianos, le fue adjudicado con arrogancia) y el resto de los cristianos fueron excluidos de ellos, como si no fuera adecuado para los laicos estudiar la Palabra del Señor con diligencia, y mucho menos instruir, amonestar, castigar, y confortar a sus vecinos, o hacer en privado lo que pertenece al ministerio público, ya que se suponía que todas estas cosas pertenecían sólo a las prácticas del ministro. . . Este monopolio presuntuoso del clero, junto con la prohibición antes mencionada de la lectura de la Biblia, es uno de los principales medios por los cuales la Roma papal estableció su poder sobre los cristianos pobres y aún lo conserva dondequiera que tiene oportunidad. El papado no podía haber sufrido un mayor daño que el que Lutero señalara que todos los cristianos han sido llamados a ejercer funciones espirituales (aunque no sean llamados al ejercicio público de ellos, lo que requiere nombramiento por parte de una congregación con igualdad de derechos) y que no sólo están permitidos, sino más bien, si desean ser cristianos, están obligados a llevarlos a cabo (nota 23).

El sacerdocio de los laicos no se practicaba activamente, así que tuvo que ayudar a los oyentes a entender que un pastor o sacerdote es incapaz de hacer todo lo necesario para la edificación de tantas personas, que por lo general son confiadas a su cuidado pastoral (nota 24).

Un Regreso al Pasado

Spener se refiere a menudo al cristianismo primitivo como un modelo para la reforma de la Iglesia. Él ensalza las primeras iglesias en las casas, el sacerdocio de todos los creyentes, y la vida espiritual en la iglesia del Nuevo Testamento. Él escribe: “Es el mismo Espíritu Santo que nos ha otorgado Dios que una vez afectó todas las cosas en los primeros cristianos, y él no es ni menos capaz, ni menos activo en la actualidad para llevar a cabo la obra de santificación en nosotros” (nota 25).

Spener creía que Dios podía hacer las mismas cosas en sus días como las que hizo después de Pentecostés, a pesar de darse cuenta, que sería diferente en su propia época. Robert Moylan resume el objetivo del pietismo de esta manera:

Era la intención del pietismo clásico recapturar, en la medida de lo posible, la esencia y el poder de la “iglesia primitiva”—la iglesia de los siglos I y II… Los Pietistas parecen haber llegado a la conclusión que lo mejor se podría lograr a través de lo que ha sido reconocido como el tema del movimiento de renovación pietista: “Cambiar la iglesia mediante el cambio del individuo” (nota 26).

Conociendo la resistencia hacia el anabaptismo y cualquier tipo de separatismo, Spener se mantuvo insistiendo que las reuniones de grupos pequeños fueron una respuesta a los miembros de su congregación, quienes se mantuvieron bajo su propia supervisión pastoral (nota 27).

Críticas a las Reformas de Spener

La Pia Desideria fue bien recibida en la Alemania luterana, habiéndose escrito cartas en defensa de este libro. Pero Spener fue severamente criticado por su idea de collegia pietatis, o grupos pequeños. Parte de la oposición se levantó en Frankfurt porque algunos de los que asistieron a las reuniones de grupos pequeños no asistieron a los servicios del culto público y no participaron de la Cena del Señor . Balthasar Mentzer, un superintendente de Darmstadt, pensó que estos grupos pequeños eran anti-bíblicos y llenos de espíritus errantes. Fue la influencia de Mentzer como superintendente, que causó el primer decreto que se publicara en contra de los pietistas. Sin embargo, nunca hubo una acusación contra Spener, sólo contra sus seguidores (nota 29).

Algunos consideraron que los pietistas no estaban lo suficientemente preocupados por la integridad, la moralidad y la virtud, pero sí estaban demasiado preocupados por su relación con Dios (nota 30). Otros consideraron que los pietistas eran demasiado emocionales (nota 31). Las autoridades dentro de la iglesia aprobada por el estado comenzaron a sospechar de la doctrina pietista, la cual vieron como un peligro social. No les gustaba el fervor evangélico que perturba la tranquilidad pública y oscurecía los imperativos de la moralidad.

La oposición constante hacia el pietismo obstaculizó las reformas de Spener. En Frankfurt, un sospechoso ayuntamiento ordenó a las reuniones de grupos pequeños ser clausuradas. Las críticas eventualmente afectaron a Spener y para 1703 (treinta y tres años después del comienzo de los grupos pequeños) Spener se había vuelto cínico y cauteloso acerca de las reformas de los grupos pequeños. Las críticas finalmente obligaron a Spener a salir de Sajonia en la década de 1690, y se fue a Brandenburgo, donde ayudó a comenzar la Universidad de Halle. A pesar de todas las luchas, el movimiento de Spener se convirtió en el precursor de los moravos, metodistas, y finalmente del movimiento de la iglesia celular de hoy en día.

La Propagación del Pietismo

Spener murió en 1705, pero el movimiento continuó dirigido por uno de los discípulos de Spener, August Hermann Francke (1663-1727). Gracias a la influencia de Spener, Francke fue capaz de obtener un puesto de profesor en la Universidad de Halle, que más tarde se convirtió en un centro principal del pietismo. Latourette dice acerca de Francke, “Él era la figura dominante en la facultad de teología y en la formación de jóvenes para el ministerio. Un pastor fiel en su propia parroquia, trajo a su aula no sólo teoría, sino también la experiencia práctica” (nota 33).

Francke fue un profesor brillante, pero también estaba muy interesado en vivir una vida santa. Estableció orfanatos, promovió misiones en el extranjero, y las buenas obras cristianas. Francke subrayó en repetidas ocasiones la importancia de tener, cada uno, las Escrituras en el corazón, no sólo en la cabeza. Según Francke, era necesario tener pequeñas reuniones de grupo, junto con el servicio regular de la iglesia. Muchas iglesias luteranas empezaron a practicar sus principios. Sin embargo, la oposición aumentó a tal punto que Francke se vio obligado a dimitir de su puesto de profesor (nota 34). No obstante, desde Halle fueron enviados misioneros que promovieron el pietismo en todo el mundo.

Entre los mayores logros del pietismo se encuentran el renacimiento de la Iglesia Morava en 1727 por el conde von Zinzendorf, el ahijado de Spener y un alumno de la Escuela de Halle para jóvenes nobles. Zinzendorf fue fuertemente influenciado por el pietismo, mientras estaba en Halle. Zinzendorf a su vez influyó en John Wesley. Como declara Sohn, “hablando misionológicamente, el [pietismo] formó parte de la plataforma de lanzamiento de la Misión Mundial Protestante” (nota 35).

Lecciones Aprendidas

  • Los primeros años de Spener lo prepararon para el ministerio posterior. Sus lecturas de Arndt y de otros autores de similar pensamiento prepararon a Spener para ser una influencia en la historia.
  • Spener empleó tanto la escritura como la práctica para sacudir al clero tradicional y comenzar un movimiento.
  • Los grupos pequeños de Spener hicieron énfasis en la participación, las disciplinas espirituales, la comunidad, y la aplicación del sermón dominical. Los grupos pequeños nunca fueron un substituto para los devocionales personales y el estudio bíblico privado. Aunque los líderes nombrados (quizá, líderes sobre calificados) fueron instruidos para no dominar la discusión sino para permitirles a los miembros del grupo a participar libremente.
  • Es evidente al observar el Pietismo, que los cambios toman tiempo y son a menudos resistidos. Incluso después de treinta años de implementar el cambio, muchos en Alemania se resistieron, y finalmente Spener dejó el pastorado en Frankfurt.
  • Spener desarrolló discípulos que trasladaron su filosofía a las siguientes generaciones—específicamente a través de la enseñanza de estas reformas en la universidad, las cuales dieron a los alumnos nuevas ideas y las herramientas necesarias para ponerlas en práctica. La vida de Spener nos enseña que lo que hagamos hoy tal vez no afecte a nuestra propia generación tanto como a las futuras

Notas

  1. Así como lo cita Aeron Morgan, The Hope of a Better Church (La Esperanza por una mejor Iglesia)(Wellington, Nueva Zealanda: ministerios CWM, 2001), p. 1. Accesado en http://www.christian-witness.org/archives/van2000/offcross5.html on Monday, April 7, 2014.
  2. Richard D. Balge, “Enseñanza pietista sobre la Iglesia y el Ministerio Evidenciada en su Práctica Pastoral”, Ensayo por el Maestro Emérito Seminario Luterano de Wisconsin, citado por James W. Ptak, Spener’s Proposals to Correct Conditions in the Church as the Basis for the Evangelical Covenant Church’s Affirmations (Las Propuestas de Espener de Corregir las Condiciones en la Iglesia como la Base para la Afirmaciones de la Iglesia Evangélica del Pacto), Tesis para el grado de Master en Artes y Religión (Charlotte, Carolina del Sur: Reformed Theological Seminary (Seminario Teológico Reformado, 2008), p. 25.
  3. Frederick Herzog, European Pietism Reviewed(Comentario del Pietismo Europeo) (San Jose, CA: Publicaciones Pickwick, 2003), p. 4.
  4. Latham, p. 58.
  5. Latourette, p. 895.
  6. Latourette, p. 895.
  7. Molenaar, p. 34.
  8. Spener también fue profundamente afectado por los puntos de vista religiosos de la Condesa Agathe. Su cristianismo se ha caracterizado por “huir del mundo quietista, incluso místico”. Spener también incluye como influencia clave a su pastor párroco Stoll, quien era un luterano estricto con inclinaciones prácticas. Hubieron otros autores devocionales que influenciaron a Spener: Emmanuel Sothom y su Golden Crown-Jewels of the Children of God(Joyas de Coronas de Oro de los Hijos de Dios)en el que se escribe que “aquellos que son cristianos de nombre pueden llegar a ser de obras y en verdad”; y también el libro de Lewis Bailey The Practice of Piety (La práctica de la Piedad).
  9. Donald G. Bloesch, The Evangelical Renaissance (El Renacimiento Evangélico) (Grand Rapids, MI: Eerdmans Compañía Editorial, 1973), p. 106.
  10. Philip Jacob Spener (1964-01-01). Pia Desideria (p. 95). Editorial Fortress. Edición Kindle.
  11. Ibid., p. 100.
  12. Spener, pp. 89-90.
  13. Ibid., p. 90.
  14. Citado en el libro de Hans Schneider, German Radical Pietism(Pietismo Radical Alemán) (Lanham, Maryland: Editorial Scarecrow , 2007), p. vii.
  15. Latham, p. 67.
  16. Spener, p. 113.
  17. Doyle L. Young, New Life For Your Church (Nueva Vida para la Iglesia) (Grand Rapids, MI: Casa del Libro Baker, 1989), p. 109.
  18. Young, p. 108.
  19. Spener, p. 13.
  20. Latham, p. 62.
  21. Spener, p. 113.
  22. Ibid., pp. 92-93.
  23. Spener, pp. 93-94.
  24. Ibid., pp. 94-95.
  25. Spener, p. 85.
  26. Moylan, p. 156.
  27. Frederick Herzog, European Pietism Reviewed (Comentario del Pietismo Europeo) (San Jose, CA: Publicaciones Pickwick, 2003), p. 25.
  28. Latourette, p. 895.
  29. James W. Ptak, “Spener’s Proposals to Correct Conditions in the Church as the Basis for the Evangelical Covenant Church’s Affirmations,” Thesis for the Master of Arts in Religion (Las Propuestas de Espener de Corregir las Condiciones en la Iglesia como la Base para la Afirmaciones de la Iglesia Evangélica del Pacto), Tesis para el grado de Master en Artes y Religión (Charlotte, Carolina del Sur: Reformed Theological Seminary (Seminario Teológico Reformado, 2008), p. 25.
  30. Harry Yeide, Jr., Studies in Classical Pietism (Estudios sobre el Pietismo Clásico) (Nueva York: Editorial Peter Lang, 1997), pp. 4-5.
  31. Peter C. Erb, editor, Pietists: Selected Writings (Pietistas: Escritos Seleccionados) (New York: Imprenta Paulist, 1983), p. 8.
  32. Young, p. 109.
  33. Latourette, p. 896.
  34. Ibid., p. 896.
  35. Damien Sangwoong Sohn, A Missio-Historical Análisis of German Lutheran Pietism in the Seventeenth Century (Un Análisis Misión-Histórico del Pietismo Luterano Alemán en el Siglo XVII M.A. tesis (Pasadena, CA: Seminario Teológico Fuller, 1990), p. 50.