Concentración en la Iglesia Celular

Liderazgo Pastoral

Por Joel Comiskey

traducido por Ricardo de Carli

CMA Cell Net, 1999

Líderes de Iglesia

Concentración en la Iglesia Celular

Durante un reciente seminario sobre iglesia celular en Guadalajara, México, un pastor de Victory Outreach anunció a los participantes del seminario: “he tratado de comenzar con grupos pequeños en mi iglesia tres veces y fracasé en cada intento. Ahora comprendo que es lo que hice mal, no estaba concentrándome en mi sistema de grupos pequeños”.

Cuando Ud. examina las iglesias que fracasaron con grupos pequeños, los principales problemas no tienen nada que ver con el grupo celular en sí mismo. Más bien, los problemas radican en el sistema que yace detrás del grupo celular. Este es el porque algunas iglesias celulares son exitosas mientras que otras se debilitan.

Tengo la creciente convicción de que si Ud. desea el éxito para sus grupos celulares, debe aprender a concentrarse en el sistema celular detrás de esos grupos celulares. La palabra clave es concentración.

Nosotros los norteamericanos amamos la variedad. Amamos el dar a nuestra gente tantas opciones como sea posible. ¿Porqué concentrarse en el ministerio celular? …casi suena como ofensivo.

Permítanme responder esta pregunta, incluyendo primero un capítulo titulado “Yo hago una cosa” de mi próximo libro “Recoge la cosecha: haciendo funcionar los grupos pequeños en su iglesia” (Touch Publications, Marzo 1999, Tapadura, 240 pp). Concluiré este artículo con algunos comentarios adicionales:

Recién salido de la escuela Bíblica en 1982, llegué a ser pastor interno de jóvenes en la Iglesia de la Alianza en Long Beach (California). Yo asistía a cada encuentro, estaba como voluntario en muchas actividades y esperaba impresionar a todos con mi disposición a servir.

Durante una reunión del Directorio, dije (como por habito) “tendré agrado en asumir ese nuevo ministerio”. Yo pensé “estoy seguro que en esta oportunidad ellos decidirán aprovecharme”. Luego de las primeras respuestas positivas, un miembro del directorio muy respetado, Faith Rouse, me arrojó una indirecta: “Joel, apreciamos tu disposición para colaborar en tantas áreas, pero recuerda que no debes involucrarte en un nuevo ministerio a menos que estés dispuesto a abandonar alguna de tus responsabilidades corrientes”. Al asentir con la cabeza pudo haber parecido que yo había comprendido, pero en mi interior luchaba para captar el significado de su comentario.

Mi buena amiga Faith Rouse, una trabajadora cristiana experimentada, entiende la naturaleza humana y a mí en particular. Mucha gente tiende a ofrecerse para nuevos servicios antes de considerar el costo de las responsabilidades corrientes. Ella observó que yo era propenso a dividir mi tiempo y mis talentos en un sinnúmero de actividades dispersas, y entendió mi necesidad de enfocarme en “esa sola cosa”. Ayudándome a realizar unas pocas cosas –solo unas pocas – bien, ella me estaba empujando al éxito.

Concentración en “esa sola cosa”

Ninguno puede hacer todas las cosas bien. Por lo tanto, un trabajo bien hecho requiere deliberada concentración. Esto también es verdad para las iglesias. En iglesias exitosas todas las cosas no son atendidas por toda la gente. Los analistas del crecimiento de las iglesias han anticipado esto durante mucho tiempo. Barna, en Iglesias Amistosas para sus Miembros , distingue a aquellas iglesias que crecen por su capacidad para priorizar y su habilidad para rechazar aquello que la desvía de su filosofía. Barna dice,

…hablando con pastores de iglesias en declinación, una amenaza común era su deseo de hacer algo para cada uno de sus miembros. Ellos habían caído en el estratégico agujero negro de crear un ministerio imponente en los papeles pero sin la capacidad de satisfacer los aspectos básicos. A pesar de sus valiosas intenciones, trataron de ser de tal ayuda para todos que terminaron siendo perjudiciales sin poder servir a nadie.

Recuerde que una frase recitada en todas las iglesias celulares exitosas es “el ministerio celular es la columna vertebral de nuestra iglesia”. La visión transmitida desde los líderes a los miembros es que uno debe pertenecer a un grupo celular para recibir cuidado pastoral, porque las células son la vida misma de la iglesia. Si su ministerio celular es un programa más, dentro de un sinfín de actividades de la iglesia, Ud está ligado al fracaso. Usted no será capaz de concentrarse en “esa sola cosa”. Demasiados intereses lo sobrecargarán de responsabilidad. No quiera iniciar el ministerio celular si postergará su atención para más adelante, porque pronto perderá su efectividad.

¿Funcionas en Dos o Windows?

Los usuarios de computadoras personales pueden recordar al sistema operativo DOS. El Windows 3.1 fue ciertamente una mejora, pero las PC necesitaban las versiones más modernas de DOS para correr programas de Windows; yo descubrí esto de la manera más dolorosa. Compré una computadora portátil cargada con DOS y tambien con Word Perfect para Windows, pero no compre el sistema operativo Windows. Pronto descubrí que Word Perfect para Windows no corre en un sistema operativo DOS sin el sistema operativo Windows.

Windows 3.1 y DOS eran 2 capas de sistemas operativos que no trabajarían el uno sin el otro. Esta tecnología de última generación era de cualquier modo pesada e inadecuada. Windows eliminó la necesidad del DOS debido a que este sistema operativo era completo.

Mi primer ministerio celular fue muy parecido a agregar Windows sobre DOS porque realzó los programas ya existentes en la iglesia pero no los reemplazó. A lo ancho del país dicté seminarios sobre como una iglesia podía agregar un ministerio de pequeños grupos a su estructura. Después de todo, nos ayudaba a pastorear mejor a la gente, daba a los líderes un lugar para servir, y proveía mejor seguimiento y evangelismo. Pero continuamos manteniendo un amplio arsenal de programas en la iglesia, resultando en una competencia por los recursos. El ministerio de grupos pequeños llegó a ser finalmente un programa más entre muchos.

En la Iglesia de la República (la iglesia hermana) determinamos plantar células en forma diferente; cavamos profundo para poner un fuerte cimiento celular. Cada cosa centrada en el ministerio celular. Depositamos el ministerio en las manos de un conjunto de personas en lugar de una sola. Protegimos el ministerio contra una miríada de programas, dándole así la posibilidad de crecer y prosperar. En este ambiente no competitivo, las células crecieron exponencialmente: quince meses después de transformarse en una iglesia celular, el número de grupos subió como un cohete al espacio, desde 21 a 117, sorprendentemente con un pequeño esfuerzo. ¿Está Ud. dando al ministerio celular en su iglesia la posibilidad de crecer? ¿Es el ministerio más importante de la iglesia?

El ministerio celular provee a una iglesia de una nueva plataforma operativa que sirve de base sólida para todas las actividades. Mediante el sistema celular una iglesia puede pastorear, evangelizar, hacer seguimiento de los nuevos convertidos, proveer ujieres, bautizar, entrenar, educar, levantar ministros de niños, etc. Es semejante a adoptar un nuevo sistema operativo, el cual es más completo y aún más simple que el anterior. El sistema celular hizo esto al igual que Windows 95 lo hizo por nuestras computadoras.

Una iglesia con células vs. una iglesia celular

¿Cual es la diferencia entre una iglesia celular y una iglesia con células? Una iglesia celular se organiza en si misma alrededor del ministerio celular. En una iglesia con células, las células son un ministerio entre muchos. Todos los otros ministerios funcionan como programas separados, con el supuesto de que están en armonía con los grupos pequeños. Típicamente, una persona encabeza el ministerio celular mientras que otros pastores atienden a sus ministerios. Una iglesia con células podría enfatizar la importancia del ministerio celular, pero no es el principal ministerio.

Las iglesias celulares tienen dos importantes ministerios: la célula y la celebración. El ministerio celular provee cuidado pastoral, evangelismo, consejería, seguimiento y otras actividades importantes. La estructura organizacional central está basada en el ministerio celular.

La importancia de decir “NO”

Aprender a decir “NO” es un fundamento importante en la iglesia celular. Un millón de programas bien intencionados golpearán insistentemente a la puerta de su iglesia, pero ahogarán a su ministerio celular. “NO” es una palabra bendita en la iglesia celular. Si usted no aprende a decir “no”, su sistema de iglesia celular deberá luchar por mantenerse a flote.

Las personas intentando ayudar, a menudo dirán: “Este programa fortalecerá nuestro ministerio celular formando mejores líderes de célula”. Esté atento a estos argumentos. En un sentido, todo programa en el mercado podría tener un beneficio a largo plazo para algunos líderes celulares. Pero en el mediano plazo, estos programas desviarán a los líderes de su foco primario y requerirá una sobrecarga de tiempo. Normalmente estos programas solo benefician a los líderes en forma indirecta.

No añada programas con la esperanza de que ellos puedan beneficiar el ministerio celular en el largo plazo. Bethany’s Billi Hornsby dice: hay muchas ideas buenas que queremos agregar a las células con la intención de que sean exitosas. Estos agregados son simplemente no necesarios. De hecho, estos programas finalmente se convertirán en una pesada carga para los grupos celulares, llegando a ser un factor de sobrecarga que matará un grupo celular tras otro junto con su liderazgo.

Lo cierto es que luego de que la filosofía de iglesia celular es implementada completamente, se pueden añadir otros ministerios; radio y televisión son un ejemplo. Estos no compiten con las células porque los integrantes del liderazgo comprenden donde se ubican estos ministerios. Muchas de las iglesias celulares sobresalientes en el mundo están en esta situación. Ellos y otros conocen exactamente donde están parados. Su iglesia celular puede alcanzar este punto algún día. Pero para llegar allí, usted debe aprender a decir “no”. La mayoría de las iglesias están acostumbradas a un estilo de ministerio con programas tradicionales, por eso decir “no” es especialmente vital en los estados tempranos de la implementación o en la transición.

Hasta que el ministerio de iglesia celular sea un estilo de vida, hay que ser extremadamente cuidadoso en agregar programas. Demorar por un tiempo la implementación de nuevos programas es una decisión sabia para muchas iglesias que están en la transición hacia un estilo de vida celular. Hay que decirle a la gente que Ud. necesita establecer la filosofía celular como un estilo de vida en la iglesia.

Compárelo con plantar un jardín nuevo. Usted da tiempo a las semillas para crecer, eliminando las malas hierbas que impiden el nuevo crecimiento y les provee de agua y luz solar. Cuando siembra la filosofía de la iglesia celular, debe proteger esta planta contra las malas hierbas de los programas de la iglesia y de las actividades competitivas que eventualmente la ahogarán.

No mirar hacia atrás

Una vez que los grupos celulares estan establecidos y en funcionamiento, el liderazgo tiende a dejarse arrastrar, retornando a los programas que los líderes tienen en su mente.

Después de todo, alguien dice, “este nuevo programa finalmente ayudará al ministerio celular”. Yo llamo a estas reacciones “reflejos programados”. Esté preparado para ellos. Puede ser que no aparezcan por años, pero emergerán.

Muy sutilmente, alguien en la iglesia decide implementar un nuevo programa evangelístico, una organización dependiente de la iglesia, un programa social, y la lista sigue. Más allá de que ninguna de estas propuestas son malas en sí mismas, se vuelven problemáticas cuando demandan atención y recursos del tema principal, el ministerio de la iglesia celular.

Por ejemplo, una iglesia en Chile adoptó Encuentro Matrimonial con gran efectividad y llegó a ser un modelo de programa para América Latina. Mi organización misionera decidió enviar varios pastores nacionales a Chile, asi ellos podían enseñar este modelo implementándolo en sus iglesias. La misión ofreció enviar nuestro pastor; yo lo objeté. No porque yo tenga algo contra el programa. De hecho, Dios nos transformó a mí y a mi esposa en un Encuentro de Matrimonios en 1989; lo hice por el simple principio de Concentración.

Nosotros como iglesia todavía no habíamos aprendido a hacer una cosa bien. Estábamos comenzando nuestra transición de iglesia celular y nuevamente enfrentamos el peligro de agregar una actividad, sin darnos cuenta su demanda sobre nuestro sistema celular. Los recursos se estiran solo por un tiempo, por lo cual debemos estar vigilantes y concentrados en una sola cosa. Hágase estas preguntas: ¿El nuevo programa o actividad beneficiará directamente al sistema celular o le drenará preciosos recursos? ¿Puede ser llevado a cabo dentro y a través de la filosofía celular? Si cada pregunta tiene como respuesta NO, entonces diga “NO”.

Integrando todas las cosas

La batalla sobre los navegadores de Internet es un tópico caliente. Algunos creen que la corporación Microsoft violó la ley por ligar su navegador Internet Explorer con su el sistema operativo Windows. El Departamento de Justicia de EE.UU sentenció que el Navegador de Internet era un programa distinto de Windows y por lo tanto necesitaba se vendido por separado. Por otro lado, Microsoft, enfáticamente declaró que los dos programas eran inseparables y por lo tanto debían ser integrados.

La ilustración es instructiva para la iglesia celular. La cuestión se presenta con otros programas, cuáles no son parte del sistema operativo celular y cuáles son inseparables. Esto, no siempre es fácil de determinar.

El movimiento masculino, llamado PromiseKeepers (cumplidores de promesas) es un buen ejemplo de esto. Dios obró en mi vida cuando asistí a un evento de PK de 3 días en 1997, y yo creo en este ministerio. Pero si usted en su iglesia está en la transición hacia el modelo celular y se pregunta si debe o no introducir PK, ¿Qué debe hacer?

Primero orar. Segundo, preguntar si PK puede ser integrado en la filosofía de la iglesia celular. Averiguar si es un programa separado, independiente, o si puede ser incorporado en el nuevo sistema operativo (la filosofía de iglesia celular). Si Ud. no puede integrarlo y se da cuenta que competirá por recursos escasos, cortésmente desista de introducirlo. Anime a aquellos hombres interesados en PK a asistir a otros grupos cercanos.

Por otra parte, quizás los grupos de hombres PK podrían fortalecer realmente la visión celular. Si usted descubre que estos grupos tienen todos los componentes celulares – conocimiento de Dios, comunión y alcance – podría instruir futuros líderes sobre la necesidad de multiplicar sus grupos. Para poder lograr esto usted debe dejar en claro que estos grupos son una parte integrada a la filosofía celular general , en contraste con grupos independientes.

En el primer escenario, el ministerio PK es una amenaza a su sistema celular todavía tierno; Ud. estaría en peligro de perder su foco. En el segundo escenario planteado, el programa PK calza como un guante.

Cualquier programa a incorporar en su iglesia debe ser examinado con estas preguntas: ¿encaja el programa con el sistema que esta funcionando en la iglesia? ¿Está integrado? ¿el programa iría de acuerdo con la filosofía celular? Bethany´s Homsby aconseja:” Toda vez que se proponga una idea en una reunión del equipo ministerial, o cuando un miembro de la iglesia tiene la iniciativa de comenzar cualquier ministerio, pregunte a ellos y a Ud. mismo: si… “la propuesta está suficientemente relacionada con los grupos celulares”, “requiere un liderazgo que funcione fuera del ministerio celular”, “compite por líderes con el ministerio de grupos celulares”.

Quién lidera el ministerio celular

Los pastores principales comúnmente promueven los grupos pero delegan luego el manejo del ministerio de grupos pequeños a una persona del equipo ministerial. Cuando yo comencé un ministerio celular bajo el pastor principal, mi área de responsabilidad fue el ministerio celular. Cada cosa relacionada con el ministerio celular caía bajo mi autoridad. Algunas veces las responsabilidades de otros pastores se entrecruzaban con las mías, pero no siempre.

Este enfoque asigna automáticamente al ministerio celular la condición de “un programa entre muchos”. Usted podría objetar esto y decir “nuestro ministerio celular es importante aunque tengamos un director”, yo no dudo eso. Cuando la persona a cargo del ministerio celular no es el pastor principal sino otra, se relega el ministerio celular a uno entre muchos. El involucramiento directo del pastor principal es una de las distinciones claves entre una iglesia con células y una iglesia celular. En la iglesia celular, el pastor principal es el ministro celular. Esa es su principal tarea.

En una iglesia con células el pastor principal a menudo delega el ministerio de grupos pequeños a alguna otra persona, tal como lo haría como algún otro ministerio.

No estoy diciendo que una iglesia que se encuentra en transición hacia el modelo celular deberá cambiar instantáneamente. Reestructurar rápidamente las tareas de cada uno podría causar problemas. Por supuesto que si su iglesia se encuentra en transición hacia el modelo celular, usted podría designar una persona indicada para trabajar con el pastor principal durante un tiempo. El pastor principal, sin embargo, finalmente debe tomar a cargo plenamente el ministerio celular; el no debe delegar su rol a ningún otro.

La incomodidad que me causó el comentario de Faith Rouse hace mucho que pasó, pero el consejo de mi amiga perdura. Como quisiera recordarlo más a menudo. Recientemente dije “si” a supervisar un ministerio porque yo pensé que debía hacerlo. Yo pensé “después de todo es demasiado tarde para volver atrás”; estoy obligado”. Durante semanas esa decisión oscureció mi enfoque, me causó pena y me costó un montón de trabajo extra. Un líder cristiano debe aprender a concentrarse en el ministerio celular. Lo bueno que golpea a su puerta es a menudo el enemigo de lo mejor que Dios tiene para Ud. La palabra “no” es una palabra bendecida. Aprenda a amarla y a usarla a menudo.

Permítanme concluir con cuatro breve comentarios:

  1. Los programas tienen vida por si mismos

    Muy a menudo los miembros superiores del equipo ministerial de una iglesia entienden como un programa en particular encaja en la filosofía de iglesia celular. Usted escuchará a los líderes decir “Nosotros podemos implementar este programa en nuestra iglesia y aún sigue siendo una iglesia celular”. Por cierto esos miembros del equipo podrían entender plenamente como el programa se adecuará. Pero los laicos, quienes podrían no estar tan comprometidos con la filosofía de la iglesia celular, comienzan a promocionar ese programa en particular. Esas personas sutilmente se convierten en promotores del programa y esperan que cada uno desarrolle el programa exactamente como sus creadores. Gradualmente y a menudo en forma imperceptible tenemos de nuevo en la iglesia estructuras competitivas y a sus laicos divididos en sus compromisos asumidos. No se queje más tarde cuando sus miembros le dicen “No podré multiplicar mi célula este año, estoy demasiado ocupado con otra actividades”.

  2. Sea escéptico respecto del comentario “este programa ayudará a nuestro ministerio celular”

    Este argumento podría ser repetido para cada programa que existe actualmente en el mercado. Cada cosa podría “potencialmente” ayudar a su ministerio celular. Pero en el proceso de implementarlo disminuirán sus escasos recursos humanos y fallará en hacer “esa sola cosa” bien.

  3. Proteja a sus miembros de manera que ellos puedan concentrarse en el ministerio celular.

    Si usted tiene la expectativa de que su gente multiplique los grupos celulares, supervise aquellos nuevos grupos, atienda sus actividades de iglesia, etc, usted no debe tambien esperar que ellos se involucren en una variedad de programas adicionales. No creo que haya un mal inherente a los programas en si mismos. Creo si que usted debe aprender a concentrarse de manera de poder maximizar su efectividad. Si usted ha decidido llegar a ser una iglesia celular, entonces concéntrese en eso.

  4. Aprender a decir NO

    Esto es muy difícil para los pastores y misioneros. Deseamos ser como una iglesia de la calle. Queremos que la gente tenga la impresión de que “estamos abiertos a cualquier cosa” de forma que nosotros quedamos enganchados en la última moda pasajera y finalmente desviamos nuestro foco de la iglesia celular.

CONCLUSIÓN

“He probado con pequeños grupos y simplemente no funcionan”. Tales comentarios son más que comunes. Si usted desea ser diferente y tener éxito en el ministerio de la iglesia celular, debe tomar una ruta diferente. Debe concentrarse en su sistema celular, debe aprender a decir NO. Usted debe priorizar las células y la celebración y proteger a los laicos de otros programas competitivos que disminuirán sus recursos escasos. En la medida que usted piense cuidadosamente en su estructura y se concentre en el ministerio celular, usted experimentará una abundante cosecha.