Liderazgo Pastoral

por Joel Comiskey

2011

Recuerdo a un hombre de negocios muy influyente en el Ecuador, que era apasionado en satisfacer las necesidades de los Ecuatorianos. Él era brillante, influyente, y celoso por ayudar a los pobres y necesitados del Ecuador. Presiono el equipo pastoral a organizar un ministerio de alcance social y luego nos empujó a hacer anuncios el domingo. Teníamos sólo dos años después de nuestra transición en la iglesia celular y tratando de decir “no” a nuevos programas. “Juan [no es el nombre real], necesita lo necesario para organizar los grupos de células y para satisfacer las necesidades sociales. Miembros de la célula no sólo conocen las necesidades de los asistentes a la célula, pero también conocen las necesidades de la comunidad. Ellos están en mejores condiciones para satisfacer necesidades físicas “. Pero Juan quería hacer anuncios en la iglesia y organizar un programa que él podía controlar. Le encantaba hacer anuncios, y luchó con tratar de integrar su visión en el ministerio celular en la iglesia. Me esforcé en tratar de integrar a Juan y su visión a través del tiempo en la Iglesia de la República.

Este mes en el JCG blog estamos hablando de dinero y la iglesia celular. La mayoría de las iglesias presupuestan algo de dinero para satisfacer las necesidades físicas de los miembros. Algunos formulan comités para dar a conocer los fondos de beneficencia para las personas necesitadas (tanto miembros como no miembros). Si un miembro de la iglesia o una persona de la calle tiene una necesidad física, él o ella puede ir a un comité especial para recibir ayudar.

Creo que las células son una forma mucho mejor para hacer esto. miembros de la célula se conocen entre sí. Los líderes de la célula son conscientes de lo que está pasando en las vidas de los miembros de la célula y la comunidad alrededor de ellos. La célula puede tener una ofrenda especial para satisfacer las necesidades de un miembro en particular o para llegar a alguien en la comunidad. También he conocido iglesias que se han distribuido los “fondos de beneficencia” a los grupos de células. Un pastor de la iglesia celular en Canadá dio $ 300.00 a cada grupo de células cada año para atender a personas necesitadas (ya sea dentro o fuera de la célula). Una de las células en esta iglesia en particular, derramó su tiempo y dinero en una familia pobre, no cristianos de la escuela, cuyo padre se estaba muriendo de cáncer. El padre acabó muriendo y pidió a la iglesia para hacer el funeral. Los padres del difunto padre (la madre de un ex devoto Ex-Testigos de Jehová) fueron tocados por lo que empezaron a asistir a la iglesia.