Ministros Juveniles

Liderazgo Pastoral

Extractos de Jóvenes en el Ministerio Celular

Por Joel Comiskey

Las células juveniles eficaces esperan que todos se conviertan en ministros. Ellos aceptan la exhortación del apóstol en el último libro de la Biblia: ” Al que nos ama y que por su sangre nos ha librado de nuestros pecados,al que ha hecho de nosotros un reino, sacerdotes al servicio de Dios su Padre, ¡a él sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos! Amén.”(Apocalipsis 1: 5-6)

Esta es una de las razones principales por las que Jesús escogió la atmósfera del grupo pequeño para impartir conocimiento a su propia célula juvenil. Cristo quería que la información se difundiera en las vidas de sus discípulos, por lo que mientras caminaba con ellos cada día durante tres años, no sólo les enseñó, sino que les pidió que interactuaran con otros y aplicaran sus enseñanzas. A veces, Jesús les permitía cometer errores para enseñarles lecciones importantes y ofrecer una aplicación práctica de sus enseñanzas (Mateo 14:22 y sig.).

Los jóvenes escuchan muchos sermones, pero esos mensajes son a menudo difíciles de aplicar hasta que se discuten. Los grupos pequeños permiten la discusión sobre cómo la verdad puede ser implementada en la vida de los estudiantes. Por ejemplo, si la enseñanza de la iglesia es sobre testificar de Cristo, un estudiante de un grupo pequeño puede hablar sobre las maneras particulares de cómo compartir de Jesús con sus compañeros de clase. La enseñanza se mueve de una plataforma impersonal de presentación hacia el grupo pequeño hasta llegar al estilo de vida del estudiante.

Muchos jóvenes no son desafiados. Están atrapados en el círculo vicioso de las bajas expectativas. No se les pide que hagan las cosas difíciles. Nadie espera mucho de ellos, e incluso ellos esperan menos de sí mismos. Las células están en una posición única para desafiar a los jóvenes a crecer en su fe, desarrollar relaciones, discipular a otros jóvenes y alcanzar un mundo perdido para Jesús.

Alex y Brett Harris escribieron una exitosa serie de blogs llamada The Myth of Adolescence (El Mito de la Adolescencia) que eventualmente se convirtió en un libro bestseller titulado Do Hard Things: A Teenage Rebellion Against Low Expectations (Haz Cosas Difíciles: Una rebelión Adolescente Contra las Bajas Expectativas). Ellos señalan que los adolescentes desean un significado más profundo y deben ser desafiados a cumplir sus sueños.

El Espíritu Santo es capaz de hacer cosas asombrosas a través de jóvenes que confían en él y están dispuestos a sobresalir. Un pastor de una iglesia celular en África, refiriéndose a los líderes estudiantiles, dijo: “Si bien ellos pueden ser jóvenes, el Espíritu Santo en ellos no es un niño”. El mismo Espíritu Santo funciona igual de poderosamente en los jóvenes como en los adultos.

Thayana, uno de los pastores de la juventud a cargo de los grupos celulares en una iglesia Cuadrangular en Belem, Brasil, está ayudando a romper el molde del ministerio juvenil tradicional y está mostrando a otros que la juventud puede lograr mucho. Thayana lideró su primer grupo pequeño en la iglesia Cuadrangular en Belem cuando ella tenía catorce años. Hablaba emocionada de Jesús en su escuela— invitando a sus amigos a su grupo celular. Su grupo condujo a tantas personas a Jesús y al bautismo en agua que en un año se había multiplicado en dos grupos y luego dos más el año siguiente. Para cuando tenía dieciséis años, ya tenía cinco grupos pequeños bajo su cuidado. Cuando Thayana tenía diecinueve años, se convirtió en una de las pastoras de la red. Ahora hay más de 200 grupos pequeños que surgieron a partir del que ella comenzó. Ella supervisa personalmente una red de ochenta y tres células.

Thayana es excepcional en su liderazgo y habilidades de supervisión. Ella también está en una iglesia que permite a los jóvenes prosperar. Todos los cristianos son animados a participar activamente en el ministerio celular. De hecho, el ministerio celular juvenil se opone a la idea de que sólo el pastor de jóvenes haga todo el trabajo mientras el resto de los jóvenes se sientan y escuchan­— y quizás participen en unos pocos programas

[i] Alex y Brett Harris, Do Hard Things: A Teenage Rebellion Against Low Expectations (Haz Cosas Difíciles: Una Rebelión Adolescente en Contra de las Bajas Expectativas) (Colorado Springs, CO: Multnomah Books [Libros Multnomah], 2008), p. 12.