ESTABLEZCA SUS METAS

Liderazgo Pastoral

Muchas iglesias de grupos celulares son dirigidas por los pastores titulares comprometidos, tienen un punto de vista apropiado de la célula y se concentran en el ministerio celular. En otros términos, ellos hacen todo lo demás perfectamente. ¿Cuál es la diferencia? Una de las diferencias claves es que algunas iglesias celulares se guían por las metas bien definidas para la multiplicación celular y algunas no.

David Cho, el pastor y fundador de la iglesia más grande en la historia del cristianismo, es un pastor muy orientado al establecimiento de metas. Escuche sus palabras:

“Muchas personas me criticaron porque yo estaba dando metas a mi gente y luego animándolos para que lograran esas metas. Pero si usted no les da una meta, ellos no tendrán ningún propósito de estar en la célula.” [1] Después sigue diciendo: “Muchas iglesias están fallando en su sistema celular porque no les dan una meta clara a su gente y hacerles recordar constantemente de sus metas. Si no tienen ninguna meta, entonces las personas se reunirán simplemente para disfrutar de un gran compañerismo.”[2]

Ted Engstrom, un experto en el liderazgo observa lo siguiente: “Los mejores líderes siempre tenían un curso planificado, metas específicas, y objetivos escritos. Ellos tenían en mente la dirección en que ellos querían seguir.”[3]

Tanto el establecimiento de la meta y hacer planes es la voluntad de Dios. El escritor de Proverbios dijo: “Debemos hacer planes. . . contando con Dios para dirigirnos” (Prov. 16:14,BAD). El mismo escritor sigue diciendo: “Cualquier empresa se construye por la planificación sabia, se fortalece a través del sentido común, y gana maravillosamente manteniéndose por delante de los hechos.” (Prov. 24:34,TLB).

Algunos líderes disimulan el proceso estableciendo metas demasiado altas o demasiado bajas, no fijando las metas o careciendo de una estructura de responsabilidad hacia otros cuando establecen dichas metas. Habiendo cometido todos estos errores y aprendiendo por el camino difícil, mi meta para este capítulo es ofrecer consejos prácticos que ayudarán en su ministerio.

Vigile la Motivación

Es difícil la promoción de una meta sin valor. Un vendedor cristiano podría vender un día 50 cartones de cigarrillos y podría sentirse culpable después. Al fijar las metas, un líder debe hacerse la pregunta de por qué antes de determinar la pregunta de qué. ¿Por qué debemos fijar esta meta? ¿Cuál es la motivación? ¿Es para la gloria de Dios? ¿Esta meta nos ayudará a adelantar el reino de Dios? La congregación sólo responderá a una meta que mueve sus almas, los mueve para buscar mayores alturas y logrará cosas mayores para la gloria de Dios.

Algunas iglesias de grupos celulares rechazan el establecimiento de metas como algo carnal y orientado a los números. Algunos pastores sienten que proyectar una meta numérica es pecaminoso y mundano, pero la única motivación apropiada para fijar una meta para multiplicar los grupos celulares es glorificar a Dios y avanzar Su Reino. Los pastores necesitan pedirle a Dios que les dé una motivación más alta para establecer las metas.

Donald McGavran lo dijo bien: “Es esencial que los líderes cristianos encuadren sus propósitos básicos con el propósito eterno de Dios de salvar a los incrédulos a través de la fe en Jesucristo. Éste es el primer paso en el consiguiente crecimiento y desarrollo de la iglesia. El establecimiento de la meta ayuda a implementar dicha alineación”.[4]

Cuando un líder duda de la validez de establecer metas, él o ella necesita tiempo para reflexionar en la voluntad de Dios y encuadrar sus propios propósitos con los de Dios.

En cuanto haya ocurrido esa alineación, el líder necesita recordar constantemente a las personas: “No estamos fijando una meta hoy sólo para tener una iglesia más exitosa o para que los pastores puedan impresionar a otros. No, queremos duplicar el número de los grupos celulares este año porque las personas van al infierno y nosotros deseamos alcanzar a nuestra ciudad para Jesús.”

Nunca puedo justificar una preocupación por el éxito. Desde mi punto de vista siempre es equivocado buscar el éxito personal en el ministerio. Cuando estoy preocupado con el éxito personal, estoy pecando. Cuando quiero que mis superiores noten cuán “exitoso” soy, entonces soy culpable de tener una ambición personal. Sin embargo, el éxito personal y la ambición no tienen nada que ver con el deseo de Dios de incrementar Su iglesia. He llegado a comprender ahora que una ambición para el crecimiento de la iglesia es literalmente la ambición de Dios para un mundo perdido. Él no quiere que nadie perezca sino que todos procedan al arrepentimiento.

Cuando era un pastor joven yo luchaba con el problema de la motivación. Yo sabía que mi búsqueda para el crecimiento de la iglesia era tener éxito. Yo luchaba con mi propia motivación carnal para el éxito al fijar una meta numérica.

No era hasta después que yo comprendí que Jesucristo está sumamente interesado con los números. No es la voluntad de Dios que ninguna perezca. El apóstol Pedro dice: ” Pero, amados, no ignoréis que, para el Señor, un día es como mil años y mil años como un día. 9El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. ” (2 Pedro 3:8-9). Pablo escribió a su discípulo Timoteo: ” Esto es bueno y agradable delante de Dios, nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad, pues hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo hombre. ” (1 Tim. 2:3-5). Dios desea salvar a TODOS los hombres y traerlos al conocimiento de la verdad. Yo nunca puedo justificar la ambición personal.

Dios me convenció finalmente que Él quiere que Su iglesia crezca más que yo lo pueda querer alguna vez. Ahora veo el establecimiento de las metas como Su plan perfecto, pero todavía lucho con los motivos indignos. Todavía tengo que resistir las motivaciones carnales de auto-promoción y éxito, llamándolos por lo que son: pecado. Sin embargo, mi propia tendencia pecaminosa nunca debe detenerme de trabajar hacia Su mayor gloria – la salvación y discipulado de un mundo perdido. Cuando por la gracia de Dios usted va más allá de esa forma de pensamiento inferior y comprende que Dios mismo está íntimamente interesado en la salvación de Su creación, entonces se sentirá animado para establecer metas para que más personas se salven y entren en el reino.

La Insuficiencia de Metas de Asistencia

Yo fui co-fundador de una iglesia que creció de 150 a 550 en cuatro años. Sin embargo antes de la transición a la filosofía de la iglesia de los grupos celulares, resolvimos las debilidades más evidentes. Un porcentaje sumamente pequeño participó en la oración, entrenamiento, y otros ministerios. Sin comprenderlo, estábamos proclamando, por nuestras metas y valores, que estaba bien la mera asistencia a la iglesia el domingo por la mañana. Nuestro énfasis del domingo también atrajo a una muchedumbre de conocedores de la iglesia a quienes les gustaba probar algo nuevo.

Yo atribuyo mucho de mi celo por la asistencia a la celebración a la teoría del crecimiento de la iglesia, aunque no todos los que sostienen la teoría del crecimiento de la iglesia apuntan a la asistencia del domingo por la mañana como la manera principal o única de medir el crecimiento de la iglesia. Peter Wagner les enseña a sus estudiantes a combinar la asistencia al culto, el número de miembros y la asistencia a la Escuela Dominical para llegar a un número de miembros compuesto. Prácticamente, para la mayoría de los pastores, la asistencia del domingo es sin embargo, el indicador primario del éxito del crecimiento de la iglesia. [5]

El enfoque de la asistencia del domingo puede producir sutilmente la inactividad entre los asistentes a la iglesia que se sienten como si ellos hubieran cumplido su propósito asistiendo al culto del domingo de mañana. Siempre existe el peligro de apuntar demasiado bajo, y apuntar a la asistencia del domingo es demasiado bajo (del mismo modo como apuntar a la asistencia celular en lugar del próximo líder es inadecuado).

Otro problema con las metas de celebración del domingo es la falta de responsabilidad. Es fácil de fijar una meta de asistencia anual, pero al final, ¿quién es responsable? Es fácil de proclamar una meta de asistencia a toda la congregación, ¿pero quién en la congregación es responsable para el cumplimiento de la meta? ¿Qué sucede si la meta no se cumple? ¿Quién es responsable? ¿Toda la congregación? ¿Es la falta del pastor? La junta? Larry Crabb señala un problema similar en su libro “Estímulo.”

Una meta puede ser definida como un propósito a la que una persona se compromete invariablemente. Él asume una responsabilidad incondicional por una meta, y puede lograrse si él está dispuesto a trabajar para conseguirla. Un deseo puede definirse como algo que se quiere que no puede obtenerse sin la cooperación de otra persona. Es un objetivo por la cual una persona no puede asumir la responsabilidad, porque está más allá de su control. Alcanzar un deseo nunca debe volverse el propósito motivador detrás de la conducta, porque entonces una persona está asumiendo una responsabilidad por algo que él no puede cumplir en por sí mismo. [6] [las cursivas son mías].

Las metas de asistencia a la celebración entran en la categoría del deseo porque a la larga, no se puede decir que persona determinada sea responsable. Schwarz llegó a una conclusión similar en su libro: “El Desarrollo de la Iglesia Natural,” e incluso descubrió que sólo 31% de las iglesias que crecen tienen realmente una meta de asistencia precisa.[7] Aunque una meta de asistencia no está mal, la asistencia debe ser el resultado de metas claras y concisas para incrementar la infraestructura.

Incrementando la Infraestructura

Las iglesias de los grupos celulares que crecen alrededor del mundo establecen como prioridad la meta de nuevos grupos celulares como su meta primaria. En otros términos, la principal meta dinámica en la iglesia celular debe ser cuántas células tendremos al final del año.[8] Estas iglesias esperan que la cosecha ocurra como resultado de su trabajo esforzado en las células. Ellos se concentran en desarrollar y liberar nuevos líderes (que requiere la multiplicación celular), y el resultado es el incremento en la asistencia a la iglesia.

Con este enfoque, una iglesia puede concentrarse en multiplicar su infraestructura -nuevos líderes – y estar seguros de tener el crecimiento de calidad y cantidad. La extensión y evangelización son los valores centrales en este enfoque. Una iglesia que está constantemente multiplicando las células está penetrando la ciudad con el fervor evangelístico al rojo vivo y el desarrollo diligente de los líderes.

Este concepto es directo y sencillo: concéntrese en desarrollar a los nuevos líderes a través de la multiplicación constante de los grupos celulares, y ellos a su vez recogerán la cosecha. ¿No era esta la estrategia de Cristo? Leemos en Mateo 9: 35-38 que

. . . 35 Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, predicando el evangelio del Reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. 36Al ver las multitudes tuvo compasión de ellas, porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. 37Entonces dijo a sus discípulos: «A la verdad la mies es mucha, pero los obreros pocos. 38 Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.

Después en Mateo 10:1-2 y siguientes, Jesús cumple Su propia estrategia: ” Entonces, llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus impuros, para que los echaran fuera y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. Los nombres de los doce apóstoles son . .” Según Jesús, la manera para recoger la mies no era de invitar a las multitudes a un enorme edificio. La manera más eficaz para recoger la mies era de aumentar el número de obreros para hacerlo.

Jesús creía tanto en esta estrategia que pasó su vida desarrollando a los líderes para recoger la cosecha después de Su partida. Él logró Su propósito, dejando a doce líderes que se opusieron a todo el imperio romano y vencieron.

Éste es el principio detrás de la cosecha poderosa que estas grandes iglesias celulares están experimentando. Ellas han aprendido el secreto de convertir la multitud en obreros que recogen la cosecha. Dale Galloway, un pionero de la filosofía de la iglesia celular en EE.UU., entendió bien esto. Él escribió, “El concepto es que primero usted edifica a los líderes. Los líderes construyen los grupos. De estos grupos vienen más líderes y una multiplicación de nuevos grupos”.[9]

Advertencia: Multiplique Líderes, No Sólo Células

La multiplicación celular es la motivación para el ministerio celular, pero sólo cuando la multiplicación celular significa desarrollo de nuevos líderes. En circunstancias excepcionales, un líder podría dirigir dos grupos celulares. Sin embargo, ésta es la excepción, no la regla. La meta clara debe ser un líder por la célula. En la Misión Carismática Internacional, muchos líderes dirigieron dos o tres células. En realidad, se esperaba que los líderes tuvieran por lo menos dos células. De esta manera, ellos pudieron llegar a un número grande de grupos celulares, cuando en realidad ellos tenían sólo la mitad de ese número de líderes (20,000 grupos celulares con la mitad del número de líderes).

Mi propia iglesia estaba tan interesada por alcanzar la meta que permitimos que los líderes claves y los pastores dirigieran más de un grupo celular. Sin embargo, al pasar los meses y los años, tuvimos que enfrentar la realidad de una escasez de líderes. Cada año subsiguiente, teníamos menos líderes y se ponía más difícil poder alcanzar la meta. Finalmente teníamos que arrostrar las consecuencias y comprender que es peligroso permitirle a un líder celular dirigir más de un grupo. Es probable que el agotamiento no se vea de inmediato, pero finalmente detendrá todo el sistema. Nosotros caímos en esta trampa. Muchos de nuestros líderes dirigieron más de un grupo y estaban cansados. Ya no podían producir más. Nosotros vimos la escritura en la pared e hicimos un compromiso firme de tener una célula por líder. Les pedimos a nuestros líderes celulares que pastoreen personalmente a sus propios líderes de las células hijas y comprendimos que estábamos pidiendo demasiado de ellos de dirigir más de un grupo celular.

Al fijar una meta para la multiplicación celular, simplemente recuerde que implícito en la meta está la idea de que cada grupo celular será dirigido por una persona diferente. De otra manera, empezarán a aparecer las rajaduras en los años subsiguientes, como ha sido el caso con la Misión Carismática Internacional.

Las Metas públicas contra las Metas Privadas

La meta principal pública de la iglesia debe ser el número total de los grupos celulares al final del año. Otras metas adicionales como los bautismos, conversiones, y número de líderes también son importantes, pero es mejor mantener estas metas entre los líderes. La confusión reina cuando la congregación oye diez metas simultáneamente. Proclame la meta única –grupos celulares – y después privadamente el trabajo hacia las metas secundarias a lo largo del año. Una iglesia podría decidir de tener las siguientes metas secundarias durante el año:

Entonces, llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus impuros, para que los echaran fuera y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. 2Los nombres de los doce apóstoles son

  • 25 bautismos
  • 75 conversiones
  • 50 líderes entrenados

La meta pública es para el número de los nuevos grupos celulares, pero esto significa inherentemente nuevas conversiones, nuevos bautismos y nuevos líderes entrenados. Las metas secundarias sirven a la meta mayor de producir nuevos grupos celulares que finalmente producen el crecimiento de la iglesia. La iglesia mencionada previamente estableció la meta de entrenar 50 nuevos líderes, sin embargo la meta mayor era que cada uno de esos cincuenta se gradúe de la ruta de capacitación dirigiendo realmente un grupo celular (ya que cada líder celular debe atravesar toda la ruta de capacitación antes de dirigir un grupo celular).

El bautismo puede verse de una manera similar. Muchas iglesias no le permitirán a una persona dirigir una célula a menos que se bauticen, así que, de nuevo, esta es una meta secundaria que promueve la meta principal del liderazgo celular.

La meta pública debe ser el número de nuevos grupos celulares, pero para cumplir esa meta, el equipo de líderes debe enfocar en las conversiones, bautismos, cuidado pastoral y desarrollo de líderes.

Los Dos Asesinos: El idealismo y la Indiferencia

Año tras año una iglesia de grupos celulares no alcanzaba sus metas celulares ni crecía en la asistencia a la celebración. El pastor titular parecía haber captado la visión celular. Sus células fueron definidas con precisión. Sin embargo, algo estaba faltando.

Durante dos años consecutivos, la iglesia estableció la meta de 100 grupos celulares y en ambos años no llegó ni cerca. Cuando la iglesia lanzó esta meta, sólo había unos treinta grupos celulares. El idealismo dio nacimiento a la meta de 100 y luego lo alimentaba. La meta podría haber inspirado a la congregación al principio para esperar algo grande, pero faltó la motivación e inspiración a lo largo del año. Agregando el insulto a la lesión, los líderes actuaban como si la meta no existiera — un papel olvidado guardado en un polvoriento archivador. Su meta, engendrada en el idealismo, inspiró a las personas por un momento pero pronto perdió su brillo y llegó a ser inútil.

El segundo asesino en esta iglesia era la indiferencia. La meta de 100 no era la posesión de la congregación porque nunca fue anunciado oficialmente (ni proclamada de una manera pública a través del uso de estandartes). El pastor hablaba de boquilla al hacer las metas, pero era indiferente en cuanto a su imposición. El año siguiente, él ni siquiera se molestó en fijar una meta global para el número de los grupos celulares. El idealismo y la indiferencia se estimulan entre sí. Ambos se oponen a la realidad y diligencia al establecer las metas.

Multiplique Células Sanas

Las metas de la multiplicación celular siempre debe tomar en cuenta dos cosas: La urgencia para alcanzar un mundo perdido sin Cristo (la multiplicación rápida de células) y el compromiso a largo plazo de la iglesia para alcanzar este mundo perdido (células de calidad que se mantienen a los largo del tiempo). Es importante de lograr un equilibrio entre la calidad y la cantidad con respecto a los grupos celulares. Si la meta es demasiado alta, el peligro es que se puedan producir células débiles.[10]

El logro de las metas es importante, pero también es esencial multiplicar células sanas. Existe el peligro de multiplicar demasiado rápidamente, y reproduciendo la debilidad. Una compañía que libera un producto demasiado temprano podría necesitar revocarlo después. Si un nuevo grupo celular empieza demasiado rápidamente, podría cumplir la meta pero también se cerrará inesperadamente. Esto es particularmente verdadero en el sistema de G-12 en el cual los individuos abandonan la célula madre para plantar las nuevas células con sólo una o dos personas. [11]

NOTAS FINALES

[1] David Yonggi Cho, el Crecimiento de la Iglesia. Manual No. 7. (Seúl, Corea,: El Crecimiento de la Iglesia Internacional, 1995) pág. 18

[2] Idem, pág. 18.

[3] Ted W. Engstrom, La Formación de un Líder Cristiano (Grand Rapids, MI,: Zondervan Publishing House, 1976), pág. 106.

[4] Donald McGavran, Comprendiendo el Crecimiento de la Iglesia. 3a Edición (Grand Rapids, MI,: William B. Eerdmans Publishing Co., 1990), pág. 265

[5] Todas las iglesias pueden medir la asistencia de fin de semana, y así es una norma común para medir el éxito del crecimiento de la iglesia. Las definiciones de la membresía varían de una iglesia a la otra y no todas las iglesias tienen la Escuela Dominical. Así, la asistencia se usa normalmente para medir el éxito del crecimiento de una iglesia.

[6] Larry J. Crabb, Hijo y Dan B. Allender, el Estímulo,: La Llave a Cuidar (los Granes Rápidos, MI,: La Editora de Zondervan, 1984), pág. 52).

[7] Christian Schwarz, el Desarrollo Natural de la Iglesia (Carol Steam, IL,: ChurchSmart Resources), pág. 44.

[8] usted puede ver de la lista más abajo que estas iglesias están constantemente rompiendo los récords:

  • La Iglesia del Pleno Evangelio Yoido (25,000+ células)
  • El Centro de Oración Mundial Betania (900 células)
  • Misión Carismática Internacional (20,000 células)p
  • Iglesia Elim (11,000 células al contar las células de niños)
  • Centro Cristiano de Guayaquil (2,000 células)
  • Iglesia Amor Viviente (1,000 células)
  • Iglesia de Agua Viva (900 células)
  • Iglesia Bautista Comunidad de Fe (600 células)

[9] Dale Galloway, Visión 20-20 (Portland, OREGÓN,: La Scott Editora, 1986), pág. 155.

[10] Yo empecé mi red celular con cinco células en 1997. Mi esposa y yo fijamos la meta de veintiuna células para 1998, y excedimos esa meta por dos. Nos dimos cuenta de la alegría y logro de victoria, pero también éramos dolorosamente conscientes de células más débiles dentro de nuestra red. Por varias razones, nosotros como equipo pastoral decidimos fijar una meta celular grande para 1999: 250 grupos celulares. Mi esposa y yo éramos responsables de incrementar nuestra red de veintitrés células a sesenta células en un año. Aceptamos de mala gana, pero mirando hacia atrás con la ventaja de la percepción retrospectiva, comprendo ahora que debimos decir que no. La meta de cuarenta y cinco células habría sido más realista y factible. Queriendo llevar nuestra carga en el equipo pastoral, aceptamos. Nos sentíamos obligados a lograr la meta de sesenta células, y logramos la meta. A muchas de nuestras células les faltó sin embargo, la calidad. En enero de 2000, Celyce y yo entregamos nuestra red de células a los pastores nacionales. En el proceso aproximadamente doce de nuestras células se cerraron. Ellas simplemente no eran lo suficientemente saludables como para resistir la transición. Cuando miramos hacia atrás, la meta de cuarenta y cinco habría sido desafiante pero realista. Sesenta estaba más allá de las posibilidades.

[11] He visto que la Misión Carismático Internacional ha cambiado sus estadísticas celulares de 24,000 a 18,000 por esta razón. El Centro de Oración Mundial Betania, usando el modelo de G-12, subió como un cohete de 300+ células a 900 células en dos años. Sin embargo, en el año 2000 ellos redujeron el número de 900 a 600. ¿Por qué? ¡Billy Hornsby me escribió, “¡Limpieza Primaveral!” “Consolidamos” aproximadamente 200 grupos. Algunos de los grupos realmente no eran un prototipo de “G-12″ y no tenían ninguna oportunidad real para multiplicar y por alguna otra razón otras no reunían el criterio que esperábamos. Así que, los cerramos. Sin embargo, estamos allí y trabando con todas las fuerzas y esperamos un crecimiento más importante este año.” (Correo electrónico enviado a mí 22 de febrero de 2000).