Liderazgo Pastoral

por Mario Vega

2011

Ser pastor de una mega iglesia es un don que Dios otorga. Lo otorga a personas que ha preparado para ese fin. La preparación consiste, fundamentalmente, en la muerte al yo.

Ninguna iglesia puede crecer más que su pastor. Y para que el pastor crezca debe comenzar por la negación propia como fundamento básico. La muerte al yo se produce cuando se viven sucesivas noches del alma. El camino no es fácil, mas bien es doloroso. Pero si hablamos de una mega iglesia sostenible en el tiempo no hay otra alternativa que la de atravesar el valle de sombra de muerte una y otra vez.

La muerte al yo deja al hombre en un estado de postración. Y no habrá otra opción más que la de dar toda la gloria a Dios. Cuando se alcanza ese reconocimiento profundo es cuando el hombre está preparado para guiar una mega iglesia. Lo hará con temor y temblor, sabiendo que él no es nada más que polvo recogido por la mano de Dios y al cual sopló aliento de vida.

Tal dependencia absoluta de la gracia de Dios será clave para perseverar en esa sagrada labor.