Por Joel Comiskey
Estoy leyendo un libro llamado “Nubes de gloria: la vida y la leyenda de Robert E. Lee”. Lee fue el general del Ejército Virginiano del Norte durante la Guerra Civil Americana (1861-1865). Fue uno de los más grandes generales de todos los tiempos. A pesar de que el ejército confederado perdió la guerra, y Lee finalmente se rindió ante Grant (y estoy muy agradecido de que la esclavitud haya terminado como resultado), Lee todavía es venerado por su capacidad de liderazgo. Según el libro, una de las cosas que hicieron de Lee un gran general fue que él dirigió con el ejemplo. Durmió en una tienda de campaña, al igual que las tropas, aunque podría haber solicitado fácilmente una vivienda especial. Comió la misma comida que las tropas a pesar de que pudo haber pedido lo que quisiera. A menudo, personalmente dirigía a las tropas a la batalla para inspirar su valor. Sí, Lee fue un gran líder y estratega, pero también dirigió con el ejemplo.
Pablo dijo algo similar en 1 Corintios 11: 1, “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo”. Pablo dirigió con el ejemplo. Entonces, ¿cómo se aplica esto a una iglesia celular? En general, muestra a los demás lo que quieres que hagan a través de tu ejemplo.
Este es un gran problema para la mayoría de los pastores. Es posible que les guste que sus miembros se unan a células, pero no están dispuestos a liderar con el ejemplo. Más bien preferirían delegar el ministerio celular a otra persona.
Sí, ayuda si se abrió camino a través del sistema celular al ser miembro de una célula, luego líder, líder, entrenador y, finalmente, pastor. Este proceso asegura que la visión es parte de tu ser. Es un estilo de vida. Sin embargo, la mayoría de los pastores no tienen este privilegio. ¿Entonces que puedes hacer?
Imagina lo que quieres llegar a ser. Un pastor recientemente me pidió que lo pusiera en contacto con la Iglesia Elim porque quería ir allí y experimentar la visión de primera mano.
Predicar con el ejemplo. Cuando comencé a entrenar a este pastor y aprendí sobre su situación, lo alenté a comenzar con un grupo piloto, para que todos los grupos futuros fluyeran del que él comenzó. Quería que este pastor experimentara la vida celular, para poder transmitirla a los primeros líderes. Cuando los miembros de la célula piloto lo vean facilitando el grupo, haciendo preguntas y dirigiendo la reunión celular, harán lo que él está haciendo. Seguirán su ejemplo.
Alimentar la visión. Este pastor en particular lee los blogs diarios de JCG y esa fue una de las razones por las que originalmente me contactó para hablar sobre un entrenamiento. También le asigné otros libros para alimentar y hacer crecer su visión. Mi deseo es que este pastor pueda conectar cada vez más su predicación dominical con la vida celular, y la gente aceptará sus palabras cuando lo vean vivirlo.
John Wimber, fundador del movimiento Vineyard, solía decir: “La gente valora lo que hace y hace lo que valora”. ¿Quieres saber lo que valora una persona, solo observa lo que está haciendo? Esto es cierto para los pastores.
Da el siguiente paso. Recuerda las palabras de Pablo: “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo”.