por Joel Comiskey
2018
El mes pasado, conocí al pastor Rodrigo Leone de la Iglesia Bautista Central en Itabira, inicialmente pensé que él era el pastor principal, pero supe que era parte del equipo pastoral de la Iglesia Bautista Central. Rodrigo comenzó como miembro de la célula, se convirtió en co-líder, luego líder, líder de multiplicación, entrenador, y eventualmente se convirtió en parte del equipo pastoral. Rodrigo está bajo la dirección de Flávio Márcio, el pastor principal, quien inició el primer grupo piloto en la Iglesia Bautista Central hace veinte años. La iglesia ahora ha crecido a 140 células y 2400 personas.
Tal vez aspires a ser pastor algún día, como Rodrigo o Flavio. Aquí hay algunos pasos importantes que puedes tomar ahora:
- Prioriza tu relación con Jesús. Los pastores eficaces primero demuestran que conocen a Jesús y escuchan su voz. Otros perciben su espiritualidad y quieren seguirla. Sé alguien ahora a quien otros querrán seguir en el futuro.
- Sé un héroe con quienes te conocen mejor. El consejo de John Maxwell se hace realidad hoy: “El verdadero éxito es tener a los más cercanos a ti que te aman y respetan más”. Maxwell se refiere a cónyuge, familia, hijos y amigos cercanos. El ministerio es duro y a menudo se siente como la “niebla de la guerra” porque las personas son inconstantes y sus necesidades son infinitas. Si tiene una relación profunda y fructífera con las personas más cercanas a ti, serán un refugio y un generador de confianza en momentos de estrés y de prueba.
- Sean fructíferos en el ministerio celular. Las iglesias celulares desarrollan personas desde adentro. Solo aquellos que han liderado y multiplicado los grupos celulares son considerados para posiciones de nivel superior en el ministerio. Por supuesto, la integridad y el llamado también son esenciales, pero si deseas ser un pastor, comienza liderando un grupo pequeño, desarrollando nuevos líderes y luego entrenándolos.
Pero ¿y si ya eres un pastor? cual es tu siguiente paso? Recientemente enseñé un seminario en Guatemala y varios pastores principales se dieron cuenta de que no estaban liderando el cargo de la iglesia celular, habían delegado la visión a otra persona. Estaban dispuestos a dar el siguiente paso de liderar la carga. Recuperar la visión puede significar dirigir una célula o ser parte de un grupo celular para conectar la experiencia con la visión celular.
Otros podrían dar el siguiente paso de decir NO a programas y ministerios adicionales, lo que permitirá a las personas más tiempo para participar en el ministerio de grupos celulares.
O tal vez dar el siguiente paso es comenzar el primer grupo piloto. Las mejores transiciones comienzan con un grupo piloto, el que el pastor principal facilita. Esta es la mejor manera de hacer la transición porque el pastor líder puede modelar cómo debe ser el ministerio celular y entrenar a los líderes iniciales.