Una Biblia Viva

Por Joel Comiskey, 2020

Recuerdo haber hablado con un misionero que criticó a la iglesia celular por su falta de énfasis doctrinal. Sintió que la iglesia celular descuidaba la doctrina pura porque se enfocaba principalmente en la célula y no en la predicación de la Palabra de Dios. Después de escucharlo, le dije: 

No entiendes el ministerio de la iglesia celular. Predicar la Palabra infalible de Dios era una prioridad en todas las iglesias celulares que estudié. La diferencia es que las iglesias celulares quieren ir más allá de la predicación y ayudar a la gente a aplicar la Palabra de Dios. Hacen esto pidiendo a cada célula que aplique la enseñanza dominical. 

La Escritura es clara. Pablo nos dice: 

“Predica la Palabra; persiste en hacerlo, sea o no sea oportuno; corrige, reprende y anima con mucha paciencia, sin dejar de enseñar. Porque llegará el tiempo en que no van a tolerar la sana doctrina, sino que, llevados de sus propios deseos, se rodearán de maestros que les digan las novelerías que quieren oír.” (2 Timoteo 4: 2-3). 

Las iglesias celulares eficaces van más allá de la predicación del domingo por la mañana. Quieren que la gente aplique la Palabra de Dios en grupos celulares vivificantes durante la semana. La mayoría de las iglesias celulares usan la predicación dominical como material de lección en la célula. El objetivo es aplicar el mensaje. El enfoque de aplicar la Palabra de Dios ayuda a alinear la predicación de la Palabra de Dios con la verdad del Nuevo Testamento de que el trabajo del pastor es preparar al pueblo de Dios para las obras de servicio (Efesios 4: 11-12). 

Preparación de los líderes: Para asegurar la calidad del liderazgo celular, las iglesias celulares tienen un proceso paso a paso para llevar a una persona de la conversión a la madurez espiritual. La vía de capacitación está íntimamente relacionada con el ministerio celular y promueve el proceso de multiplicación celular. 

Los sinónimos de la palabra “pista” incluyen camino, ruta, canal y camino. Una pista de preparación o entrenamiento lleva al nuevo creyente del punto A al punto B. El entrenamiento es específico y el resultado final produce discípulos que hacen otros discípulos a través de nuevos grupos celulares. 

Las pistas de capacitación de la iglesia celular presentan claridad y “factibilidad”. Tienen un comienzo y un final definidos y una nueva persona que ingresa a la iglesia puede comprender fácilmente lo que se necesita para pasar del punto A hacia el punto B. 

Supervisar a los líderes: Una de las diferencias clave entre los grupos que comienzan y se esfuman y los que lo logran a largo plazo se puede resumir, en una palabra: supervisión. 

La mayoría de las iglesias pueden iniciar células con éxito, incluso cientos de ellas. La gente incluso ofrecerá fácilmente sus hogares, durante algunas semanas. 

Sin embargo, para hacerlo duradero en el tiempo, los líderes de los grupos celulares deben tener un sistema de apoyo de alta calidad, muy parecido a la línea de suministro que canaliza alimentos y otros materiales a los soldados cansados ​​de la batalla. La estrategia impulsada por células tiene éxito o fracasa dependiendo de la calidad del trabajo de supervisión brindado a los líderes celulares. 

La Palabra de Dios es nuestra guía. ¡La doctrina importa! La buena noticia es que la doctrina aplicada es mucho mejor que solo escuchar predicaciones. Y esa es una razón clave por la que necesitamos grupos celulares que den vida.