Cómo Plantar Iglesias Celulares

Plantar Iglesias Celulares

Joel Comiskey

2011

El 13 de febrero de 1988, el Dr. Harold Mangham nos casó a Celyce y a mí. Antes de la boda nos dio dos consejos. “Primero, aprendan a decir continuamente ´Lo siento´. Segundo, encuentren una pareja con quien puedan reunirse de manera continua a lo largo de la vida. Esto les ayudará a ser consecuentes y responsables”.

Hemos tratado de aplicar los consejos del Dr. Mangham a nuestro matrimonio. Decir lo siento y pedir perdón es algo que tratamos de practicar constantemente. Y contamos con una pareja con la que nos reunimos con regularidad, John y Jill Smith [no puedo usar sus nombres reales porque son misioneros en un lugar restrigidos para el evangelio]. John era mi mejor amigo antes de conocer a Celyce. Y Jill, una amiga de Owen en aquel entonces, me presentó a Celyce. Tenemos la misma edad, tuvimos nuestros hijos más o menos al mismo tiempo, y hemos caminado por la vida juntos por los últimos veinte años.

John y Jill trabajan en ____________, como obreros de apoyo para desastres; de modo que es difícil reunirnos con ellos frecuentemente. Sin embargo, en junio del 2008, en Colorado, EE.UU., tuvimos nuestro noveno retiro juntos. No nos habíamos visto por tres años.

La primera noche fuimos a cenar en un restaurante mexicano. Entonces regresamos al apartamento para planear el tiempo que pasaríamos juntos. Nuestra familia de cinco y su familia de seis nos sentamos para una reunión de negocios “a la antigua”. Pusimos sobre la mesa las diferentes actividades posibles que incluían: caminatas, ir a un museo, patinar sobre hielo, dar de comer a las ardillas, pasar tiempo en el centro de ocio y, por supuesto, tiempo a solas para los adultos. Votamos por lo que queríamos hacer y entonces arreglamos los planes para cada día.

Mientras pasaban los días, hicimos varios ajustes. Decidimos al segundo día, por ejemplo, que el centro de ocio era demasiado caro. Optamos por “la piscina de la asociación” que era gratis en el lugar donde estábamos hospedados. También cambiamos el tiempo de patinar en hielo del segundo al último día. Aunque cambiamos los planes, sabíamos lo que deseábamos hacer.

Se hacen planes para luego ajustarlos en el camino, pero no hay razón de no tener un plan. Los plantadores de iglesias que hacen planes detallados tienen muchas más posibilidades de éxito que los que no planean nada. Plantadores eficaces de iglesias cambian sus planes a medida que escuchan al Espíritu de Dios, interaccionan con el público que quieren alcanzar y descubren lo que funciona mejor.

¿Cuáles son algunos de los pasos para plantar una iglesia celular sencilla?

Primer paso: reclutar un equipo de guerreros de oración

Cuando mi esposa y yo salimos por primera vez para el Ecuador en 1990 para plantar iglesias, de alguna forma creímos que al desarrollar muchas relaciones sociales y comer muchos postres con la gente, estaríamos estableciendo una base firme. Fielmente escribíamos cartas personalizadas a 25 iglesias cada mes, pero el impacto era mínimo. Cuando regresamos de un tiempo de visitar iglesias en los EE.UU., nos dimos cuenta que las amistades anteriores se habían apagado. Entonces leí el libro de C. Peter Wagner, El escudo de Oración, y capté una nueva visión, la de reunir guerreros de intercesión para pararse al lado mío y de mi familia. Reunir un equipo de guerreros comprometidos con la oración ha revolucionado nuestro ministerio.

En El Escudo de Oración, Wagner muestra por qué es necesaria la oración de intercesión para los líderes cristianos, y cómo la podemos conseguir. Compré 75 copias de este libro y las entregué a las personas que había reclutado como guerreros de oración. ¡Valió muy bien el dinero que había invertido! Toda persona que está plantando una iglesia se beneficiará al leer este libro. Cada miembro del equipo necesita desarrollar un escudo de oración y formar parte del escudo de otra persona.

El apóstol Pablo sabía cómo reclutar guerreros de oración. Pablo escribió a la iglesia en Colosas: “…y, al mismo tiempo, interceded por nosotros a fin de que Dios nos abra las puertas para proclamar la palabra, el misterio de Cristo por el cual estoy preso. Orad para que yo lo anuncie con claridad, como debo hacerlo” (Colosenses 4:3-4).

Pablo dijo algo similar a la iglesia en Tesalónica: “Hermanos, orad también por nosotros” (1 Tesalonicenses 5:25). A la iglesia en Roma escribió Pablo: “Os ruego hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que os unáis conmigo en esta lucha y que oréis a Dios por mí” (Romanos 15:30). A los corintios, Pablo les dijo: “Mientras tanto, vosotros nos ayudáis orando por nosotros. Así muchos darán gracias a Dios por nosotros a causa del don que se nos ha concedido en respuesta a tantas oraciones” (2 Corintios 1:11).

Se hacen planes para luego ajustarlos en el camino, pero no hay razón de no tener planes. Los plantadores de iglesias que hacen planes detallados tienen muchas más posibilidades de éxito que los que no planean nada.

Pablo, el plantador de iglesias por excelencia, sabía que no podía seguir adelante sin la oración. ¿Lo sabías tú?

Segundo paso: desarrollar valores y visión

Sabrás si Dios te ha llamado a plantar una iglesia por tu pasión y convicción. ¿Te sientes impulsado a levantar líderes que multipliquen nuevos grupos? ¿Te encanta el evangelismo relacional? ¿Estás convencido de la necesidad de una comunidad? Al leer el capítulo siete de este libro ¿sientes el llamado de comenzar una iglesia celular sencilla?

Probablemente has leído algo sobre el ministerio de una iglesia celular. Lee todo lo que puedas. Hay una lista de lecturas recomendadas en mi sitio: www.joelcomiskeygroup.com. Animo a los plantadores de iglesias celulares a leer cuantos libros puedan de los recomendados. Uno de los pastores a quien di mentoría tomó un sabático de seis meses sólo para leer y reflexionar sobre el ministerio de células. Estaba convencido que Dios le había llamado a plantar una iglesia celular pero no sabía mucho de cómo hacerlo.

No todos pueden tomar un sabático, pero todos los plantadores de iglesias necesitan tomarse el tiempo para aprender lo básico del ministerio celular. Este plantador de iglesias en especial mira al sabático que tomó como una de las mejores decisiones que ha hecho.

Visitar una iglesia celular también te ayudará a sentir la visión y los valores del ministerio celular. El pastor que tomó el sabático también visitó a dos iglesias celulares muy dinámicas en los EE.UU. En mi libro, The Church that Multiplies, incluyo 44 iglesias celulares norteamericanas que recomiendo (hay muchas más). En Recoged la Cosecha pongo de relieve más iglesias celulares a nivel mundial.

Recomiendo que asistas a un seminario sobre pequeños grupos para indagar cómo dirigir y multiplicar un grupo pequeño.

Tienes que llegar al punto de estar listo a moverte más allá de los modelos de iglesias celulares y descubrir por ti mismo los principios claves de las iglesias celulares. Serví de consultor a un equipo pastoral que estaba constantemente tratando de copiar el formato de alguna iglesia exitosa, sin esforzarse por descubrir su propia filosofía de ministerio. Habían descuidado los principios básicos del ministerio de la iglesia celular y estaban enredados tratando de duplicar la forma exterior de la experiencia de otros. Leyendo, visitando iglesias celulares y asistiendo a seminarios te ayudará a entender lo que es central al ministerio celular—los principios claves (ver el apéndice cuatro que contiene una lista de los principios claves de una iglesia celular).

Si te es posible, involúcrate en una iglesia celular antes de tratar de plantar una. También es importante dirigir un grupo celular y multiplicarlo antes de tratar de plantar una iglesia celular. ¿Por qué? Porque eso es esencialmente lo que vas a hacer en la plantación de la iglesia. Bob Roberts Jr. aconseja sabiamente:

Los internos que hacen prácticas en la plantación de iglesias empiezan grupos pequeños en nuestra iglesia, de modo que forman parte de nuestra comunidad normal que sigue su curso. Pueden “llevarse” a cualquier persona que hayan alcanzado en su grupo pequeño, teniendo en mente que la mayoría de su gente vendrá de fuera de Northwood. Si no pueden comenzar un grupo pequeño, ¿cómo piensan que pueden comenzar una iglesia? Si todo lo que hacen es reunir miembros de la iglesia para su grupo pequeño, no han mostrado ninguna habilidad para plantar una iglesia. Cuando reúnen personas de fuera de la congregación de Northwood, comenzamos a emocionarnos (nota 1).

Dirigir y multiplicar un grupo pequeño te dará la confianza de hacer lo mismo en un proyecto de plantar una iglesia. En la plantación de una iglesia sencilla se trata de levantar líderes para la cosecha quienes, a su vez, puedan dirigir los grupos en casas y seguir el proceso.

Tercer paso: invitar personas a la célula piloto

El grupo piloto es tu primer grupo celular. Cuando comiences tu grupo piloto habrás comenzado tu iglesia. Las primeras personas en tu grupo piloto son los miembros fundadores. Ellos serán las piedras del cimiento del futuro.

El grupo piloto no debe exceder de 15 adultos. Si hay más de 15, comienza dos o más grupos pilotos a la vez.

¿Por qué comenzar un grupo piloto? Porque el ministerio celular se aprende mejor por hacer y no por hablar. A medida que los primeros líderes captan la visión del ministerio celular, impartirán a otros lo que han experimentado. Los miembros fundadores también verán, sentirán e interaccionarán con los valores del pastor principal.

Las equivocaciones en la etapa de formación del grupo piloto son mucho más fáciles de corregir al comienzo. Si el grupo piloto no practica el evangelismo, no lo hará ninguno de los grupos que salgan de él. Si los líderes del grupo piloto no modelan el desarrollo del liderazgo, tampoco lo hará ninguno de los grupos que surjan.

Puedes encontrar personas para tu grupo piloto entre tus amigos, los miembros de tu familia, tus vecinos, una iglesia madre, o de las personas con quienes trabajas. Como mencioné antes, todo el proceso de reclutamiento tiene que estar bañado en oración. A través de tus oraciones, Dios te guiará a tener “citas divinas”— con personas con quienes Él, en Su soberanía, ha venido trabajando.

Lugares donde encontrar tu grupo base

En el Ecuador, tuvimos la bendición de llevar 150 personas de la iglesia madre y 10 grupos celulares, para comenzar una iglesia hija a unos ocho kilómetros de distancia. En Wellspring no tuvimos tal ventaja. Plantamos la iglesia con mi familia y otra persona más.

Entonces, ¿dónde encuentran los plantadores de iglesias sus grupos iniciales? Jeff es un buen ejemplo de cómo reunir su grupo piloto de entre sus vecinos y amigos que conoció en el bar y en otros lugares. Antes de comenzar la célula piloto, Jeff se hizo voluntario de una variedad de actividades de la comunidad con la esperanza de hacer contactos. Las personas aprendieron a amarle y apreciarle. Él era su amigo. Pronto se formó un grupo de entre sus contactos.

Jeannette Buller promueve la idea de encontrar personas para el grupo piloto por medio de formar múltiples pre-células que son de corto plazo. Ella escribe:

Sugiero comenzar con algunas “pre-células” de corto plazo que se enfocan en una necesidad particular o algún interés de su grupo. Estas podrían ser estudios bíblicos con una orientación evangelística, instrucción y ayuda en las finanzas o en la crianza de los hijos, o sencillamente un grupo de interés en un tema específico. A medida que se desarrolla la confianza, puedes hablar con ellos invitándoles a unirse a algo más permanente (nota 4).

Algunos han encontrado útil solicitar a la gente peticiones de oración. A veces Dios contesta las oraciones milagrosamente, lo que a su vez edifica la confianza en el plantador de iglesias y en el grupo mismo. Los que han sido tocados están dispuestos a unirse al grupo base.

Parece ideal que todos los miembros del grupo piloto procedieran de entre los no-creyentes. Sin embargo, también es bueno tener algunos miembros de base que ya conocen a Jesús y han captado la visión celular. Escribe Aubrey Malphurs:

La visión de una nueva iglesia no es robar ovejas de otras iglesias (crecimiento por transferencia) sino ganar ovejas de la comunidad (crecimiento por conversión). Al inicio de la plantación, sin embargo, la nueva iglesia necesita un grupo de creyentes maduros como una parte importante de sus cimientos. Inicialmente esto puede involucrar algo de crecimiento por transferencia (nota 5).

En definitiva, es bueno tener una mezcla tanto de creyentes como de personas que no hayan tenido nada que ver con una iglesia. Escribe Peter Wagner:

Estoy consciente de que algunos recomiendan que para comenzar una nueva iglesia…es mejor comenzar con un grupo de personas que no hayan tenido nada que ver con una iglesia, y desarrollarlos para formar una iglesia. Puedo entender de dónde viene este argumento. Dicen que si queremos odres nuevos para contener el vino nuevo, no necesitamos a quienes vienen arrastrando odres viejos que obstruyen el proceso. Esto ha dado resultado en algunas instancias. En mi opinión, sin embargo, la mayoría de los plantadores de iglesias harían bien en tener un núcleo de personas a su alrededor que traen algunas destrezas que no tienen los que no han vivido la experiencia de una iglesia (nota 6).

Una pareja que se unió a nuestro grupo piloto inicial en Wellspring se había mudado de Long Beach a Moreno Valley. La esposa había participado en una iglesia celular en las Islas Filipinas y estaba muy emocionada de involucrarse en lo que nosotros estábamos haciendo. Esta pareja sirvió como miembros fundadores de la iglesia durante los primeros dos años (nota 7).

Algunos plantadores de iglesias consiguen formar su núcleo de entre los cristianos no-tradicionales. Un plantador de una iglesia celular escribió: “Yo sé que suena un poquito raro, pero cuando comienzo nuevas iglesias celulares busco a la gente que ama vehementemente a Jesús, aunque se sientan desanimados con la iglesia” (nota 8). Aquí en Moreno Valley tuvimos unas pocas personas que se sentían cansados de la iglesia tradicional y querían involucrase en los cimientos de algo nuevo y emocionante (nota: no estaban asistiendo a otra iglesia en aquel entonces).

Discerniendo el nivel de compromiso en el núcleo

No es prudente aceptar en el grupo piloto a personas que ya están comprometidas con otra iglesia evangélica. Vas a enfrentar problemas de conflictivo de autoridad y compromisos de tiempo. Como en la “otra iglesia” es donde adoran eso significa que ya tienen establecidas sus relaciones sociales, y no van a querer comprometerse de lleno con la nueva plantación de iglesia.

Los que tienen lealtades divididas van a tener dificultad en aceptar la visión global de tu iglesia. Pensemos en la evangelización, por ejemplo. Si una persona no se ha comprometido con la plantación de la iglesia, lo más probable es que no tengan la voluntad de evangelizar y traer personas nuevas a la iglesia. Y aunque atrajeran a personas sin iglesia, como sus lealtades están divididas, darían señales mixtas de compromiso con la iglesia.

Cuando se trata de servir, ¿es posible contar con ellos hacia el logro de las metas globales? ¿Y qué del aporte financiero a la nueva obra? Si una persona no está comprometida con una iglesia, eso se mostrará en las finanzas.

Más importante todavía, el ministerio de la iglesia celular consiste en hacer discípulos en comunidad. La comunidad se construye con sacudones y moretones. No puedes evitar tiempos de verdadera lucha cuando aceptas las fallas y los fracasos de otros. Como en el matrimonio, se requiere una entrega verdadera para estar allí durante los tiempos buenos y los tiempos malos. Eso es poder decir: “Somos una familia y no vamos a separarnos hasta que Dios nos transforme.”

Si una persona está comprometida a medias, cuando las cosas se ponen difíciles, se irá a otra parte.

Mi recomendación es permitir que las personas prueben vuestra célula por un tiempo (un mes o dos). Entonces sencillamente se le pide a la persona que tome una decisión. Trata de hacerlo con la mayor suavidad posible, sabiendo que está perfectamente bien si la persona decide salir y ministrar en otra parte.

Muchos plantadores de iglesias celulares tienen la reunión del grupo piloto los domingos de noche. Es una buena idea porque las personas suelen pensar en el domingo como el “día de la iglesia”. Reunirse el domingo por la noche envía el mensaje de que la célula piloto es la iglesia.

Nosotros también tuvimos los primeros eventos de entrenamiento los domingos por la mañana, en parte para enviar el mensaje de que éramos una iglesia desde el comienzo y esperábamos que las personas se comprometieran con la célula piloto como su iglesia.

En las etapas iniciales de la plantación de una iglesia celular, no habrá un culto dominical de adoración en todo su esplendor. No debe ser un problema si alguien desea asistir a un culto dominical en algún otro lugar para tener una experiencia más completa de alabanza y enseñanza. Pero sí me aseguro que la persona tiene su conexión primaria con nuestra iglesia, tanto con su tiempo como con sus finanzas.

Encontrad vuestros líderes claves

Jesús escogió a sus doce discípulos de entre la multitud y entonces seleccionó a tres para entrar en una relación más cercana con Él. Estos tres eran parte del círculo íntimo de Cristo.

En Wellspring sentimos la necesidad de hacer algo similar entre los del grupo piloto. Descubrimos que no todos los miembros del grupo piloto tenían el mismo compromiso. En algunos se notaba más que en otros. Había una pareja, por ejemplo, que no pudo decirnos nunca si estaba completamente comprometida a la plantación de nuestra iglesia. Asistía el servicio de celebración en una iglesia de una ciudad vecina y no estaba segura de su compromiso. Quería “ver lo que iba a pasar con nuestra iglesia” antes de comprometerse del todo.

Nos dimos cuenta que esta pareja no sería parte del equipo de liderazgo. Pero no la excluimos ya que había estado con nosotros desde el comienzo. Entonces hicimos una lista de requisitos para los que escogieran formar parte del equipo inicial de liderazgo.


Requisitos/Compromiso: máximo nivel de liderazgo en Wellspring

Compromiso para hacer de Wellspring su principal iglesia local:

Compromiso con la visión de Wellspring.

Compromiso de ver a Joel Comiskey como el pastor principal.

Compromiso de ver a Wellspring como su iglesia. (nota 9)

Compromiso de tiempo:

Compromiso de estar en los eventos de entrenamiento planificados.

Compromiso con Wellspring—así como una persona se compromete a estar cada día en su trabajo, debe comprometerse a estar en Wellspring.

Compromiso del diezmo:

Estar de acuerdo en que el 10 por ciento o más de las entradas brutas se debe dar al Señor.

Estar de acuerdo en dar la mayor parte de ese 10 por ciento a Wellspring.

Compromiso a eventualmente dirigir un grupo celular.

Compromiso de pureza y santidad.

Compromiso de mantener un tiempo devocional con regularidad y consistencia.


La pareja que mencioné no tenía la voluntad de hacer un compromiso más profundo y asistió al grupo celular inicial en vez de formar parte del liderazgo clave de base.

Da tiempo suficiente para formar el grupo piloto.

Escribe Ralph Neighbour: “Al responder a la pregunta de cómo la plantación de la iglesia celular aquí en Houston encontró su grupo base, para mí, ha sido m-u-y d-e-s-p-a-c-i-o!” (nota 10). Mi experiencia es que un verdadero grupo piloto requiere tiempo para cuajar.

Algunos vendrán, participarán del grupo y decidirán que no cuadra bien con ellos. Algunos no querrán comprometer el tiempo que requiere unirse a una iglesia que está comenzando. Otros serán críticos de la falta de programas y actividades normales de una iglesia. Algunos no se sentirán cómodos con los que están presentes. Un plantador experimentado de iglesias escribió:

He encontrado que en algunos casos el núcleo o grupo base llega a formarse más o menos pronto. Pero en la mayoría de los casos toma tiempo. En una ocasión, pasé todo un año con una sola familia. Cuando finalmente hubo el moverse de Dios fue algo impresionante ver lo que sucedió. Lo importante es mantenerse fieles orando y observando. Henry Blackaby dice que debemos observar para detectar donde está Dios obrando a fin de unirnos a Él. Yo lo digo de una forma un poquito diferente. Busco la huella de Dios y trato de entrar en ella. La parte difícil, sin embargo, me llega cuando no he visto Su huella por algún tiempo. La tentación es de tratar de hacer una huella por Él, ¡pero eso no es correcto!” (nota 11).

Encontrar nuevas maneras de invitar a la gente es parte del proceso de hacer crecer una iglesia. Es fácil subestimar las luchas y la soledad. Lo innegable es que plantar una iglesia toma tiempo.

¿Qué hacer en el grupo piloto?

Dirige tu célula piloto como un grupo celular normal. Es importante dar ejemplo, al mero comienzo, de lo que quieres que hagan los futuros grupos. Los valores y la visión que estableces en la primera célula van a resonar en todos los grupos celulares futuros. Incluyo en el apéndice tres un orden sugerido para grupos normales de células, usando las 4 As, con una lección a seguir como muestra.

Entrena futuros líderes

El entrenamiento se añade al modelo de cómo llevar a cabo un grupo piloto. Se puede entrenar a los miembros del grupo piloto antes o después de la reunión del grupo celular o en un día diferente. En la etapa inicial de Wellspring, ocupábamos el domingo de mañana para el entrenamiento.

La mayoría de las iglesias celulares han desarrollado programas de entrenamiento y piden que toda la gente pase por ellos. He escrito acerca de los programas de entrenamiento en iglesias celulares en mi libro, Explosión de Lliderazgo (nota 12).

¿Qué tipo de materiales deben ser usados para el entrenamiento? Hay muchos materiales hoy en día. He desarrollado una serie de cinco libros que están de venta para equipar a las personas. Mira lo que otros han desarrollado para que te sirva como plantilla. En mi sitio Web, hay artículos de ayuda sobre cómo otras iglesias celulares diseñan sus materiales para equipar a sus líderes.

Cuarto paso: multiplicar el grupo piloto

Cuando hayas entrenado a futuros líderes y tienes entre 10 y 15 personas en tu grupo piloto, es hora de multiplicarse por lo menos en dos células. Determina quienes irán a cada grupo celular. Planifica la fecha de multiplicación con el grupo mismo.

Después de la multiplicación, tu nuevo rol como plantador de iglesias será el de dar mentoría a los nuevos líderes tanto como dirigir a uno de los grupos celulares (nota 13). Como mentor de los nuevos líderes visitarás a sus grupos y te reunirás con los líderes uno a uno.

Dirigir tu propio grupo mientras das mentoría a otros te va a recordar de la importancia de desarrollar relaciones con personas que no van a una iglesia—una necesidad absoluta para plantar eficazmente una iglesia basada en células.

Bob Reimer, plantador de iglesias en Nueva Inglaterra, EE.UU., da ejemplo del fervor evangelístico que quiere que otros sigan. Bob escribe: “Tengo pasión por alcanzar a personas perdidas, y lo predico y lo modelo. Si el pastor principal no lo predica, no lo lleva en la sangre y no lo modela, ¡la gente no va a escuchar lo que dice y hacer lo que hace! Él tiene que mostrar el camino con el ejemplo” (nota 14). A Reimer le gusta que se multipliquen sus grupos sólo después de haber alcanzado al menos dos personas nuevas para Cristo. El rol del plantador de iglesias es crítico para mantener el enfoque evangelístico.


Consejos para multiplicar un grupo (nota 15).

Prenatal (semanas #1,2 y 3)

Tener un nuevo líder, un anfitrión y unos pocos miembros seleccionados quienes comenzarán el nuevo grupo.

Hablar del próximo nacimiento del nuevo grupo y por qué es importante.

Dividir el grupo para el tiempo de ministración. Que el nuevo equipo vaya a diferentes partes de la casa.

Es importante que el nuevo equipo desarrolle relaciones sociales durante la semana (llamadas telefónicas, contactos sociales, etc.).

Nacimiento (semana #4)

Reunirse como células separadas pero en la misma casa.

Postnatal (semanas #5-12)

Reunirse como dos células separadas en dos lugares diferentes (semanas #5, 6 y 7).

Reunirse juntos para un reencuentro. Esto no debe ser una reunión formal, sino un tiempo de compañerismo y disfrute los unos con los otros (semana #8 – un mes después del nacimiento).

Reunirse como dos células separadas en dos lugares diferentes (semanas #9, 10 y 11).

Reunirse juntos para un reencuentro. Generalmente a este punto los miembros de las células se gozan de estar juntos, pero han hecho la transición y su nueva célula es donde están verdaderamente conectados (semana #12—dos meses después del nacimiento)


Quinto paso: comenzar la celebración de adoración

Así como el nacimiento de un nuevo bebé comienza en la matriz y resulta en un niño completamente formado, la estrategia de la iglesia celular comienza detrás del escenario y crece a una demostración pública de lo que está pasando. Escribe Bill Beckham:

Un método de comenzar a una iglesia celular es por la popular pero estropeada teoría de la “gran explosión” (big bang). En la teoría de la “gran explosión” una iglesia celular se desarrolla de un evento cataclísmico por el cual la iglesia aparece completa y plenamente formada. Esta teoría es lo opuesto al principio y al proceso que ocupó Jesús para edificar la primera iglesia. Líderes de iglesias, especialmente pastores de iglesias grandes, se sienten atraídos por la teoría de la “gran explosión” porque parece eliminar mucho del dolor y de la paciencia que se requiere en el proceso paso a paso. Promete dar una gratificación instantánea a la visión. Sin embargo, la teoría de la “gran explosión” representa una atracción fatal. Debilita el proceso de aprendizaje de líderes y compromete el proceso de desarrollo necesario para fortalecer la infraestructura (nota 16).

En la estrategia de la iglesia celular, la iglesia ha comenzado ya con la célula. La esencia de la celebración es conectar las células unas con otras. Los cultos de celebración hacen que cada persona en la iglesia se vea como parte del todo más grande.

Muchos plantadores de iglesias comienzan los cultos de celebración demasiado temprano y se quedan atascados al poner demasiada energía en el culto de celebración, perdiendo el enfoque en la célula y en las oportunidades. Bob Logan y Jeannette Buller escriben:

La mayoría de las plantaciones de iglesias tradicionales comienzan con un bien anunciado culto público con todos los adornos posibles. Se necesita mucho tiempo para preparar ese culto, incluyendo las varias formas de propaganda y, muchas veces, con líderes prestados. Ya que las celebraciones de las iglesias celulares quieren mantener su énfasis en alcanzar a las personas que no están en la iglesia y hacer que los grupos celulares sean parte de la transformación de las vidas, el culto de adoración generalmente no llega a ser el enfoque primario en las etapas iniciales de la plantación de una iglesia (nota 17).

La importancia de esperar

Lo admitimos, es muy difícil esperar para comenzar un culto de celebración porque la cultura de iglesia todavía espera una reunión dominical matutina. Personalmente comencé el culto de celebración demasiado temprano en mi primera plantación de iglesia en Long Beach, California en 1983. Todo iba bien al principio cuando la iglesia se reunía en mi casa. La iglesia en casa creció y prosperó. Llegó el tiempo de multiplicarnos añadiendo un grupo casero adicional, y mi plan original era comenzar varias células que se reunirían una vez por mes los domingos de noche.

Una pareja clave, sin embargo, resistió mi plan. Ellos querían reunirse cada semana en una reunión de celebración. En ese momento no había establecido todavía mi propia filosofía de ministerio. Me dejaba llevar por cada viento de teoría sobre el crecimiento de la iglesia. Para complacer a esta pareja, decidí tener una celebración semanal para todos los que querían estar involucrados. Comenzamos a reunirnos el domingo por la mañana. Esperaba mantener vivos los grupos en casas, pero pronto encontré que todo mi tiempo y atención se llevaba la celebración semanal—sólo tratando de lograr que la gente asistiera al culto. Fue una experiencia agotadora, y no la recomiendo.

Emprender un culto de celebración demasiado temprano es un problema común. Cuando unas pocas personas se reúnen en tales situaciones, se sienten como que están comiendo en un mal restaurante. La falta de asistencia parece indicar que la comida es mala. Dijo Jason Hoag, un plantador de iglesias en Florida:

Hemos comenzado una iglesia celular (o lo que pensábamos era una iglesia celular) en abril del 2000 en Orlando, Florida. El equipo de liderazgo y yo nos damos cuenta ahora, en nuestra ignorancia, que comenzamos con una reunión grande (ojala pudiera comenzar de nuevo) (nota 18).

En un seminario que di a los Bautistas del Sur en Florida, descubrí que la mayoría de los plantadores de iglesias comenzaron sus iglesias con un culto de celebración. Cuando hablé de la necesidad de primero multiplicar el grupo piloto y hacer crecer la infraestructura de forma natural antes de comenzar una celebración dominical, la mayoría de ellos asintió con la cabeza. Ellos conocían de primera mano las dificultades de tratar de hacer un culto público con tan pocas personas. Lamentaron que su culto de celebración se parecía más a un grupo celular que a un verdadero culto dominical.

Escribe Keith Bates, un plantador de iglesias en Australia: “Pienso ahora que mejor hubiera sido seguir con las células y no tener una reunión más grande hasta más tarde. Eso hubiera demostrado que esta iglesia era radicalmente diferente”. Como muchos plantadores de iglesias, Keith Bates probablemente pensó que una celebración semanal atraería a más personas, pero, en realidad, no lo hace. Muchas veces dificulta el crecimiento de la iglesia porque la gente no logra un verdadero sentido de celebración.

Resistid la tentación de comenzar cultos de celebración con regularidad antes de establecer la infraestructura de los grupos celulares. Si no, resultará en demasiado estrés para pocas personas.

Escribe, Dean Dequera, un ex plantador de iglesias en el área de San Francisco:

Aunque asumimos toda la responsabilidad del intento fallido, hubo muchos factores que contribuyeron al fracaso. Básicamente nos encontramos enfocados en una perspectiva “de multitud a núcleo” en vez “de núcleo a multitud”. Estuvimos atascados tratando de “enseñar trucos nuevos a perros viejos”. Toma tiempo desarrollar valores, y tenemos que resistir a la presión de producir una multitud de un día para otro a fin de sobrevivir económicamente (nota 19).

Dean, un buen amigo mío, se encontró ante la expectativa de tener que producir rápidamente una multitud sin el debido fundamento. Se enfrentó al dilema del plantador de iglesias—producir o perecer. El enfoque en la multitud instantánea creó una falsa dicotomía y puso demasiada presión sobre la iglesia (nota 20). Escribe Lyle Schaller:

Si el que desarrolla la misión sucumbe ante la presión de comenzar cultos corporativos poco después de llegar, esto significa a menudo comenzar con un número reducido y desviar el tiempo y la energía del plantador de iglesias de la tarea de cultivar los que serán parte de su comunidad (nota 21).

Cuándo hacerse público

Grupos pequeños se supone que son pequeños. Cuartos grandes y con pocas personas, como que les falta vida, y un cierto sentido de vacío asalta a todos. Un estudio en Leadership Journal de hace pocos años encontró que el tamaño promedio para comenzar una iglesia era 43 personas (nota 22).

Sin embargo, más y más se reconoce la necesidad de tener aún más personas para comenzar un culto semanal de celebración viable. Un boletín en el sitio Web de los Discípulos de Cristo anima a sus plantadores de iglesias a comenzar servicios semanales de adoración cuando hubiera unas 100 personas involucradas.

Estoy convencido que es mejor esperar hasta que hayan 100 personas en aproximadamente 10 grupos celulares antes de comprometerse con cultos semanales de celebración. 23 Muchas plantaciones de iglesias celulares llenan la necesidad de otra reunión con reuniones de oración y reuniones sociales.

Esperar a tener 100 personas antes de una celebración semanal asegura que las mismas personas no estén involucradas en los mismos ministerios semana tras semana. También es esencial no depender de unas pocas familias claves para tener suficientes personas para una verdadera celebración. Con 100 personas en los grupos celulares algunas familias se pueden perder la celebración, y la celebración sigue como fue planeada (con Iglesia para niños, equipo de alabanza, etc.).

Hace unos años, dos plantadores de iglesias comenzaron como pioneros del enfoque celular en la iglesia River Rock de Folsom, California. Trabajaron duro para construir células, desarrollar líderes, entrar en la vida de la comunidad y edificar la infraestructura de la iglesia. Todo eso requería una gran paciencia y persistencia. Siendo consecuentes con su visión demoraron la gran inauguración.

Cuando tuvieron su primer culto público, estaban listos. Había la infraestructura necesaria. Tenían ocho grupos celulares con líderes, aprendices y varios miembros experimentados, equipos de ministerios, un equipo de liderazgo, un sitio Web, y una visión clara de su iglesia.

Lo más importante era que los miembros estaban invitando a otros. La iglesia ha crecido rápidamente tanto en células como en celebraciones. Las personas que llegaron para su primer culto de celebración vieron algo vivo, emocionante, auténtico, y que valía la pena regresar (nota 24).

Pregunta clave: ¿son necesarias las celebraciones semanales?

Las células de una iglesia celular deben reunirse en un grupo más grande. No todas las iglesias celulares, sin embargo, se reúnen semanalmente en reuniones corporativas. Las iglesias celulares, en otras palabras, no necesitan reunirse semanalmente en adoración corporativa para llamarse una iglesia celular. Cultos semanales de celebración no serán la norma para todas las iglesias.

Yo no creo que la definición de iglesia celular requiera una reunión semanal de celebración. O mejor dicho, sí creo que las células necesitan reunirse en adoración corporativa para llamarse una iglesia celular. La frecuencia de la reunión es lo que estamos aquí cuestionando. El gran beneficio de una celebración semanal es que la iglesia celular puede alcanzar a más personas con más frecuencia a través del “ala” de la celebración. Todavía la célula tiene que manejar la iglesia. La gran prioridad es que las células se reúnan semanalmente. Aquellas células necesitan una red de apoyo que les dé cuidado pastoral, mentoría, entrenamiento y la oportunidad de reunirse juntos. Y estas son las cosas que definen a una iglesia celular—no si la reunión de celebración tiene lugar cada semana o no. Pregunté a

Bill Beckham acerca de esto, y me escribió diciendo:

Me parece que el grupo grande de celebración puede ser muy flexible en cuanto a frecuencia, lugar, número de personas involucradas y aún el formato de las reuniones. Ciertamente la celebración era flexible en el Nuevo Testamento. Por supuesto tenemos que contestar la pregunta acerca de las referencias que hace el Nuevo Testamento al “primer día de la semana”. ¿Qué hacían “el primer día de la semana”? ¿Estaban reunidos cada “primer día” de la semana como grupo grande? O estaban reuniéndose semanalmente en la expresión de grupos pequeños y de vez en cuando en la expresión de un grupo grande. Me inclino a creer que era la segunda situación. Creo que tenemos que operar a partir del principio de celebración de un grupo grande y no del precedente histórico de una reunión grande. El Cuerpo de Cristo necesita experimentar a Dios en la expresión de un grupo grande tanto como de un grupo pequeño y en la expresión de iglesias en casas. Creo que la iglesia del siglo 21 está encontrando maneras innovadoras de vivir este principio (nota 25).

El movimiento de la iglesia celular necesita desarrollar nuevos modelos de funcionamiento de la iglesia en su expresión como grupo grande. Y tenemos que recordar que la manifestación de la iglesia como grupo grande no es solamente en el tiempo de la adoración. Además de la adoración pública, la expresión del grupo grande podría usarse para entrenar, mostrar una cara pública a la ciudad, el compañerismo, la coordinación y el evangelismo.

Escribe Lon Vining:

La iglesia que ayudé a plantar en Boulder, Colorado, llamada Quest, ahora tiene cultos una vez al mes, y los otros tres domingos sus miembros pasan tiempo con sus grupos celulares y traen amigos no-creyentes. Hay suficiente tiempo libre programado para en realidad pasar tiempo los unos con los otros y con personas no-creyentes, haciendo amistades. Las estadísticas y la experiencia confirman que ese es en realidad el lugar para presentar a Cristo al no-creyente—a través de amistades profundas y comprometidas. Cuando reconocemos estos dos hechos, entonces hace sentido reunir todos los huevos en una sola canasta, la de edificar las relaciones. No tiene mucho sentido hacer lo que consume mucho tiempo y energía y no edifica nuestras células ni nuestras relaciones (nota 26).

Soy mentor de algunos plantadores de iglesias que no quieren tener celebraciones semanales. Y está bien. También algunos pastores no pueden manejar una estructura semanal de células y una celebración semanal.

El enfoque debe permanecer en las células semanales, y la celebración debe desarrollarse a medida que las células se fortalecen. Estas células pueden celebrar juntas en reuniones semanales o mensuales. O quizás se reúnen más de una vez por semana, como es el caso de Elim (nota 27). Quizás se reúnan una vez cada tres meses.

Encontrar un lugar para el culto de celebración

La mayoría de los plantadores de iglesias recomiendan alquilar una propiedad para comenzar una iglesia (nota 28). Sugeriría que las iglesias ahorren dinero y alquilen un lugar. Reunirse en una local alquilado requiere desarrollar un “enfoque portátil” del ministerio. Hay varias opciones:

Muchas iglesias ocupan los edificios de otras iglesias.

Alquilar una escuela es una gran opción, porque son lugares neutrales. En mi primera plantación de iglesia, rentamos una escuela primaria por varios años. Hoy día rentar una escuela puede ser bastante costoso.

Sitios pre-escolares son otras opciones.

Centros comunitarios pueden ser buenos para las plantaciones de iglesias.

Restaurantes y salones de reuniones pueden ser buenas opciones.

El edificio de bomberos puede ser otra opción.

Muchos escogen hoteles. Dice Wagner: “Siento que uno de los espacios sub-utilizados en muchas de nuestras comunidades son los salones de conferencias de los hoteles. Muchas veces están llenos durante la semana pero vacíos el fin de semana. A los encargados les gustaría tenerlos llenos los siete días de la semana. En muchos casos se puede negociar los precios con bastante éxito” (nota 29). En mi actual plantación de iglesia, nos reunimos en el Hotel Best Western de Moreno Valley.

Sí, las personas se cansan de montar todo para que la iglesia tenga cada domingo su celebración. Entonces el pastor necesita diligentemente retomar la visión y delegar las responsabilidades a una mayor variedad de personas.

Sexto paso: edificar la infraestructura

Luego de haber multiplicado las células y haberlas unido para celebrar, es tiempo de trabajar en estructurar la mentoría, perfeccionar el enfoque de edificación y desarrollar otros componentes de la iglesia celular tales como el sistema de informes de las células.

Yo siempre animo al pastor a continuar dirigiendo una célula o formando parte del equipo de liderazgo de la célula. Estar involucrado personalmente le permite al pastor añadir libremente al sermón ejemplos de las células. Un pastor que está personalmente involucrado en una célula puede hablar de su experiencia personal en cuanto a las necesidades de la comunidad, de la evangelización realizada, del desarrollo del liderazgo y del uso de los dones del Espíritu.

La estructura de mentoría debe mantenerse fuerte en dos niveles. El primer nivel es el del pastor principal dando mentoría a su equipo. El segundo nivel es el de los líderes laicos voluntarios dando mentoría a los nuevos líderes quienes han multiplicado nuevas células.

Las reuniones de mentoría en grupo son más necesarias entre el pastor principal y su equipo. Si el pastor principal ha reunido a personal de paga, deben reunirse cada semana. Si el pastor principal ha reunido a personal voluntario, recomiendo una reunión de grupo cada dos semanas.

Durante la mentoría en grupo, el pastor principal ministra a sus líderes claves a través de la palabra y la oración. Entonces el grupo habla acerca del sistema de células, cuidadosamente analiza las estadísticas de las células, el entrenamiento, las fechas de multiplicación y las necesidades de oración. Como un “mariscal del timbal” (en el fútbol americano), el pastor principal dirige el sistema de células desde el centro neurálgico de su equipo de liderazgo.

Animo a los líderes voluntarios a continuar dirigiendo un grupo celular mientras estén dando mentoría hasta a tres líderes de célula. El mentor de células podría llamar por teléfono a cada líder bajo su cuidado una vez al mes y reunirse con cada persona una vez al mes.

En algunas culturas, las reuniones grupales entre el mentor voluntario y los líderes de células no son tan frecuentes. Demasiadas estructuras “ideales” fallan porque están basadas en lo que debe pasar en vez de en lo que está pasando. Así que, si el tiempo no permite que el mentor voluntario pueda tener una reunión con sus líderes de célula, debe dedicar algún tiempo uno-a-uno cada mes y hacer una llamada.

Algunas iglesias tendrán una reunión de grupo cada trimestre con la presencia de todos los líderes de células. Por lo general, el pastor principal los dirige esta vez.

Séptimo paso: plantar nuevas iglesias celulares

Las iglesias celulares valoran la reproducción de discípulos, líderes y grupos celulares. Algunos pastores de iglesias celulares creen en la multiplicación de células pero no de iglesias. Sin embargo, es inconsistente no llevar a cabo la multiplicación de iglesias también. La conclusión lógica es la reproducción de iglesias. Iglesias saludables tienen fruto y se multiplican. La iglesia primitiva multiplicó líderes, discípulos e iglesias a todo nivel

La meta es levantar un movimiento de multiplicación de iglesias. Dice Bob Logan: “De todos los modelos de iglesia, la iglesia celular obtiene la multiplicación más grande de iglesias”(30). Pero, ¿por qué algunas iglesias celulares fallan y no se multiplican en otras iglesias? A menudo, la visión inicial es demasiado pequeña. El plantador de iglesias sólo habla de cómo comenzar una iglesia, en vez de plantar múltiples iglesias (nota 30).

Cuando Jesús vio a los multitudes a su alrededor, dijo a sus discípulos: “¿No decís vosotros: ‘Todavía faltan cuatro meses para la cosecha?’ Yo os digo: ¡Abrid los ojos y mirad los campos sembrados! Ya la cosecha está madura” (Juan 4:35).

Muy a menudo vemos a las multitudes pero no pensamos acerca del hecho de que están perdidas. Jesús hizo más que analizar su condición. Les tuvo compasión porque “…estaban agobiadas y desamparadas, como ovejas sin pastor” (Mateo 9:36-38).

Pídele a Dios que quebrante tu corazón con lo que quebranta Su corazón. Entonces ora que el Señor de la mies levante a nuevos plantadores de iglesias. Lo más probable es que éstos vendrán de entre los líderes fructíferos de células. Lanza la visión de plantaciones de futuras iglesias y mantén la voluntad de enviar un grupo de tu iglesia para comenzar una nueva obra.

Al hacer planes para comenzar una iglesia celular, seguid los siete pasos dados arriba. Tendréis que hacer ajustes en el camino. Los hicimos en la plantación de nuestra iglesia celular y tendréis que hacerlo en la vuestra. Como dice Proverbios 19:21, “El corazón humano genera muchos proyectos, pero al final prevalecen los designios del Señor.”

Notas

  1. Bob Roberts, Jr., The Multiplying Church: The New Math for Starting New Churches (Grand Rapids, MI: Zondervan, 2008), p.66.
  2. Kitt Mason mandó esta información a cellchurchtalk el miércoles 16 de agosto de 2000. La información está adaptada de un discurso que dio Carol Davis en el World Impact Crowns of Beauty Conference, en febrero de 1999. Fuente: Dawn Ministries y Joel-News-International, 328, 16 de agosto de 2000.
  3. Reunimos aproximadamente 150 personas que tenían la voluntad de plantar iglesias. Reunimos a estas personas en varias sesiones de planificación para prepararlas para el lanzamiento. Entrené a los líderes de pequeños grupos que iban a dirigir los grupos en la nueva iglesia. En un domingo en especial, en 1994, se llevó a cabo nuestro primer culto dominical.
  4. Jeannette Buller escribió este comentario el 15 de noviembre de 2001 en cellchurchtalk.
  5. Aubrey Malphurs, Planting Growing Churches (Grand Rapids, MI: Baker Books, 1998), p. 313.
  6. Peter Wagner. Church Planting for a Greater Harvest (Ventura, CA: Regal Books, 1990), p. 56.
  7. Desde el comienzo este esposo en especial se sentía escéptico del ministerio de la iglesia celular, habiendo estado acostumbrado a la experiencia del domingo por la mañana la mayor parte de su vida. Su esposa estaba emocionada, y ella era la razón de estar allí. Eventualmente los dos salieron de la plantación de iglesia para encontrar una iglesia más tradicional. Eso es siempre el problema con “personas de iglesia” para formar parte del grupo piloto. Muchas veces no tienen la voluntad de apoyar de todo corazón a la nueva visión, como una iglesia celular, porque están tan acostumbrados a como eran las cosas.
  8. Don Tillman escribió el lunes 15 de mayo de 2000 a cellchurchtalk, un grupo de chateo del Internet.
  9. Por ejemplo, si alguien está cansado a causa de una semana agotadora, esta persona no debe dejar de asistir a Wellspring. Más bien, él o ella no asistiría a la otra iglesia para el culto de celebrabación. La otra iglesia es extra. En resumidas cuentas, cualquier otra participación en otra iglesia es extra.
  10. Ralph escribió esto el 5 de noviembre de 2000 en cellchurchtalk, un grupo de chateo de iglesias celulares en el Internet.
  11. Don Tillman escribió el lunes 15 de mayo de 2000 en cellchurchtalk, un grupo de chateo de iglesias celulares en el Internet.
  12. Puede conseguir Leadership Explosion en www.joelcomiskeygroup.com o al por teléfono al 1-888-344-CELL.
  13. Un pastor a tiempo completo podría dar mentoría a doce líderes de célula. Esto es sólo una idea en cuanto a un número; lo más probable es que serían menos.
  14. Rob me mandó el siguiente correo electrónico el 25 de julio de 2002: “Nuestras células evangelizan por construir relaciones con personas fuera de la familia de Dios—familiares, amigos, colegas, vecinos, compañeros de la escuela, etc. Construimos relaciones auténticas, amamos a las personas, oramos fervientemente y hacemos evangelismo “en equipo”. Un día me impactó el patrón de evangelismo que encontré en el Nuevo Testamento—Jesús manda a los 12, 2×2. Manda a los 70, 2×2. En el libro de Los Hechos encontramos a Pedro y Juan, Pablo y Bernabé, Pablo y Timoteo, Pablo y Lucas, Pablo y Silas (Pablo y otros), pero siempre es un equipo. La única excepción en que puedo pensar es Felipe (“El Evangelista”). Pero, nosotros los americanos hacemos evangelismo como hacemos todo, aislados, aferrados al individualismo. Ahora estamos entrenando, enseñando y practicando evangelismo “en equipo”. Construyo una relación con mi amigo Jon. A Jon le gusta el golf, entonces invito a otros miembros de mi célula a jugar golf con mi amigo Jon. El evangelismo en equipo incrementa dramáticamente el chance de asimilación. Además, muchas personas son muy tímidas para compartir su fe, pero son más audaces en equipo. Funciona”.
  15. Jay Firebaugh, antes pastor principal de Clearpoint Church en Pasadena, Texas, inventó este orden para la multiplicación. Ofrece la siguiente perspicacia adicional: “No esperes que los miembros de tu célula QUIERAN dar a luz (multiplicarse). De hecho, si quisieran separarse ¡tendrías un problema! Ellos han anhelado ser parte de una comunidad y ahora un ´alumbramiento´ puede parecer una gran amenaza. ¡Ten empatía! Sin embargo, tienes que saber que la amenaza más grande a la formación de una comunidad es hacerse demasiado grande y / o meterse hacia adentro como una uña encarnada. Es un imperativo que el pastor y su asistente crean claramente que dar a luz es lo mejor para la célula.El grupo continuará creciendo y llegará a ser un grupo de tamaño mediano en vez de una célula. Se perderá el sentido de comunidad porque compartir llegará a ser más superficial y nada desafiante. Se perderá la dinámica de un grupo pequeño y se perderá la comunidad a vez.El grupo dejará de creer y se enroscará en sí mismo. Existirá para “¡nosotros cuatro y nadie más! ” Cuando el foco se mueve de la silla vacía y del evangelismo – el preguntar a quien Dios quiere bendecir con este grupo, ¡es el comienzo del fin! El grupo se mueve de la dinámica de ver a “Cristo en medio” (Mateo 18:20) a mirarse sus propios ombligos.¡La única forma de mantener el sentido de comunidad es soltándolo! Dar a luz permite que el enfoque del grupo se mantenga afuera mientras se continúa encontrando el sentido de comunidad dentro de la dinámica de una célula. Ten paciencia con tus miembros al guiarlos en este proceso. El alumbramiento físico es difícil porque el bebé no quiere salir del ambiente seguro del útero para confrontar el riesgo desconocido del mundo afuera de la madre. ¡Pero la vida está fuera del útero! A medida que ayudas a tus miembros a atravesar este tiempo traumático, experimentarás la vida de Dios trabajando en y a través de tu célula.
  16. Si una célula no da a luz al momento apropiado (cuando hay más o menos 15 personas) una de dos cosas pasará:Bill Beckham, Redefining Revival (Houston, TX: Touch Publications, 2000), p. 216.
  17. Bob Logan y Jeannette Buller, Cell Church Planter´s Guide (Saint Charles, IL: ChurchSmart, 2001), p.8-15.
  18. En respuesta a Jeffrey Long, Jason Hoag, escribió la cita arriba en cellchurchtalk www.cell-church.org el martes 22 de agosto de 2000.
  19. Correo electrónico personal que se me mandó el viernes 28 de enero de 2005.
  20. Muchas iglesias sí comienzan con un culto de celebración. La Iglesia Cristiana y Misionera lanzó 101 congregaciones en los Estados Unidos y Puerto Rico el domingo 19 de abril de 1987. El promedio de la asistencia aquel primer domingo fue de ochenta y ocho personas. Cuatro años después, treinta y un iglesias se habían cerrado, treinta y cuatro tenían menos de cincuenta personas, veinte y cuatro tenían un promedio de entre 50 a 100 personas, y doce de las iglesias tenían un promedio de más de 100 personas (Ken Davis, “A Hundred Churches in a Single Day”, Doctoral Disertación, Fuller Theological Seminary, enero 1992). Personalmente no pienso que ese sea un buen promedio. Añadiría también que aunque todas las estrategias de plantación de iglesias tienen problemas con el crecimiento por transferencia, me parece que la estrategia del culto de celebración tiene más dificultad. ¿Por qué? Porque el anonimato es un valor clave. Es importante no pedir una entrega en seguida. La meta es de permitir que la gente esté anónima. Muchas entrarán y saldrán y muchos serán creyentes de otras iglesias. Neil Cole correctamente afirma: “Fui a un seminario de cómo comenzar una iglesia. La plantación de una iglesia se redujo a sencillamente traer a más personas para ocupar los asientos el domingo. Personalmente, quiero dar mi vida a algo más grande que aquello. En el seminario, se explicó el secreto de hacer crecer una iglesia como algo que da vueltas alrededor de dos cosas muy importantes: baños limpios y muchos lugares para aparcar. Aparentemente, el Reino de Dios se detiene por los baños sucios y la falta de aparcamiento. Jesús tendrá que espera a que limpiemos todo. En la India y la parte rural de China, sin embargo, donde la iglesia está creciendo más rápidamente, entre los ingredientes menos presentes son los baños limpios y los espacios para aparcar, por eso creo que la teoría expuesta no es necesariamente verdad” (Neil Cole, Organic Church, San Francisco, CA: Jossey-Bass, 2005, p. 94).
  21. Lyle Schaller, 44 Questions for Church Planters (Nashville, TN: Abington Press, 1991), p. 72.’
  22. Citado por Peter Wagner, Church planting for a Greater Harvest (Ventura, CA: Regal Books, 1990), p. 63.
  23. Bob Logan recomienda algo un poquito diferente. Recomienda lo siguiente:Trescientos treinta y cinco personas llegaron para el primer culto, y estimaron que entreCuando hay tres células, celebraciones una vez por mesCuando hay cinco células, celebraciones dos veces por mes.Cuando hay siete u ocho células, celebraciones cada semana.Me gusta el consejo de Logan. Simplemente lo cambiaría un poquito para asegurar que haya suficientes personas en las siete u ocho células antes de comenzar la celebración semanal. A veces las células puede ser bastante pequeños (cinco a ocho personas), entonces aún siete u ocho células podría significar cuarenta o cincuenta personas.
  24. ciento ochenta y doscientas personas llegaron a mirar por primera vez. Información tomada de Coachnet: The Cell Church Chronicles, recibido el lunes 15 de abril de 2002.
  25. Correo electrónico personal que me mandó Beckham el domingo 19 de mayo de 2002.
  26. Lon Vining comenta a cellchurchtalk el lunes 28 de abril de 2003.
  27. Los miembros de las celulas en Elim normalmente se reúnen en cultos de celebración dos o tres veces por semana.
  28. Ralph Moore, Starting a New Church (Ventura, CA: Regal Books, 2002), p. 117.
  29. Peter Wagner, Church Planting for a Greater Harvest (Ventura, CA: Regal Books, 1990), p. 120-121.
  30. Bob Logan y Jeannette Buller, Cell Church Planters Guide (Carol Stream, IL: ChurchSmart Resources, 2001). Escuché esta cita en una seríe de cintas gravadas.