Mito: La Estrategia de la Iglesia Celular es una Estrategia de Mega Iglesia

Plantar Iglesias Celulares

Joel Comiskey

2011

Este articulo viene de Mitos y Verdades de la Iglesia Celular: Principios Claves que Construyen o Destruyen un Ministerio Celular

Mito: La Estrategia de la Iglesia Celular es una Estrategia de Mega Iglesia

Cuando empecé a escribir acerca de las iglesias celulares, un comité directivo me condujo a estudiar las iglesias celulares más grandes en todo el mundo, porque estas eran las más prominentes. Me dijeron que las personas las reconocerían con mayor facilidad y se benefician más de mi estudio

Me pasé de una a dos semanas en cada una de estas iglesias, en las que su número de miembros rondaban los cientos de miles de personas y decenas de miles de grupos. Llevé a cabo entrevistas, pasé un cuestionario, y traté de comprender cada modelo en particular. Luego, clasifiqué los principios que cada iglesia tenía en común, así como lo que las hacía diferentes.

Comencé a enseñar acerca de los principios que vi en estas grandes iglesias. Sin embargo, en mis enseñanzas di la impresión que el objetivo era crecer hasta alcanzar el tamaño de estas mega-iglesias celulares. Varias veces durante mis primeros seminarios hubo personas que me retaron a tener una iglesia celular para hacerla crecer. Yo titubeaba un poco y respondía que Dios quiere el crecimiento de la iglesia, y sí, es Su voluntad que nuestras iglesias crezcan. Me resultaba difícil ocultar mi preferencia por las grandes iglesias celulares en crecimiento. Estas habían capturado mi atención, y me parecía que su ejemplo debía estimular a otras iglesias para ampliar su propia visión.

Sin embargo, me encontré con un gran obstáculo. Prácticamente todas las personas en mis seminarios provenían de iglesias más pequeñas. Y muchos se sentían incompetentes mientras yo daba ejemplo tras ejemplo de iglesias celulares grandes. Ya fuera de manera intencional o no, la esencia de mi mensaje era que crecer a grandes proporciones era una señal segura de éxito. ¿Debería ser la meta crecer para convertirse en una gran iglesia celular?

Verdad: pocas iglesias Alcanzan el Estatus de Mega-Iglesia

La mayoría de las iglesias alrededor del mundo tienen de cincuenta a cien personas. De acuerdo con el Estudio Hartford sobre las iglesias norteamericanas, la iglesia promedio en Norteamérica tiene setenta y cinco adoradores el día domingo. Incluso en Corea, la tierra admirada por las iglesias más grandes del mundo, la mayoría de iglesias son muy pequeñas.

El hecho es que la gran mayoría de pastores alrededor del mundo no han sido llamados para dirigir una gran reunión de celebración. Dios simplemente no los ha dotado para hacerlo. Administrar una iglesia tan grande involucra el manejo de detalles que la mayoría de las personas simplemente no están preparadas para manejar.

Mi amigo, Ben Wong y yo muchas veces hemos discutido acerca del problema de las iglesias celulares pequeñas, de cómo se sienten incompetentes cuando nosotros siempre enfatizamos sobre la importancia de las mega- iglesias celulares. Wong escribe,

Las iglesias pequeñas conforman la gran mayoría de iglesias en el mundo. La mayoría de pastores se convirtieron en pastores porque aman a Dios y desean amar a su pueblo. La realidad es que en una iglesia pequeña esto puede suceder de manera más efectiva. De hecho, si la iglesia se hace más grande que de 80 personas, el pastor necesitará ser más administrativo, y puede ser que necesite una habilidad que no posee. Las iglesias grandes necesitan a un emprendedor, y muy pocos pastores son así.

Cuando nosotros promovemos constantemente a las iglesias grandes, en nuestras conferencias, libros, blogs, y artículos, damos la impresión que las iglesias pequeñas son un fracaso. No lo son.

En una oportunidad me pidieron disertar sobre la iglesia celular a los líderes claves en el área de misiones a nivel mundial de la denominación Bautista del Sur, en sus oficinas centrales en Virginia. Me asaron vivo con preguntas acerca de por qué el movimiento de la iglesia celular se enfocaba en las pocas mega-iglesias celulares, como si ellas fueran la norma. Ellos deseaban una estrategia más simple y más reproducible, una que no requiriera grandes edificios, terrenos caros, y un personal numeroso.

Estaban trabajando en países en vías de desarrollo y se dieron cuenta que la tierra era simplemente demasiado cara, y el dinero invertido en los edificios era contraproducente. Ellos estaban buscando estrategias sencillas y reproducibles.

Estuve de todo corazón de acuerdo con su evaluación, y también creí que el énfasis excesivo en las mega-iglesias celulares fue imprudente. Les dije que idealmente la mayoría de iglesias celulares serían pequeñas, simples y reproducibles. Algunas, les dije, sin embargo, crecerán a un tamaño gigantesco, esto dependiendo de los dones del pastor principal y de la gracia soberana de Dios. Hice énfasis una vez más en que tales iglesias no serían siempre exuberantes, ni la norma; por el contrario, el énfasis debía estar puesto en iglesias más pequeñas y activas.

En mi libro, Planting Churches That Reproduce: Starting a Network of Simple Churches (Plantando Iglesias que se Reproducen: Iniciando una red de iglesias sencillas), hago énfasis en la necesidad de iglesias celulares más pequeñas y reproducibles que generen nuevas plantaciones de iglesias en un tamaño más pequeño.

Las iglesias más pequeñas están aquí para quedarse. Dios las tiene y las usará para Su gloria. Los pastores que están plantando células, alcanzando a los perdidos, haciendo discípulos y plantando nuevas iglesias necesitan sentirse seguros de que están en el camino correcto.