Los Básicos Celulares

Joel Comiskey

Foro de Vida Celular, 1998

En una reciente conferencia de entrenamiento SECA (Seminario de Entrenamiento Celular Avanzado) (Touch Outreach), un participante oyó por casualidad a un pastor chino que decía a otro pastor chino: «¿Los chinos realmente se abrirán unos a otros en una célula?» ¿Cuántas veces ha oído la declaración: «Puede funcionar con otras personas, pero no funcionará aquí?» La palabra «aquí» en Canadá y los Estados Unidos representan ahora a casi cada grupo étnico en el planeta. Los vientos de cambio han producido, en Canadá y los Estados Unidos, una colcha de retazos de diversidad étnica. ¿Qué puede hacer sobre los numerosos grupos étnicos que rodean su iglesia? ¿Cómo puede integrarlos en el sistema de grupos pequeños? Primero, asegúrese que el ministerio de grupos pequeños funcionará bien entre la mayoría de las culturas étnicas. El ministerio de grupos pequeños, de hecho, es probablemente más inmediatamente adaptable a las culturas «mayoritarias» en lugar de la cultura norteamericana. Por ejemplo, asisto a una iglesia celular en Quito, Ecuador. Tradicionalmente, los ecuatorianos han sido bombardeados con la metodología de la iglesia de América del Norte. Por más de cien años los misioneros han promovido los métodos y tradiciones que ellos han visto y han aprendido en su país. Pero ahora, los ecuatorianos quieren descubrir sus propios métodos — sin la ayuda norteamericana. Pero aquí radica la fuerza del movimiento celular moderno. Puedo decirles con orgullo a mis hermanos ecuatorianos que este movimiento no originó en América del Norte; más bien, empezó en Corea y ha impactado a todo el mundo. Yo les digo, de hecho, que el movimiento celular moderno ha producido los resultados más explosivos en “otras culturas” y sólo más recientemente se ha vuelto un fenómeno de América del Norte. Creo que Corea refleja mucho mejor el resto de las culturas del mundo que la cultura norteamericana — enfatizando a la familia y las relaciones cara a cara.

En América Latina, por ejemplo, hay una conciencia definida de «nosotros.» Esto es verdad en la mayoría de las culturas del «mundo de las mayorías.» El consenso del grupo es favorecido por encima de un estilo de toma de decisiones más individualista. Los estudios muestran que la cultura latina es una de las culturas menos individualistas en el mundo mientras que Estados Unidos y Canadá son catalogados entre los más altos en el individualismo. [1]

De nuevo, algunas culturas (como aquel en el que yo trabajé en durante once años) está naturalmente acostumbrado a los escenarios de grupo. Me regocijo que las células en mi iglesia han crecido de veintiuno (Oct. 1997) a 117 (Dic. 1998). Me regocijo — pero no estoy sorprendido. A los ecuatorianos les encantan reunirse en grupos pequeños, y viene naturalmente a ellos. Dado que ellos ya están «orientados hacia el grupo» y «centrados en las personas», el ministerio de los grupos pequeños fluye naturalmente.

El individualismo norteamericano ha creado una necesidad creciente por la comunidad que el ministerio de los grupos pequeños satisface. Al mismo tiempo, nuestro individualismo hace que sea más difícil relacionarnos naturalmente en el escenario de un grupo. ¿Los grupos pequeños funcionan en Norte América? Sí. ¿Necesitamos el ministerio de los grupos pequeños más que nunca? Es mejor que así lo crea. Mi punto es que tan a menudo nuestros colegas étnicos entran en la vida de los grupos pequeños más fácilmente que nosotros. Audazmente invítelos a formar los grupos.

Segundo, recuerde que el paradigma de la célula-celebración es una estrategia ideal para reunir los grupos étnicos en distintas células y pedir entonces a todas las células que realicen la celebración juntas el domingo por la mañana. De esta manera usted puede «tener-su-pastel-y-comerla-también.» Así que no dude en estimular una variedad rica de grupos homogéneos para reunirse durante la semana en su iglesia — solo asegúrese que usted también los invita a reunirse en un culto de celebración el domingo, todos juntos.

La belleza de la iglesia celular es que da la bienvenida a toda la rica creación de Dios. Esas mismas células homogéneas que se reúnen durante la semana se juntan para una celebración semanal del domingo. En estos momentos festivos, los de cada tribu, lengua y pueblo celebran juntos. La celebración en una iglesia celular hace eco de las palabras de Juan, el apóstol: «Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.» (Apocalipsis 5:9,10).

¿Así que simplemente qué es un grupo homogéneo? Una definición general, estándar es que es una agrupación sociológica suficientemente grande de individuos que se perciben a sí mismos para tener una afinidad común entre sí. Uno sólo tiene que contemplar el paisaje cultural para ver la inmensa agrupación de culturas semejantes en nuestro mundo hoy. Es un hecho de la vida que las culturas similares se agrupan.

Donald McGavran (el padre del movimiento del crecimiento de la iglesia) hizo la famosa declaración: «A los hombres les gusta volverse cristianos sin cruzar las barreras raciales, lingüísticas, o de clases.» [2] McGavran enseñó que la evangelización es más eficaz entre las personas de la misma raza, idioma, y clase. Esto se llama «la unidad homogénea» el principio del pensamiento del crecimiento de la iglesia. Muchas personas criticaron el énfasis de McGavran. Thomas Rainer escribe: «Cuando Donald McGavran empezó a defender ese principio como un principio de crecimiento de la iglesia, hubo a continuación una avalancha de críticas y debates. Clamores de «racismo», «estrechez mental», «exclusividad», y «manipulación psicológica» fueron expresados como una reacción al tan debatido principio.» [3]

¿Por qué ha habido tanto conflicto en esta área? En parte porque muchos creen que los que defienden el principio homogéneo están promoviendo un tipo sutil de racismo o que ellos están «aguando» el evangelio. Sin embargo, el mismo corazón de este principio es resumido por Rainer,

«Primero, la evangelización rápida ocurre mejor cuando las personas de una cultura comparten su fe en Jesucristo con otros dentro de su propia cultura. Segundo, los cristianos no deben insistir que una persona abandone su cultura para volverse un cristiano. Tal es la esencia del principio de la unidad homogénea.» [4]

Por lo tanto, el principio de la unidad homogénea puede ser una herramienta evangelística útil, pero nunca la meta de la vida cristiana.

Los grupos celulares evangelizan mejor cuando les permiten funcionar como unidades homogéneas. Los grupos homogéneos pueden ser étnicos en su naturaleza (por ej., chino, vietnamés, etc.), pero no necesariamente. La homogeneidad también puede incluir género, clase, u ocupación. Los grupos homogéneos también podrían incluir varias agrupaciones de edad en su iglesia, como los jóvenes, adultos mayores, o matrimonios jóvenes.

Por ejemplo, mi esposa Celyce tiene una carga especial por las madres jóvenes. Como una madre de tres niñas pequeñas, ella entiende las alegrías y luchas de la maternidad. Dios la movió para empezar un grupo celular en la casa para este grupo homogéneo. Lograr que las madres compartan no es un problema en el grupo de mi esposa. Si existe, es la dificultad para asegurarse que todos tengan una oportunidad para compartir. Estas madres jóvenes se sienten cómodas compartiendo con las que han enfrentado preocupaciones y luchas similares.

Dentro de los ocho meses, su grupo celular había multiplicado a cinco grupos. Celyce sabía desde el principio que ella tenía que empezar los nuevos grupos, si es que iba a mantener la atmósfera pequeña e íntima mientras alcanzaba a otras madres para Cristo. Una de las razones principales para el éxito del grupo es el intenso interés entre las madres jóvenes de invitar a sus amigas y miembros de la familia que están en la misma fase de vida. Los iguales se atraen.

El Centro de Oración Mundial Betania (Baker, Louisiana) alcanza comunidades enteras para Jesucristo a través de sus grupos celulares homogéneos. Ellos han descubierto que las personas están más dispuestas a invitar a sus amistades no cristianas a un grupo homogéneo, y esos mismos amigos están más resueltos para asistir a dicho grupo. Betania agregó 300 grupos celulares homogéneos en sólo 1½ año. Los grupos celulares de este tipo naturalmente crecen más rápidos, y pronto están listos para dar nacimiento a los grupos hijas.

Celebre la diversidad en su iglesia— no lo rechace. Recoja la variedad étnica en grupos celulares en los hogares. No obligue a estos grupos étnicos a entrar a la fuerza en su grupo pequeño de UNA CLASE. Diversifique. Déles opciones. Concediéndoles esta libertad, sus grupos evangelizarán más eficazmente y multiplicarán más rápidamente.

Usted puede alcanzar a los chinos — o cualquier otro tipo de personas — a través de su ministerio celular. No permita que la frase que «puede funcionar con otras personas, pero no funcionará aquí» impida su ministerio celular. Aprovéchese de la diversidad alrededor suyo. Creo que el modelo de la iglesia celular tiene una posición singular para recoger la cosecha en la variada sociedad étnica de hoy.

NOTAS

[1] Geert Hofstede, La Consecuencia de la Cultura (Beverly Hills, CA,: Sage Publications, 1980), pp. 230-231. Aquí hay algunos de los datos más relevantes con respecto a quién soy como norteamericano y misionero en América Latina: EE.UU.-91; Gran Bretaña-89; Canadá-80; Italia-76 contra Venezuela-12 (el más bajo); Colombia-13; Perú-16; México-30.

[2] Donald McGavran, Entendiendo el Crecimiento de la Iglesia, 3 ed. (Grand Rapids, MI,: William Eerdmans Publishing Company, 1990), pág. 254.

[3] Thomas Rainer, El Libro del Crecimiento de la Iglesia (Nashville, TN,: Broadman Press, 1993), pág. 254.

[4] Thomas Rainer, El Libro del Crecimiento de la Iglesia (Nashville, TN,: Broadman Press, 1993), pág. 260-61.