Reconozca los Niveles de Receptividad

Por Joel Comiskey, Comparte: Haz que Cristo Sea una Realidad para Otros

Todos estamos en una fase diferente en la jornada de la vida. Algunos están muy cerca de recibir a Jesús; otros, sin embargo, tienen un largo camino por transitar. La esencia de la evangelización es de llevar a las personas desde su nivel de receptividad, confiando que Jesús obrará en ellos.

Así a menudo, los cristianos piensan que la evangelización sólo tiene éxito cuando alguien ora para recibir a Jesús como su Salvador y Señor. Sin embargo, la única manera que una persona puede recibir a Cristo es si la semilla se ha plantado y regado, recién entonces la cosecha está lista. Tratar de recoger el fruto antes de tiempo es como si un granjero quitara una planta cuando recién ha empezado a brotar.

El Dr. James Engel, director del programa de Billy Graham para la graduación en comunicaciones en la Universidad de Wheaton College Graduate  School, desarrolló un modelo del proceso de decisión espiritual. Esta escala muestra el estado espiritual de uno que es  no es un cristiano y también de un cristiano en su  jornada espiritual:

LA ESCALA DE ENGEL

-10  El reconocimiento de lo sobrenatural

-9    Ningún conocimiento eficaz del cristianismo

-8    El conocimiento inicial del cristianismo

-7    Interés en el  cristianismo

-6    Conocimiento de hechos básicos del evangelio

-5    Reconocimiento de las implicaciones del evangelio

-4    La actitud positiva al evangelio

-3    El conocimiento de su necesidad personal

-2    Desafío y decisión para actuar

-1    Arrepentimiento y fe

0     Nace un discípulo

+1  Evaluación de la decisión

+2  La iniciación en la iglesia

+3   Se vuelve parte del proceso de hacer otros discípulos

+4   Crecimiento entendiendo la fe

+5   El crecimiento en el carácter cristiano

+6   Descubrimiento y uso de los dones

+7   Estilo de vida cristiano

+8   La mayordomía de sus recursos

+9   La oración

+10 Apertura hacia otros/compartiendo eficazmente su fe y su vida

Cada persona está en un nivel espiritual diferente en la escala de Engel. El desafío es llevar a las personas a que avancen más cerca hacia la madurez en Cristo. Si su  testimonio a un ateo lo mueve solo un poco más adelante en la escala de Engel, usted ha tenido éxito en la evangelización. O si usted tiene el privilegio de orar una oración con alguien que ya ha sido preparado para recibir a Jesús, usted también ha tenido éxito. Este concepto de la evangelización nos ayuda a comprender que Dios ha estado obrando en la vida de la persona desde su nacimiento y que nuestro trabajo es ayudar en el proceso.

Yo compartí mi testimonio recientemente con un estudiante chino que estaba sentado a mi lado en la recepción de una boda. El trasfondo de Max era budista, pero él estaba abierto a “otras religiones.” Compartí las buenas noticias de Jesucristo y Su obra en mi propia vida. Planté una semilla en la vida de Max y con esperanza lo llevé un paso más cerca para recibir realmente a Jesús.

La meta no es de simplemente conseguir que una persona «acepte a Jesús.» Jesús quiere que las personas se movilicen a +10 y lleguen a ser seguidores totalmente consagrados.

Algunos contactos pueden rendir sus vidas a Cristo en el acto mientras otros requieren de más tiempo. No presione por un compromiso cuando una persona no está lista. La clave para recordar es que la evangelización es un proceso y en algún punto en ese proceso, una persona toma una decisión por Cristo. Jesús dijo: «Aun ahora el segador dibuja sus sueldos, aun ahora él siega la mies la cosecha para la vida eterna, para que el sembrador y el segador puedan alegrarse juntos. Así el refrán: «Uno siembra y otro siega,» es verdad. «Ya el segador recibe su salario y recoge el fruto para vida eterna. Ahora, tanto el sembrador como el segador se alegran juntos. Porque como dice el refrán “Uno es el que siembra y otro el que cosecha.” Yo los he enviado a ustedes a cosechar lo que no les costó ningún trabajo. Otros se han fatigado trabajando, y ustedes han cosechado el fruto de ese trabajo» (Juan 4:36–38). Algunos sembrarán y algunos segarán pero ambos se necesitan igualmente.

El Espíritu Santo es el Director titular de la Evangelización, y Él organiza el trabajo divino en la vida de cada persona. ¡Qué privilegio para participar en Su obra! Hoy usted puede ser el sembrador pero mañana Dios puede usar a alguien para segar lo que usted sembró.