No tomes atajos en el proceso

Desarrollo del liderazgo

por Joel Comiskey

2014

En mi búsqueda del crecimiento de la iglesia, caí en la trampa de utilizar personas emprendedoras que han emigrado a la iglesia, pero no han pasado por todo el proceso de la célula. He caído en la tentación de utilizar “líderes ya formados” para ayudar en el trabajo celular. Pero también he aprendido de mis fracasos que debo evitar esto. La experiencia me ha enseñado una y otra vez que cuando tomo un atajo al proceso celular, estoy invitando a los desastres.

Es tan fácil encontrar a los “tipos de líderes” que no han completado el proceso de equipamiento y que se han transformado a través del sistema celular. Esto es cierto cuando las personas emprendedoras vienen de otras iglesias. Estos llamados “gentes dotadas” pueden tener muchas habilidades de liderazgo de negocios, pero realmente no entienden el ministerio celular y la filosofía. No han pasado por el proceso normal de la participación en una célula, formando parte de un equipo de liderazgo, en la iglesia en el equipamiento, con el líder y la multiplicación y así sucesivamente. Evite la trampa de invitarlos a posiciones antes de que hayan pagado el precio de pasar por el proceso normal de las células en la participación de células y equipamiento.

Esto es cierto tanto en la plantación de iglesias y la transición de una iglesia tradicional a la iglesia celular. Yo siempre sugiero a la transición de las iglesias, que lo mejor es que el pastor así como también los principales líderes se unan en un grupo (s) piloto que es dirigido por él. El pastor facilita el grupo (s) piloto para que los futuros líderes verdaderamente experimentan valores celulares antes de que comiencen a dirigir sus propios grupos. Esas iglesias que ignoran este consejo y toman un atajo en el proceso suelen sufrir más adelante, y los grupos se cierran o dejan de funcionar.

Estoy entrenando a un pastor de Quebec Canadá, que está muy entusiasmado con la visión celular. Ha cultivado la visión en su propio corazón con la lectura, hablando con otros pastores, y pidiendo entrenamiento. El siguiente paso es compartir su visión con los pastores, líderes clave y miembros de la directiva. Después él le pedirá a estos líderes que se reúnan con él en dos grupos pilotos (los cuales él va a dirigir) durante varios meses. Al mismo tiempo, se llevará a estos líderes a través del equipamiento de toda la Iglesia, sabiendo que serán futuros entrenadores. Después de que los grupos pilotos se multipliquen, se anunciará la visión celular a la iglesia, y les pedirá que asistan a uno de los nuevos grupos celulares. El pastor continuará promoviendo la visión bíblica del ministerio basado en células mientras que él mismo estará involucrado en el ministerio celular.

El desarrollo de líderes desde adentro exige un proceso cuidadoso que no debe evitar la búsqueda de un crecimiento rápido.