Capítulo 2: Historia del Movimiento Celular

Disertación de Joel Comiskey

Este capítulo trazará los fundamentos históricos para el ministerio de los grupos pequeños. Trazaré el ministerio de los grupos pequeños de los tiempos Bíblicos primitivos hasta el movimiento de los grupos pequeños metodista. Algunas secciones proporcionarán más información que otros mientras enfoco en los que se aplican más hoy día. Aunque en la sección introductoria presenté mi definición activa de un grupo celular, en este capítulo estaré considerando los movimientos de los grupos pequeños que no encajan en las categorías modernas. Quizás esta cita por el historiador Herbert Butterfield capta mejor la importancia histórica del grupo pequeño:

La unidad orgánica más fuerte en la historia del mundo parecería ser aquella que llamamos una célula porque es un implacable multiplicador de sí mismo; es excepcionalmente difícil de destruir; puede conservar su intensidad de vida local mientras otras inmensas organizaciones se marchitan rápidamente cuando son debilitados en su centro; puede desafiar el poder de los gobiernos; es la palanca apropiada para abrir a la fuerza cualquier statu quo. Si tomamos el cristianismo primitivo o el calvinismo del siglo XVI o el comunismo moderno, éste parece ser el camino señalado por el cual solamente un pequeño grupo de personas puede abrir un nuevo capítulo en la historia de la civilización (citado por Beckham 1993:119).

Los Grupos Pequeños en la Perspectiva Bíblica

Los grupos pequeños han jugado un papel importante en la historia bíblica. Aquí, intentaré enfocar en las referencias claras a los grupos pequeños en el Antiguo y Nuevo Testamento, en lugar de los principios implícitos.

Los Grupos pequeños en el Antiguo Testamento

Hay muchos conceptos generales del Antiguo Testamento que establecen los valores principales del ministerio de los grupos pequeños. Varios autores han recogido varios temas del Antiguo Testamento como la comunidad (Gorman 1993:34), relación (Icenogle 1994:22), y comunión (Watson 1978: 67-74), y los han aplicado a los grupos pequeños hoy.

Realmente, el Antiguo Testamento dice muy poco sobre el ministerio de los grupos pequeños. Sin embargo, una historia del Antiguo Testamento es aplicada ampliamente en el movimiento celular moderno (George 1991:125; Hurtson 1995:68; Neighbour 1990:195). Me refiero al principio orgánico que Jetro introdujo primero en Éxodo 18 cuando dio el consejo oportuno a Moisés

Al ver el suegro de Moisés todo lo que él hacía por el pueblo, le preguntó:

¿Qué es esto que haces tú con el pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo, mientras todo el pueblo permanece delante de ti desde la mañana hasta la tarde?

Moisés respondió a su suegro:

Porque el pueblo viene a mí para consultar a Dios. Cuando tienen algún pleito, vienen a mí; yo juzgo entre el uno y el otro, y declaro los preceptos de Dios y sus leyes.

Entonces el suegro de Moisés le dijo:

No está bien lo que haces. Desfallecerás del todo, tú y también este pueblo que está contigo, porque el trabajo es demasiado pesado para ti y no podrás hacerlo tú solo. Oye ahora mi voz: yo te aconsejaré y Dios estará contigo. Preséntate tú por el pueblo delante de Dios, y somete tú los asuntos a Dios. Enséñales los preceptos y las leyes, muéstrales el camino por donde deben andar y lo que han de hacer. Además escoge tú de entre todo el pueblo a hombres virtuosos, temerosos de Dios, hombres veraces, que aborrezcan la avaricia, y ponlos sobre el pueblo como jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez. Ellos juzgarán al pueblo en todo tiempo; todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así se aliviará tu carga, pues ellos la llevarán contigo. Si esto haces, y Dios te lo manda, tú podrás sostenerte, y también todo este pueblo irá en paz a su lugar. (Ex. 18:14-23).

Aunque Dios escogió a Moisés para dirigir a la nación de Israel fuera de Egipto, le faltaban las habilidades para delegar. Este consejo establece una estructura orgánica que se desciende desde los líderes sobre los miles hasta los que están sobre las decenas. Le permitió a Moisés que delegara y compartiera el liderazgo.

Los Grupos Pequeños en El Nuevo Testamento

El Nuevo Testamento, comparado con el Antiguo Testamento, tiene numerosos ejemplos del ministerio de los grupos pequeños. Cristo Mismo recogió un grupo pequeño de discípulos y la iglesia primitiva se reunía principalmente en las casas.

Cristo y los Grupos Pequeños

El primer ejemplo del Nuevo Testamento de un grupo pequeño es el que Cristo escogió. Muchos han expuesto sobre la manera como Cristo discipuló Su grupo pequeño (Hull 1988:225-250). Otros han notado el sentido especial de comunidad que Cristo desarrolló con ellos (Beckham 1995:118). Ciertamente una transformación poderosa tuvo lugar mientras los seguidores de Cristo interactuaban con su Amo en este ambiente del grupo pequeño. Garth Icenogle comenta: “Jesús modeló la manera de Dios para transformar el mundo. Él convocó a un grupo pequeño de personas para experimentar su propia jornada del éxodo juntos. . .” (1994:118).

La Iglesia Casa en El Nuevo Testamento

Vale la pena tomar en cuenta que la iglesia primitiva no tenía sus propios edificios. De los tiempos más remotos los creyentes se reunían en las casas y en el templo. Esta estructura de célula y celebración se ve primero en la Iglesia de Jerusalén después de Pentecostés. Hechos 2:46 declara: “ Perseveraban unánimes cada día en el Templo, y partiendo el pan en las casas comían juntos con alegría y sencillez de corazón. . .” El concepto de reunirse en las casas y en público es comprobado por Pablo cuando él dice en Hechos 20:20: “ y cómo nada que fuera útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas .” Banks señala que Pablo se dirige tanto a la iglesia de toda la ciudad de Corinto (celebración) y también los grupos pequeños (células) (1994:32).

La Necesidad de Grupos Pequeños Debido a la Persecución

Al principio del Siglo I la experiencia de la celebración y la célula se realizaba de forma diaria. Sin embargo, debido a la persecución, mientras progresa la historia de los Hechos, la celebración dejó de ser una experiencia diaria. William Barclay señala que principalmente debido a la persecución de la iglesia primitiva, el papel de la iglesia casa llegó a servir de norma (1955:228). John Mallison escribe: “Es casi seguro que cada mención de una iglesia o reunión local, ya sea para la adoración o el compañerismo, es en realidad una referencia a una iglesia que se reúne en una casa” (1989:5). Hadaway, S. Wright y DuBose agrega: “Desde el principio, los hogares parecían ser el lugar para las dimensiones más resistentes de la vida de la iglesia primitiva” (1987:40). Esta cita de F. F. Bruce describe la iglesia casa del Nuevo Testamento:

Las epístolas del Nuevo Testamento se refieren a menudo a las iglesias casa. A veces toda la iglesia en una ciudad podría ser lo suficientemente pequeña como para estar acomodada en la casa de uno de sus miembros; pero en otros lugares la iglesia local era bastante grande, y no había ningún edificio en el que todos los miembros podrían congregarse convenientemente. Esto era ciertamente verdad de la iglesia de Jerusalén primitiva; allí encontramos que un grupo se reúne en la casa de María, la madre de Marcos (Hechos 12:12); y aunque Lucas no llama a ese grupo específicamente la iglesia en su casa, podría muy bien haber sido descrita de esa manera. Priscilla y Aquila estaban acostumbrados a dar hospitalidad en su casa a grupos semejantes en las distintas ciudades donde ellos vivieron—por ejemplo en Efeso (1 Corintios 16:19) y Roma (1 Corintios 16:5). En Colosas misma la casa de Filemon fue utilizada para este propósito (Filemón 2) (1957:309-310).

La Relación Entre las Iglesias Casa

En su carta a los Corintios, Pablo se dirige a la ekklesia individual que se encontraba en la casa de Aquila y Priscilla (1 Corintios 16:19), pero él también saluda a la ekklesia en conjunto (1 Corintios 1:2; 2 Cointios 1:1). Lo mismo puede decirse sobre la iglesia en Tesalónica y en Roma (1 Tesalonicenses 1:1; 2 Tesalonicenses 1:1; Romanos 16:23). Esto parece indicar que existía una relación general (Neighbour 1990:44).

También se ha sugerido que en ocasiones los grupos casa se reunían para los eventos de celebración especiales. La Fiesta de Amor de 1 corintios 11 y la visita de Pablo a Troas en Hechos 20:6-12 podrían ser ejemplos de celebración conjunta. Bruce comenta: «Dichas iglesias casa parecen haber sido círculos más pequeños de compañerismo dentro del compañerismo mayor de la ekklesia de la ciudad» (1957:310). Banks también reconoce a menudo que Pablo a menudo vinculaba las iglesias casa, aunque no a través de cualquier tipo de política eclesiástica (1994:42-43).

Los Grupos pequeños en la Historia Cristiana Primitiva

En esta sección, trataré la eventual muerte de la iglesia casa en la historia de la iglesia primitiva. También resaltaré varios factores contextuales que dieron lugar a los movimientos monacales.

Cambios que Afectaron

Negativamente El Movimiento de los Grupos Pequeños

Hubo por lo menos dos desarrollos históricos que impidió la actividad de los grupos pequeños antes de la reforma. Primero, una distinción creciente entre el clero y los laicos impedía la participación laica y segundo, la legalización del cristianismo hizo que las reuniones en las casas no fueran necesarias.

Distinción entre el Clero y Laicos

Varios factores estaban funcionando detrás de la escena para agrandar la separación entre el clero y los laicos. La espontaneidad que estaba una vez tan presente en la iglesia casa local empezó a caer bajo el mando más estricto de los obispos elegidos.

Esta distinción llegó a ser cada vez más importante debido a la necesidad de apuntar a la verdadera iglesia de Jesucristo ante un número creciente de religiones alternativas (por ejemplo, Gnosticismo). Dado que el canon de las Escrituras todavía estaba surgiendo, muchas voces estaban reclamando la autoridad. La sucesión apostólica llegó a ser la manera de distinguir entre los que tenían la autoridad de Dios y los que no la tenían. Kenneth Scott Latourette explica:

Él [Ireneo]. . . era enfático en decir que los apóstoles habían nombrado como sucesores a los obispos a quienes ellos habían encomendado las iglesias. . . . Estos obispos habían sido seguidos por otros en una línea ininterrumpida que también eran guardianes y garantes de la enseñanza apostólica. Él indica que él podía, si hubiera espacio, dar las listas de los obispos de todas las iglesias, pero él solo indica a los de la Iglesia de Roma. . . (1975:131).

Varios otros padres de la iglesia primitiva fueron más allá de Ireneo y realmente intentaron establecer dicho vínculo entre los apóstoles originales y el liderazgo actual (nota 1).

Por el siglo III, esta línea de sucesión junto con los distintos oficios de la iglesia había llegado a estar bastante desarrollado. En las ciudades principales, los obispos empezaron a crecer en el poder. Su palabra era respetada y en su mayor parte, obedecida. William Brown escribe sobre ese período de tiempo:

. . . el regreso a un sacerdocio o ministerio “oficial”. . . lanzó a los laicos principalmente al papel de oidores de la Ley y espectadores del cuadro misterioso de los sacrificios. Este papel pasivo en el culto llegó a ser una vez más la experiencia normal del pueblo de Dios mientras la iglesia se desarrollaba (1992:37).

Para la época de Cipriano, uno se da cuenta del claro cambio del obispo como siervo-pastor de la grey de Dios a un gobernante administrativo (Mayer 1976:296).

La legalización del Cristianismo

Cuando el Cristianismo llegó a ser la religión del estado durante los días de Constantino, los edificios grandes y sagrados llegaron a ser más estimados que los compañerismos íntimos de las casas (Plueddemann 1990:4). Debido a la increíble «conversión» del emperador, un nuevo capítulo en la historia del cristianismo se abrió para la iglesia perseguida (Latourette 1975:91). El cristianismo fue reconocido de repente y aceptado como la religión del estado. Los cristianos podían ahora adorar ahora en los lugares públicos. Claramente este cambio afectó a la iglesia casa de una manera negativa. David Tan escribe: «La casa o la iglesia de la comunidad seguía siendo la forma normativa de la vida de la iglesia hasta el tiempo de Constantino. . . Desde ese tiempo en adelante los edificios de la iglesia (por ejemplo, basílicas, capillas) empezaron a reemplazar la iglesia de la comunidad» (1994:43).

Los Grupos Pequeños Entre el Clero

Existen pautas de que los grupos pequeño se implementaron dentro de la estructura de la iglesia oficial. Por ejemplo, Ambrosio, el obispo de Milán (339-397 DC) estaba involucrado con los grupos pequeños—pero sólo entre otros clérigos. Mayer escribe: «Ambrosio y sus clérigos asociados continuaron sacando la mayor parte de su propia fuerza cristiana de las asociaciones de grupo pequeñas. El clero auxiliar se reunía alrededor de Ambrosio y este grupo ministraba el evangelio de Jesucristo unos a otros» (1976:298).

Al parecer, varios padres de la iglesia primitiva encontraron una tremenda cantidad de fuerza en la interacción de la comunidad pequeña. Herbert T. Mayer escribe: «Éste fue el modelo común durante siglos: la fuerza y la vitalidad reales de la iglesia se hallaba en los grupos pequeños de clérigos reunidos alrededor de una catedral y del obispo o en el grupo pequeño de monjes reunidos alrededor de un líder fuerte e influyente» (1976:298). Según Mayer, St. Agustín de Hippo fue influenciado grandemente por estos grupos pequeños bajo Ambrosio (1976:298). Sin embargo, debe notarse que estos grupos pequeños sólo era entre el clero. La participación laica no era parte de esta estructura de grupos pequeños.

Los Grupos Pequeños Y El Monasticismo

Muchos creyentes, después de la legalización del cristianismo, sentían que la iglesia había perdido su visión y había sucumbido a la mundanalidad del siglo. Latourette explica:

Fue parcialmente como una reacción contra esta laxidad y en parte debido al descontento que las enseñanzas de Jesús y los apóstoles despertaron con algo corto de perfección que el monasticismo se levantó. . . Hasta cierto punto era una rebeldía del individuo contra la organización de la Iglesia católica, regimentó como eso estaba bajo los obispos y clero (1975:223).

A diferencia de Ambrosio y sus colegas que aplicaron los principios de los grupos pequeños entre el clero dentro de la iglesia visible, los monásticos primitivos, mientras usaban muchas estructuras del mismo grupo pequeño, eran personas principalmente laicas que se separaron de la estructura de la iglesia oficial para seguir la pureza. Al principio este movimiento era menospreciado por los que estaban en autoridad. Sin embargo, a fines del siglo V, el monasticismo se había extendido tanto que llegó a ser una fuerza mayor en la Iglesia Católica (Latourette 1975:222).

Del Aislamiento a La Comunidad

Muchos de estos monjes laicos fueron atraídos a una vida de aislacionismo para conseguir su propia salvación. Decenas de monasterios surgieron a lo largo del desierto de Palestina. Al principio, muchos de estos reformadores celosos eran ermitaños. Ellos se quedaron mantenían completamente dentro de su propio círculo. Sin embargo, esto empezó a cambiar. Brown escribe:

. . . gradualmente algunos de estos ermitaños descubrieron que si ellos se agrupaban en comunidades pequeñas ellos experimentaban beneficios tanto espirituales como prácticos. Pasado el tiempo muchos de los rasgos de la comunidad cristiana en Hechos 2 fueron vueltos a ser incorporados en la vida monacal, y sin embargo había todavía una separación de las personas (1992:37).

Sin embargo, debe recordarse que estas pequeñas comunidades monacales no lograron acortar la separación entre los laicos y el clero. El clero continuó teniendo sus propios grupos pequeños, mientras el movimiento laico monacal se reunía aparte.

Bandas Evangelísticas en El Monasticismo

En Irlanda, parece que toda la iglesia estaba organizada alrededor del monasterio. Uno de los rasgos sobresalientes del énfasis monástico en Irlanda era que cuando los monjes emigraban a otros países, extendían con celo la fe cristiana utilizando eficazmente los grupos pequeños llamados bandas como equipos evangelísticos (Pierson 1989:10). Muchas de estas bandas pequeñas eran bien-disciplinados y estrechamente vinculados a su orden particular con el propósito de recibir oración y el apoyo físico.

El Cristianismo Celta floreció y creció a través de los esfuerzos de los grandes evangelistas Celtas y misioneros. El movimiento misionero Celta probablemente empezó con Columba en 563 cuando él fue a Iona con doce ayudantes. Hablando de la fuerza interior que motivó a estos misioneros Celtas, Hardinge escribe: «La respuesta individual a una fuerza interior divinamente establecida para extender su fe, individualmente o en grupos, impulsó a los misioneros Celtas para ir adelante» (Hardinge citó en Pierson 1989:10).

Las olas de estas bandas pequeñas de misioneros se extendió por todo el continente. Una comunidad de monjes (diez a doce) se establecería en una zona no-cristiana en Europa y establecería una iglesia cristiana. Ellos predicarían hasta que un número fuera convertido, y después los enseñarían a los nuevos convertidos. Una vez que habían establecido la iglesia ellos salían para ir a otra parte de Europa, ya que el propósito de esos equipos evangelísticos era de establecer la comunidad monástica a lo largo de la tierra.

Los Grupos Pequeños del Período Previo a la Reforma

La Reforma protestante no era un evento aislado. Había muchos factores subyacentes que ayudaron a poner la fundación para la reforma.

Anhelando el Cambio

Antes de la Reforma protestante, un anhelo subyacente para el cambio empezó a extenderse entre los grupos como los Lollards (los seguidores de Wycliffe), los Husitas (los seguidores de John Hus), los Valdenses (los seguidores de Pedro Waldo), la Banda de Amistad, varios grupos de mujeres, y los Hermanos de la Vida Común. Aunque en distinto grado, estos grupos expresaron un anhelo por volver al sacerdocio de todos los creyentes, la autoridad de las Escrituras y una vida santa. J. Edwin Orr comenta:

Justo antes del siglo XV algo empezó a cambiar la iglesia. Resultaba en una progresión de despertares espirituales en los que los grupos pequeños estaban a la cabeza, se volvieron fuertes catalizadores o seguían como ambientes para edificación después de los avivamientos (citado en Plueddemann 1990:6).

Los hermanos de La Vida Común

Uno de esos movimientos de la reforma, que se enfocaba en los grupos pequeños, eran los Hermanos de la Vida Común. Este movimiento se originó en los Países Bajos bajo el liderazgo de Gerard Groote (1340-1384). Después de dos años en un monasterio, Groote salió para predicar el evangelio. Su predicación, él señalaba con precisión los pecados del clero y la necesidad de una reforma entre ellos (Neale 1970:76). En algún momento alrededor del año 1380, Groote escogió a doce discípulos que se reunían periódicamente con él en la casa de Forentius Radewijns (Strand 1960:22). Después de su muerte en 1384, Forentius Radewijns llegó a ser el nuevo líder y por el año 1475, el movimiento se había extendido a unas 100 casas para las mujeres y más de treinta casas para los hombres (Strand 1960:22).

Aunque una rama de los Hermanos de la Vida Común finalmente llegó a ser parte del orden monástico, este movimiento era principalmente un movimiento de la reforma para sacerdotes y laicos que estaban dispuestos a vivir juntos para la promoción de la santidad. Alberto Hyma describe este movimiento como una «. . protesta contra el formalismo de la Iglesia en el siglo XIV» (1950:7).

De hecho, el movimiento fue perseguido porque se negó a llegar a ser parte de las órdenes monásticas (Hyma 1930:25). Para defenderse de estos ataques, uno de los Hermanos, Zerbolt, escribió «El Tratado sobre la Vida Común.» En él señala que los Hermanos de la Vida Común eran simplemente hombres piadosos que escogieron reunirse en las casas privadas, compartir todas las cosas en común, y para exhortarse unos a otros (Hyma 1950:73). Hyma escribe: «Groote aconsejó a algunos de ellos que vivieran juntos en una casa, y donde pudieran. . . servir a Dios con una mayor oportunidad de éxito (1950:52).

Cada casa consistía en cuatro o más sacerdotes, aproximadamente ocho clérigos, y algunos hombres comunes (Neale 1970:96). Ninguno de los hermanos estaba limitado por un voto y la reunión era completamente voluntaria. Los que vivían en estas casas se dedicaban a compartir la propiedad, copiando libros, orando, y meditando en las Escrituras (Neale 1970:97).

Tomás á Kempis que escribió «La Imitación de Cristo» fue educado por los Hermanos de la Vida Común y después se unió a su comunidad (Plantinga 1994:1). Parece que Martín Lutero fue instruido por ellos cuando estaba en Magdeburg, alrededor de 1497 (Crouch 1987:1).

Los Grupos Pequeños

Durante el Tiempo de la Reforma

El mayor logro de Martín Lutero fue el redescubrimiento de la verdad de la justificación por la fe solamente y la autoridad de las Escrituras. Su descubrimiento hizo estragos en la iglesia medieval y abrió nuevas posibilidades para la iglesia, sobre todo para los laicos. Lutero liberó a la iglesia de su Cautiverio Babilónico (Latourette 1975:712).

Sin embargo, según el propósito de este estudio, miraremos la filosofía de Lutero de los grupos pequeños y cómo sufrió un cambio radical. Para hacer esto, sin embargo, debemos entender primero el movimiento Anabaptista que salió de la reforma y de una manera significativa dio forma a las ideas de Lutero sobre los grupos pequeños.

El Movimiento Anabaptista

Hay varias fuentes que forman este movimiento, y por consiguiente no es fácil de definir. Había también muchos grupos durante el tiempo de la reforma que manifestaban algunas características Anabaptistas. Sin embargo, había ciertas creencias que distingue a este movimiento.

Creencias Cardinales

En su mayor parte, los Anabaptistas abrazaron la enseñanza de Lutero sobre la justificación por la fe, la autoridad de las Escrituras y el sacerdocio de todos los creyentes. Sin embargo, los Anabaptistas creyeron que Lutero y los Reformadores no fueron lo suficientemente lejos. Ellos creían que sólo contaba el bautismo de los creyentes y que sólo los creyentes bautizados deben pertenecer a la iglesia local (nota 2). Latourette declara: Ellos creían en las iglesias ‘reunidas’, no idénticas con la comunidad en general, sino compuestas de las que habían tenido la experiencia del nuevo nacimiento (1975:779). Es importante recordar que la iglesia para Lutero y Calvino consistía en la comunidad entera. Era a través del bautismo infantil que uno entraba en la iglesia del estado (Latourette 1975:778) (nota 3).

Era la idea de la iglesia estatal que el movimiento Anabaptista atacaba más enérgicamente, y fue por esa razón que era perseguida tan vigorosamente. En ese día, para separarse de la iglesia del estado era como separarse de la sociedad. Se creía que dichas acciones amenazaban la misma constitución moral de la sociedad. Como dice Latourette: «. . .ellos parecían ser revolucionarios peligrosos, perturbando el orden establecido» (1975:779), y la iglesia del estado reaccionó persiguiéndolos severamente. Latourette observa: «Para fines de la década de 1520 y principios de la de 1530 fueron muertos cientos de los Anabaptistas, alguno ahogados, algunos decapitados, y otros quemados» (1975:782).

Los Anabaptistas y Los Grupos Pequeños

Fue en 1522 que los que tenían tendencias Anabaptistas se reunían en las casas para las reuniones pequeñas y privadas. Estas reuniones se extendieron en una ola de grupos de lectura laicos que se reunían principalmente en Zurich y el área circundante (Latham 1993:13). Estas reuniones de grupo pequeños eran dirigidos hacia el fortalecimiento de la fe y para incrementar el conocimiento de los cristianos entusiastas. De hecho, algunos de estos estudios de la grupos pequeños en las casas eran tan eficaces en y alrededor de Zurich que Zwinglio, el líder de la Reforma más prominente en Zurich, comentó que como resultado de estas reuniones las personas laicas conocían mejor las Escrituras que algunos sacerdotes (Latham 1993:15).

Los Grupos Pequeños como un Medio de Separación

Una razón importante por la cual los Anabaptistas se reunían en privado en casas era para confirmar su creencia que la iglesia de Jesucristo era una iglesia congregada de creyentes comprometidos. Jane Holly Latham comenta:

Los Hermanos se reunían porque sentían que los límites de las reformas de Zwinglio estaban suprimiendo la verdad. Congregándose en privado, los Hermanos esperaban descubrir la verdad y obtener la guía escritural para las reformas de la iglesia. . . (1993:17).

Como resultado de esta separación, la iglesia reformada en Zurich buscó activamente a los Anabaptistas para condenarlos a muerte. Mantz fue el primer mártir Anabaptista que fue condenado a muerte siendo ahogado con el cargo de dirigir los re-bautismos ilegales (Latham 1993:27).

La Necesidad Circunstancial para los Grupos Pequeños

Los grupos pequeños jugaron un papel vital en el movimiento Anabaptista a lo largo del siglo XVI. Sin embargo, es difícil decir si o no los Anabaptistas se reunían en las casas debido a sus convicciones teológicas o debido a la necesidad circunstancial. Lo más probable, es que era una combinación de ambos factores. Según Jim y Carol Plueddemann, los Anabaptistas experimentaron la persecución de los Luteranos, Calvinists, y Católicos combinados, que puede ser parte de la razón por lo que se reunían en casas (1990:7). Latham concluye su disertación sobre el movimiento Anabaptista diciendo:

Así como usándose como un medios eficaces de evangelización y cultivo de la fe Anabaptista, el grupo pequeño también estaba fuera por necesidad empleado. . . . Los Anabaptistas a veces se encontraron en los grupos pequeños, esparcidos por la sola razón que había interés pequeño en el movimiento. Otra razón por qué Anabaptistas se encontraron en los grupos pequeños que era porque toda la actividad Anabaptista era ilegal. . . . Los factores de interés pequeño, persecución, y el concepto Anabaptista de la iglesia como una comunidad recogida combinaron para producir la reunión de grupo pequeña como el modo principal del movimiento de existencia juntos (1994:110-111)

Lutero y los Grupos Pequeños

La actitud de Lutero hacia el ministerio de los grupos pequeños sufrió un cambio radical debido al movimiento Anabaptista. Al principio él se preocupaba por una aplicación práctica del concepto del sacerdocio de todos los creyentes y entretuvo la idea de usar los grupos pequeños como una parte de la reforma de la iglesia. Sin embargo, después a la luz de las circunstancias del contexto él cambió de parecer.

Actitud Positiva al Comienzo

En varios de sus tratados, Lutero expresó su preocupación sobre la Misa y la Liturgia, e incluso dio pautas de la necesidad de reunirse en las casas. En su Prefacio de la Misa Alemana y Orden de Servicio, habló de la necesidad de la congregación de todas las personas en un servicio de celebración. Después agregó:

El tercer tipo de servicio debe ser de un orden verdaderamente evangélico y no debe celebrarse en un lugar público para todas clases de las personas. Pero los que quieren ser Cristianos en serio y que profesan el evangelio con la mano y la boca deben firmar sus nombres y deben reunirse exclusivamente en alguna parte en una casa para orar, leer, bautizar, recibir el sacramento, y para hacer otras obras Cristianas. . . . Aquí uno podría preparar un informe y el orden aseado para el bautismo y el sacramento y centrar todo en la Palabra, oración y amor. . . (1965:63-64).

Tan observa: «Lutero vio el potencial de la iglesia casa y tenía una visión de reunirse en casas para la expresión más profunda de fe que estaba ausente en la iglesia institucional» (1994:45).

Cambio Posterior de Parecer

Puede parecer extraño que Lutero hablara de la importancia de los grupos pequeños, aunque nunca los implementó. La respuesta a este dilema se encuentra en uno de sus cartas, descubierta en 1982, que él escribió el 14 de abril de 1529 a un sacerdote compañero llamado Karl Weiss. Él había tomado en serio el consejo de Lutero sobre la formación de los grupos pequeños de «Cristianos serios» y había empezado a involucrar a su parroquia en un ministerio de grupos pequeños.

En su carta, Lutero confesó que él había «cambiado de parecer» sobre la formación de los grupos pequeños (citado en White 1983:274), declarando que él ya no creía que los «Cristianos serios» debieran reunirse en la casa para ‘orar, leer, para bautizar, recibir el sacramento, y para hacer otras obras Cristianas’. . .» (citado en White 1983:274). Parece que muchos de los eventos históricos que rodean el movimiento Anabaptista y la reacción violenta de la iglesia hacia él había alterado seriamente el pensamiento de Lutero.

Aquí están las razones dadas en la carta por el cambio de parecer de Lutero. Primero, Lutero creía que las personas se engañarían a sí mismas sobre quién es un Cristiano serio. Aquí, la doctrina de Lutero de la justificación entra claramente en juego. Lutero llegó a comprender que si uno piensa que él o ella son un «cristiano serio» existe el peligro del orgullo y una falta de entendimiento de la gracia. Él escribe: «Él [Satanás] podría lograr que nosotros aislemos a todos los Cristianos más fuertes, y que los apartemos de los débiles. Entonces los fuertes se volverían orgullosos, los débiles se rendirían, y todo se iría al infierno en un canasto» (citado en White 1983:278).

Segundo, Lutero creía «. . que dichos supuestos ‘cristianos serios’ empezarían a pensar de sí mismos como la única iglesia pura» (citado en White 1983:275). Lutero advirtió: «Si permitimos que los grupos pequeños de cristianos se separen del resto, lean la Palabra, bauticen, y reciban los sacramentos, habremos establecido una nueva iglesia» (citado en White 1983:275). Con el movimiento Anabaptista fresco en su mente, Lutero temió el divisionismo potencial de los grupos pequeños. Él escribió:

Todos los elementos [de la verdadera iglesia] estaría allí en estos grupos pequeños y, tan seguro como Satanás busca destruir nuestras almas, algún espíritu farisaico concluirá que su grupo pequeño es la iglesia, y que todos los que están afuera están condenados. Ciertamente, ya ha sucedido, si he de creer el rumor que oigo. Ciertos hermanos falsos se vuelven bautizar y después salen furtivamente de la iglesia de Dios para reunirse con otros necios desencaminados en varios agujeros y esquinas. Ellos reclaman que son los únicos verdaderos cristianas, y enseña que se deben separar de toda la iniquidad (citado en White 1983:275).

Lutero llegó a la conclusión que una atmósfera de grupos pequeños engendraría más división que unidad.

Tercero, Lutero no creía que fuera Escritural separarse de la iglesia para establecer un grupo puro de cristianos serios. Para 1529, Lutero vino a la conclusión que no había ninguna garantía Escritural para dichos grupos pequeños. Más bien, él cita los pasajes para indicar que la verdadera iglesia siempre mantuvo una mezcla de lo puro y lo impuro (citado en White 1983:276-277).

Martín Bucer

Hemos notado que el retiro de Lutero del uso de los grupos pequeños era principalmente debido a los abusos y los peligros que él imaginaba en el movimiento Anabaptista. Sin embargo, el discípulo de Lutero, Martín Bucer se dio cuenta de la imperante necesidad de reformar la iglesia por la creación de casa pequeña basó las comunidades (Latourette 1975:709).

La Reforma Eclesiológica a Través de los Grupos Pequeños

Bucer vio claramente la carnalidad y la superficialidad en su iglesia en Estrasburgo. Él enfatizó la reforma al llegar a Estrasburgo, pero la aparente futilidad de sus labores casi termina con su paciencia (D. Wright 1994:137). Bucer llegó a estar cada vez más atraido al modelo de la iglesia primitiva que daba énfasis a la célula y la celebración. Él sentía que los grupos pequeños harían que la iglesia en Estrasburgo fuera «. . más fiel a las iglesias primitivas y antiguas» (D. Wright 1994:142). D. F. Wright comenta:

Al especificar cómo funcionarían las pequeñas comunidades, el Reformador buscó una conformidad cada vez más cercana al modelo de la organización y la vida de las comunidades apostólicas, como se han descrito en los Hechos del Nuevo Testamento y las Epístolas. . . . No sólo la confesión de la misma doctrina, sino también la demostración de la misma práctica debe atestar a esta fidelidad apostólica — de allí, por ejemplo, la insistencia en el compartir de los bienes sobre el modelo de las comunidades descrito en los Hechos 2 y 4 (1994:142-143).

Cuando Bucer implementó su modelo de grupos pequeños, él sólo les permitía unirse a los creyentes serios. De hecho un miembro potencial tenía que ser entrevistado por el pastor y por los ancianos del grupo particular. La entrevista se trataba de las creencias de los miembros acerca de la doctrina, los sacramentos, conducta cristiana, y el arrepentimiento.

La aplicación de Grupos ante la Crítica

Bucer enfrentó una incesante presión y crítica para su modelo de los grupos pequeños. Como el reformador principal de Estrasburgo, él se encontraba en el corazón del debate Anabaptista porque había muchos Anabaptistas en la ciudad (D. Wright 1994:134). A la mitad de la década de 1540, el Anabaptismo aumentó rápidamente en número e influencia, y los grupos pequeños Anabaptistas se reunían en todas partes de Estrasburgo (D. Wright 1994:135). A la luz de esto, era arriesgado para Bucer abogar por una mayor reforma y sugerir la posibilidad de formar grupos pequeños para el discipulado y el crecimiento espiritual. Wright observa:

Cuanto más Bucer presionaba la magistratura para consagrar toda sus energías a la introducción de una “verdadera” disciplina eclesiástica, tanto más la iglesia de Estrasburgo parecía condenada a la degeneración y la crítica. Las lenguas calumniadoras extendieron el escándalo por el pueblo y sus Reformadores. . . (1994:135).

Wright continúa,

La creación de los grupos y otras congregaciones que. . . podría asemejarse fácilmente a las venturas separatistas de los Anabaptistas y otros sectarios, lo exponían a la crítica insidiosa cargándolo con una parte de la responsabilidad por la fragmentación de la comunidad de la iglesia de Estrasburgo (1994:140).

Sin embargo, a pesar de toda la crítica, las convicciones de Bucer lo obligaron a continuar.

La Necesidad de la Célula y La Celebración

Para Bucer, no era una cuestión de decidir apoyar la iglesia estatal inclusiva o la iglesia congregada (Anabaptista). Más bien, él sentía la necesidad por ambos. Wright concluye, “Este motivo de una doble eclesiología, al mismo tiempo basado en la mayoría y confesando, jugó un papel importante en la maduración lenta de los planes de Bucer para las comunidades pequeñas” (1994:134). Bucer sentía que él realmente habría sido “infiel” a las Escrituras si no promoviera la congregación de los creyentes en los grupos pequeños (D. Wright 1994:137).

Bucer explicó a sus críticos que en lugar de crear un divisionismo, los grupos pequeños apuntaban específicamente a promover la unidad entre todos los cristianos. El culto de adoración del domingo por mañana los reuniría. De hecho, Bucer sentía que la mesa de la comunión el domingo por la mañana era el tiempo perfecto para reunirse la “verdadera” comunidad cristiana (D. Wright 1994:141).

Los Grupos Pequeños después de la Reforma

Hay varios movimientos de grupo pequeños importantes que surgieron después de la reforma. Debido al enfoque limitado de este capítulo, me concentraré en el ministerio de los grupos pequeños dentro del Pietismo, Moravianismo, y Metodismo. Sin embargo, recomiendo una mayor investigación del ministerio de los grupo pequeños entre los Puritanos, Cuáqueros, y Bautistas.

Pietismo

Roberto Moylan, en su disertación: «El Pietismo Luterano: Paradoja o Paradigma,» resume la meta del Pietismo de esta manera:

Era la intención del Pietism clásico de reafirmar, hasta donde fuera posible, la esencia y el poder de la Iglesia primitiva» —la iglesia de los siglos I y II. . . . Los Pietistas parecen haber concluido que pudiera lograrse lo mejor a través de lo que se ha reconocido como el tema del movimiento de renovación Pietista: Cambie la Iglesia cambiando al individuo (1992:156).

Donald Bloesch agrega: «Entre las características del Pietism que sobresalen está el énfasis en la religión del corazón. . . . En el movimiento Pietista hay un énfasis existencial, un llamado para estar involucrado personalmente en la verdad de la fe” (1973:106).

El Trasfondo de los Tiempos

El Pietismo era un movimiento de renovación que tuvo lugar siguiendo a la trágica guerra de treinta años en la que gran parte de Alemania fue devastada. Era un tiempo cuando muchos estaban buscando respuestas. En su mayor parte, ellos no estaban encontrando esas respuestas en la iglesia luterana. Latham escribe: «. . la Iglesia Luterana en Alemania del siglo XVII estaba formada principalmente de cristianos nominales que asistían a los cultos de la iglesia que eran tediosos y aburridos. Los ministros predicaban el legalismo teológico que nadie podía, o quería, entender» (1993:58). Había también embriaguez e inmoralidad entre el clero. La condición espiritual de Alemania era muy baja (Latourette 1975:895). Los cultos de la iglesia eran formales y estériles. El Pietismo debe entenderse en este contexto.

Felipe Jacobo Spener

En este contexto seco, estéril, e inmoral, nació Felipe Spener (1635). En 1666, como pastor luterano en Frankfort, se dio cuenta de la necesidad de nutrir y promover una vida más profunda entre los miembros de la iglesia (Latourette 1975:895). Latourette observa: «. . él reunió en su propia casa un grupo para cultivar la vida cristiana por medio del diálogo sobre los sermones del domingo, la oración, y el estudio de la Biblia” (1975:895). Este movimiento se extendió y los grupos llegaros a ser conocidos como el collegia pietatis.

Los Grupos Pequeños en el Pietismo

Spener creyó que el cambio solo podría tener lugar mientras los creyentes se reuniran en grupos pequeños para el estudio de la Biblia, la oración, adoración, y comunión. La meta de estos grupos era el discipulado y la santidad. Por consiguiente, Spener quería que sólo los creyentes serios asistieran (Latham 1993:63). Doyle Young escribe:

El propósito de los grupos era renovar la ekklesia mayor, la Iglesia. Si la Iglesia entera fuera renovada, debería hacerse un comienzo con esos cristianos serios en cada congregación. Éstos. . . iglesias pequeñas dentro de la Iglesia, sin embargo, no tenían la intención de reemplazar la iglesia institucional (1989:108).

Damien Sangwoong Sohn describe la importancia del grupo pequeño en el Pietismo cuando dice: «La reunión del grupo pequeño era la dinámica interna del Pietismo para la verdadera renovación práctica y la expansión del ministerio cristiano más allá del clero» (1990:102).

Varios Aspectos de los Grupos

Lo siguiente son sólo algunas de las características principales que estaban presentes en los grupos pequeños de Spener:

Liderazgo .— Era necesario que un líder calificado estuviera presente en estas reuniones para evitar la doctrina falsa. Parece que esta persona normalmente era un pastor o un profesor que estaba dispuesto a tomar la responsabilidad por el grupo (Latham 1993:67). Sin embargo, el líder no debía dominar el diálogo. Más bien, él debía avivar la participación entre los que estaban presentes. Felipe Jacobo Spener escribe:

El profesor, como el líder, debe reforzar las buenas observaciones. Si él ve, sin embargo, que los estudiantes se están apartando del fin previsto, debe proceder de una manera clara y amistosa de ponerlos correctamente sobre la base del texto y mostrarles qué oportunidades tienen para aplicar esta o aquella regla de conducta en práctica (1964: 113).

Participación .— Como ya se mencionó, aunque el líder siempre estaba presente, se daba la oportunidad para que cada uno pudiera participar. El sermón del domingo podría ser el punto de partida para la discusión, pero entonces cada persona debía contribuir según su propia comprensión. Refiriéndose a la parte de la lección del estudio Spener escribe: «Esto [el estudio] debe hacerse en tal manera que a cada estudiante se le permita decir lo que piensa sobre cada versículo y cómo encuentra que se aplica para su propio beneficio y para el de los demás» (1964:113).

El énfasis de Spener en la participación era el resultado de su convicción teológica acerca del sacerdocio de todos los creyentes. Bloesch escribe: «El sacerdocio de los creyentes, aunque tenía un lugar prominente en la teología de los Reformadores, tuvo una encarnación concreta en el Pietismo» (1973:118). Spener agrega:

No se hará ningún daño al ministerio por un uso apropiado de este sacerdocio. De hecho, una de las razones principales por qué el ministerio no puede lograr que todo lo que debía es que es demasiado débil sin la ayuda del sacerdocio universal. Un hombre es incapaz de hacer todo lo que es necesario para la edificación de las muchas personas que generalmente son confiadas al cuidado pastoral (1964:95).

Equilibrio entre la Célula y la Celebración. — Spener tuvo mucho cuidado de incluir su énfasis en los grupos pequeños dentro de la eclesiología luterana y así evitar el Anabaptismo. Como Lutero, Spener era parte de la iglesia estatal. Su meta era hacer la iglesia estatal más santa y más parecida a Cristo por medio del ministerio de los grupos pequeños. Estas reuniones sólo servían para complementar el culto de adoración del domingo de mañana— no para reemplazarla. Él ni siquiera les permitía a las personas llamar a los grupos «la verdadera iglesia,» para evitar el conflicto doctrinal (Young 1989:109). Spener tampoco permitió la celebración de los sacramentos en estas reuniones. La comunión sólo era reservada para toda la congregación (Young 1989:108).

Críticas a las Reformas de Spener

Las reformas de Spener dieron inicio a una ola de protestas. Muchos lo acusaron de ser desleal a la doctrina luterana. Latourette observa: «En esto sus antagonistas no estaban totalmente equivocados. Aunque él no atacó la ortodoxia luterana, Spener sostenía que si uno se había convertido de verdad y era recto de corazón, las diferencias doctrinales eran relativamente insignificantes» (1975:895). Parte de la oposición surgió en Francfort porque había los que iban a las reuniones en los hogares, pero después no asistían a los cultos de adoración públicos y no participaban en la cena del Señor (Latourette 1975:895). Había también los que usaban la comunión de los grupos pequeños como una oportunidad para interpretar la doctrina de manera estrecha y crear una cuña legalista entre los que ellos consideraban convertidos de verdad y los que no lo eran (Mackintosh citado en Moylan 1992:159).

La Extensión del Pietismo

Aunque la constante oposición dificultaba las reformas de Spener, el movimiento se extendió mucho más allá del propio ministerio de Spener. Muchas iglesias luteranas empezaron a practicar sus principios. A través de la enseñanza de Francke en la universidad de la doctrina Pietista se extendió a lo largo de todo el mundo. Nicolás von Zinzendorf, el fundador de la Iglesia Morava, fue fuertemente influenciado por el Pietismo mientras estaba en Halle. Juan Wesley a su vez fue tocado por medio de los Moravos. Como declara Sohn: «Misiológicamente hablando, éste [el Pietismo] formaba parte de la base de lanzamiento de la Misión del Mundo Protestante» (1990:50).

El Pietismo también ha influido grandemente el movimiento de los grupos pequeños hoy día. Los grupos del Pacto que Roberta Hestenes y otros han abanderado realmente son un brote de los grupos pequeños en el Pietismo (Moylan 1992:160-175). También puede argumentarse que el movimiento del estudio biblico puede remontarse en general al Pietismo.

Los Moravos

El movimiento Moravo empezó en 1722 cuando unos refugiados de las persecuciones de los protestantes en Bohemia y Moravia se establecieron en la propiedad del Conde Nicolás von Zinzendorf (1700-1760). Como se observó antes, fue influenciado fuertemente por la tradición Pietista.

Historia de los Comienzos

En 1457, un grupo estableció una colonia en Lititz, en la Frontera de Bohemia donde siguieron las enseñanzas de Juan Hus. En 1467, sesenta años antes de la Reforma protestante, fundaron su propio ministerio independiente conocido como Unitas Fratrum, la Unidad de los Hermanos. Durante la Guerra de Treinta Años, en 1620, los Hermanos fueron obligados a ir bajo tierra. Su líder, el Obispo Juan Amos Comenius huyó a Polonia con una banda pequeña de refugiados. Este grupo se extendió a Bohemia y la vecina Moravia, y finalmente algunos fueron a la propiedad de Zinzendorf donde les permitieron establecerse.

Nicolás von Zinzendorf

Zinzendorf había sido educado en Halle, era un Pietista devoto, y el ahijado de Spener (McCallum 1996:4). F. Ernest Stoeffler observa: «Durante su tiempo en Halle los regalos especiales de Zinzendorf, su habilidad lingüística, sus calidades de liderazgo, su habilidad de concebir sus nuevos planes, se habían vuelto abundantemente claras. . .» (1973:134). Su ardiente deseo para Jesús y su visión de extender el evangelio a los fines de la tierra se cumplió a través de los refugiados que vinieron a su propiedad. Latourette escribe: «En el grupito de refugiados perseguidos él vio los medios para cumplir esa visión” (1975:897).

La Iglesia Morava

Zinzendorf percibió el mundo entero como su parroquia. Sin embargo, no estaba interesado en establecer una denominación (Stoeffler 1973:160). Más bien, su pasión era mandar misioneros hasta lo último de la tierra. Cuando llegó a ser imposible de hacerlo sin una estructura de iglesia más organizada, él consintió y llegó a ser el primer obispo. Fue a través de esta nueva estructura eclesiástica que muchos misioneros fueron enviados alrededor del mundo (Latourette 1975:897).

Los Grupos Pequeños en La Iglesia Morava

Young escribe: «Como los grupos Pietistas de Spener, las comunidades Moravas debían ser ecclesiolae in ecclesia (iglesias pequeñas dentro de la Iglesia) cuyo propósito era renovar toda la iglesia» (1989:110). Los Moravos ofrecieron al movimiento de renovación de la iglesia las técnicas de la sociedad, la clase, y la banda” (Young 1989:110). En su disertación doctoral sobre la renovación de los grupos pequeños, William Brown asevera:

Quizás uno de los usos más deliberados y exitosos del principio de los grupos pequeños en la historia de la Iglesia es el sistema de la banda del Conde Zinzendorf en medio del siglo XVIII. Las micro-comunidades de Herrnhut combinaron los aspectos de la comunión y el compartir, la corrección mutua y la confesión, oración y un sentido urgente de misión para enviar el evangelio al mundo y traer la renovación a los cristianos. Ellos hicieron uso del liderazgo laico y literalmente siguieron el tipo de reuniones aconsejados en Santiago 5:13-16 (1992:38).

Las Bandas

Aún antes de que la Iglesia Morava fuera plenamente operacional, se formaron las bandas personales para los refugiados y las personas que habían venido a vivir a Herrnhut (Hamilton 1967:32). Su propósito era promover el crecimiento personal en la gracia y la comunión entre las almas gemelas y las asociaciones libres e informales de los que se sentían atraídos los unos a los otros. Ellos se reunían en frecuentes conferencias para la oración y el diálogo íntimo de sus experiencias personales. Cada miembro de la congregación podría unirse a la banda donde más congeniara o una en cuyo líder él tuviera una confianza especial. Había también grupos específicos para las mujeres que promovía la Señora Zinzendorf.

Los Coros

Más tarde en el desarrollo de la Iglesia Morava, las congregaciones estaban divididas en coros o grupos según la edad, sexo y estado matrimonial (nota 4). Cada grupo tenía sus propias reuniones y los grupos adultos tenían sus propias casas donde vivían los miembros y llevaban a cabo sus actividades usuales (Hamilton 1967:37). Jacob Sessler muestra un cuadro claro de estos grupos:

Desde los primeros años se enseñaba a los niños que ellos pertenecían más a la Iglesia que a sus padres. Ellos llegaban a ser la propiedad de la Iglesia, y se esperaba que cuando crecieran debían servir a la institución que los había nutrido y los había cuidado en su niñez y adolescencia. La base para la amplia obra de la misión de los Moravos se encuentra principalmente en su firme creencia que la Iglesia tenía el primer reclamo sobre sus vidas. . . . Cuando después fueron llamados para ir a los campos misioneros distantes, su pasado entrenamiento hizo que fuera más fácil para ellos, ya que tenían muy pocas ataduras de sus padres o de sus casas para romper (1933: 98-99).

Parece que con el tiempo que los coros obligatorios, divididos según sus edades, llegaron a ser más importantes que la familia. F. Taylor y K. Hamilton observa: «Con el tiempo las asociaciones voluntarias cultivadas en la banda fueron suplantadas por la membresía compulsivo en el coro con la subordinación de la vida familiar que esta institución produjo en su auge» (1967:37).

Los Metodistas y Los Grupos pequeños

El movimiento metodista fue grandemente influenciado por los Moravos. Juan Wesley fue conducido a la convicción de la salvación y a una relación personal profunda con Dios como resultado de su contacto con los Moravos; obtuvo muchos de sus conceptos de los grupo pequeños también de ellos. Brown asevera:

El sistema de la banda de Zinzendorf fue adaptado por Juan Wesley como la base para sus reuniones de la banda. Wesley los introdujo para dar la oportunidad para la confesión mutua (según Santiago 5:16) y ofrecer estímulo y apoyo para superar la tentación y desarrollar un estilo de vida cristiano (1992:38).

Él estaba tan impactado por los Moravos que fue a Alemania, se reunió con Zinzendorf, y pasó varios días en Herrnhut. Aunque criticaba algunos aspectos del movimiento, adoptó algunos de sus métodos en su propio ministerio (Latourette 1975:1025).

Muchos creen que fue por los grupos pequeños que el Metodismo tuvo tanto éxito. T.A. Hegre escribe:

Creo que el éxito de Wesley fue debido a su hábito de establecer los grupos pequeños. Sus convertidos se reunían regularmente en grupos de alrededor de una docena de personas. Si el grupo llegaba a ser demasiado grande, se dividía, y podía continuar para dividirse vez tras vez (1993:8).

La Orientación de Wesley hacia los Grupos Pequeños

Desde una edad temprana, Dios en Su soberanía preparó a Wesley para el ministerio de los grupos pequeños. Plueddeman escribe:

Su propia madre, Susana, había comenzado reuniones hogareñas en la rectoría en los años anteriores. Éstos comenzaban con tiempos devocionales que Susana dirigía para sus hijos. Unos vecinos pidieron para asistir, y finalmente el grupo creció por encima de las 200 personas. . . la visión para los grupos en los hogares llegaría a ser una dinámica importante en el ministerio de sus hijos, Juan y Carlos (1990:8).

Los Talentos de Wesley para los Grupos Pequeños

Wesley no sólo tenía un trasfondo de los grupos pequeños, sino que también era un excelente administrador. En realidad, él sentía que su talento primario estaba en su habilidad para organizar a las personas (Latourette 1975:1026). Wesley también era muy bueno en adaptar la metodología de otras personas para satisfacer sus propios fines. Latourette observa que él tenía «. . . una capacidad especial de aceptar las sugerencias y adoptar y adaptar los métodos de varias direcciones» (1975:1026). Hunter dice:

Él aprendió de la exposición en los grupos en los hogares (el ecclesiolae in ecclesia) que el líder Pietista luterano Philip Jacob Spener desarrolló para alimentar la renovación y la evangelización, y Wesley aprendió particularmente de los Moravos. Wesley también aprendió de los grupos Anabaptistas y de las ocasionales «sociedades» con la iglesia de Inglaterra, así que su movimiento de los grupos era protestante ecléctico (1996:84).

La Visión de Wesley para los Grupos Pequeños

Como Bucer y Spener, Wesley quería que el pueblo de Dios experimentara la comunidad del Rey. Por consiguiente, él llegó a ser un estudiante del libro de Hechos y el modelo de la iglesia del Nuevo Testamento. Hunter explica:

Él sentía que si él atraía a las personas para que se juntaran en células para desafiar y para animarse unos a otros a vivir diariamente como cristianos, a través de sus experiencias prolongadas, el contagio y el poder de la iglesia apostólica se movería en la historia humana una vez más (1996:84).

La Organización de los Grupos Pequeños de Wesley

Wesley creía que los grupos pequeños eran el instrumento de Dios para implementar el cambio. Él comprendió que el cambio a largo plazo requería una estructura orgánica eficaz, y así trabajó mucho para construir una amplia red de los grupos pequeños.

Las clases

Las clases fueron la piedra angular de la organización metodista. Sin ellas, el movimiento no habría experimentado tanto éxito.

Historia de los Comienzos .—Había dos razones por lo menos detrás de la creación de las clases. Primero, las clases fueron organizadas originalmente para recaudar dinero para la obra metodista. Se requería que cada miembro diera un penique todas las semanas. Segundo, en 1742, Wesley comprendió que demasiados cristianos se estaban apartando (Young 1989:112). Por esta razón las clases asumieron un nuevo significado como un medio para corregir este problema.

Liderazgo .—Gran parte del éxito de las clases era el sistema de liderazgo. Éstos son los principios clave que Wesley estableció.

  • Los líderes eran designados (en oposición a las bandas donde los líderes eran elegidos) (Pallil 1991:110).
  • Las mujeres podían ser líderes laicas (llegaron a ser una mayoría) (Brown 1992:39).
  • La selección de los líderes estaba basada en el carácter moral y espiritual, así como el sentido común (Brown 1992:39).
  • El liderazgo era «plural,» es decir, había más de un líder, para que la dirección espiritual fuera compartida (Young 1989:113).
  • No se empezaban los grupos a menos que estuviera disponible un liderazgo adecuado. Hunter observa: «Él [Wesley] no veía ninguna virtud en empezar un nuevo ministerio o la vida de grupo que se muere poco después de su nacimiento, o es frenado en su crecimiento» (1989:119).
  • Los líderes de la clase eran de hecho pastores. Snyder escribe: «Éste era el sistema normal, basado en parte en la convicción de Wesley de que la supervisión espiritual tenía que ser íntima y personal y que la pluralidad de líderes era la norma en una congregación (1980:58).
  • La dirección de la clase se reunía semanalmente con los líderes de la sociedad superior. Ellos practicaban el modelo Jetro (nota 5). David Lowes Watson dice: «Ellos se reunían todas las semanas con el predicador nombrado por Wesley como el ministro de su sociedad, tanto para informar sobre sus miembros y de ellos mismos y para recibir consejo e instrucción» (1986:38).

Actividad en Grupo .—La reunión de la clase no era un evento muy organizado. Normalmente duraba una hora, y el evento principal era «informar sobre su alma» (Snyder 1980:55). La clase empezaba con una canción de apertura. Después el líder compartía una experiencia personal, religiosa. Después, inquiriría sobre la vida espiritual de los que estaban en el grupo. Cada miembro daba un testimonio sobre su condición espiritual. Antes de terminar con oración, había una ofrenda para apoyar el ministerio.

David Lowes Watson, en Discipleship Responsable, escribe: «Era una reunión semanal, una sub-división de la sociedad, en donde se exigía a los miembros que se rindieran cuenta unos a otros de su discipulado, y de esa manera sostenerse unos a otros en su testimonio» (1986:13). La reunión estaba basada sobre el compartir de la experiencia personal de la semana anterior (Pallil 1991:107). Mallison escribe:

La reunión de la clase era la base de cada sociedad metodista; se esperaba que todos los miembro pertenecieran, hablaran libremente y claramente sobre cada tema de sus propias tentaciones a los planes para establecer una nueva reunión de cabaña o visitando a los que tenían problemas (1989:127-28).

Desde los comienzos en adelante, Wesley aprendió la importancia de permitirle a cada miembro del cuerpo de usar su don. En los primeros tiempos, varios miembros de las clases empezaron a predicar el evangelio. Wesley estaba preocupado, sin embargo su madre, Susana, lo animaba para que él permitiera dicha predicación. Wesley cedió, y los predicadores laicos llegaron a ser un rasgo excelente del Metodismo (Latourette 1975:1027).

Disciplina .—Las reuniones de clase contribuyeron a los objetivos globales de la sociedad metodista manteniendo principalmente las sociedades metodistas bajo estricto control. Snyder comenta: «Las reuniones de clase no fueron diseñadas meramente como grupos de crecimiento cristiano, sin embargo, o principalmente como células para la koinonia, aunque de hecho sirvieron para esa función. Su propósito primario era la disciplina» (1980:38).

Wesley no dudaba en expulsar a alguien de la sociedad si él o ella no estuvieran siguiendo al Señor sinceramente. Él conocía la condición de cada miembro a través de las estructuras de rendición de cuentas de la clase. Los informes de las células eran recibidos regularmente (Snyder 1980:57). Antes que una persona pudiera unirse a la sociedad metodista, él o ella tenía que participar activamente en una clase. A uno no le era permitido unirse con el grupo grande, la sociedad, antes de unirse al grupo pequeño o clase (Young 1989:113). Hunter observa: «. . todos los Metodistas pertenecían a una clase. En realidad, la clase era el punto principal de entrada del Metodismo para buscadores “despertados” que todavía no habían experimentado la justificación y la nueva vida pero que deseaban dicha experiencia» (1996:85).

Evangelización .—Uno de los aspectos más emocionantes del sistema de clases era su énfasis evangelístico. Brown dice:

Los grupos también tenían una clara función evangelística mientras las personas se convertían durante las reuniones y los miembros que se habían apartado podían renovar su compromiso con Cristo. Wesley sabía que los comienzos de la fe en la vida de una persona podría ser incubada más eficazmente hacia una fe salvadora en un cálido ambiente cristiano que en el frío del mundo (1992:39).

Hunter declara: «Para Wesley, la evangelización. . . tuvo lugar principalmente en las reuniones de clase y en los corazones de las personas en las horas que siguen a las reuniones de clase» (1987:58).

Wesley estaba claramente interesado más en el discipulado que en la decisión. No estaba convencido que una persona había tomado una decisión para Cristo hasta que estuviera involucrado en un grupo pequeño. Young escribe: «Las clases servían como una herramienta evangelística (la mayoría de las conversiones ocurrían en este contexto) y como un agente discipulador» (1989:113).

Multiplicación .—Según George Hunter, Wesley era un estratega del crecimiento de la iglesia. Hunter escribe: «Él fue impulsado a multiplicar las ‘clases’ porque éstos servían mejor como grupos de reclutamiento, como los puertos de entrada para las personas nuevas, y para involucrar a las personas despertadas con el evangelio y el poder» (1987:56). Wesley predicaba y después invitaba a las personas a unirse a una clase. Su primer objetivo en su predicación era el comienzo de las clases (1987:57) (nota 6). Wesley no empezaba una clase si no la podía manejar eficazmente, y él no predicaba donde no podía enrolar a las personas en clases (1987:56).

Las Bandas

Las bandas representaban otro nivel en la organización metodista. Las bandas empezaron en 1738, antes de las clases, y siguieron el modelo Moravo de promover la renovación espiritual de todos los miembros (Latourette 1975: 1026). En cierto tiempo, había varios tipos de bandas, pero finalmente fueron disueltos y las clases tomaron su lugar (Pallil 1991:105) (nota 7). Las bandas fueron organizadas según el sexo, edad, y el estado civil y generalmente tenían aproximadamente seis personas (Brown 1992:38). A diferencia de las clases, la asistencia no era requerida y sólo aproximadamente veinte por ciento se unió alguna vez a una banda (Young 1989:112). En cada reunión de la banda, los miembros nos preguntaban por los pecados que ellos habían cometido desde la última reunión, las tentaciones con las que tenían que luchar, y cómo fueron librados de esas tentaciones.

Las Sociedades

La sociedad era el nivel congregacional, como la conocemos. Las personas que permanecían comprometidas en su búsqueda de una nueva vida, y asistía a la reunión de la clase regularmente, automáticamente eran integrados para formar parte de la sociedad después de tres meses (Hunter 1996:85). Hunter hace una comparación importante:

Una Sociedad metodista estaba compuesta de la suma total de las clases unidas a él. Como la membresía de uno en los comienzos del cristianismo era principalmente a una iglesia de casa y de forma secundaria a toda la Iglesia dentro de la ciudad, así que en los comienzos del Metodismo la membresía primario de uno era en la clase y luego secundariamente en la sociedad (1996:85).

El Papel de Wesley

Wesley siguió volviendo atrás y delegando a otros a niveles más altos de liderazgo. Latourette dice:

Durante un tiempo Wesley mismo visitaba a cada una de las sociedades para supervisarlas e imponer la disciplina. Mientras crecían esto llegó a ser imposible y reunió a sus predicadores en conferencias anuales. . . . Como las sociedades y los predicadores llegaron a ser más numerosos, él estableció los “circuitos” con los predicadores viajantes y pronto, como ayudantes para él mismo, un superintendente fue puesto a cargo de cada circuito. Él mantenía un control autocrático sobre todo (1975:1027).

El Crecimiento del Movimiento

Se nos ha dicho que finalmente cientos de miles de personas participaron en el sistema de los grupos pequeños (Brown 1992:39). Snyder informa: «Para cuando el Metodismo había alcanzado a 100,000 miembros al final del siglo, el movimiento debe de haber tenido más de 10,000 clases y líderes de banda con un total quizás igual o más numeroso de otros líderes» (1980:63). Este sistema de bandas y clases continuó por más de un siglo (1980:62) (nota 8).

Conclusión

Se pueden aprender muchas lecciones importantes del estudio histórico de los grupos pequeños. En el Antiguo Testamento, el cuidado de los líderes recibe un nuevo significado a través de una estructura orgánica. En la iglesia del Nuevo Testamento, aprendemos sobre el modelo de la célula y la celebración que tantos han seguido en las generaciones subsiguientes. Mayormente, a través de un ejemplo negativo, la separación entre el clero y los laicos en la historia de la iglesia primitiva refuerza la necesidad de dar énfasis al sacerdocio de todos los creyentes.

Los primeros Reformadores (sobre todo Martin Bucer) nos enseñan cómo se pueden usar las estructuras de los grupos pequeños para llamar a la iglesia para que vuelva a un cristianismo vital. La estructura de los grupos pequeños entre los Anabaptistas nos ayuda para aprender más sobre la naturaleza de la verdadera iglesia—la comunidad congregada. En el Pietismo, obtenemos una mirada a la manera cómo se usaban los grupos pequeños en un papel complementario dentro de la iglesia estatal. De las estructuras de los grupos pequeños de los Moravos y los Metodistas observamos cómo los grupos pequeños contribuyen al crecimiento de la iglesia enfatizando la evangelización y el discipulado.

Es importante entender que la historia del cristianismo ha ayudado a desarrollar muchos conceptos utilizados en el movimiento del grupo celular hoy día. Como siempre, debemos recoger los principios del pasado que a su vez nos harán más eficaces en el futuro ministerio.

NOTAS FINALES

  • Nota 1: Muchos de los primeros padres de la iglesia (por ejemplo, Cipriano) hizo extensas listas que supuestamente conectaban a los obispos en ese tiempo al mismo Pedro.
  • Nota 2: El nombre Anabaptista significa «rebautizado.» Este nombre fue dado por sus críticos, ya que ellos rechazaban el bautismo infantil como contrario a las Escrituras y consideraban válido sólo aquel bautismo que se administraba a los creyentes conscientes (Latourette 1975:779).
  • Nota 3: Latourette observa que Lutero no estaba completamente de acuerdo con la iglesia del estado porque chocaba con su enseñanza sobre la salvación por medio de la fe (1975:775). Calvino lo evitó un tanto enseñando que sólo los elegidos serían salvos finalmente y no porque uno fuese bautizado como un infante (1975:778). Quizás el paradigma de la iglesia estatal era tanto cultural como religioso. En otras palabras, la práctica de la iglesia del estado no sólo era una enseñanza traída de la tradición católica, pero servía como un instrumento para el orden y la transmisión cultural.
  • Nota 4: Había grupos para viudos, viudas, personas casadas, hombres solteros, mujeres soteras, jóvenes adultos varones, jóvenes adultas mujeres, jovencitos y jovencitas.
  • Nota 5: Estoy usando los términos modelo Jetro para referirme al consejo de Jetro a Moisés en Éxodo 18. En este sistema, cada líder celular tiene alguien ante quien él o ella son responsables.
  • Nota 6: Al parecer, la multiplicación de clases era principalmente el resultado de plantar nuevas clases desde cero. William Walter Dean, en su disertación sobre el sistema de clases de Wesley escribe: «La división celular era mucho menos común de lo que se podría haber esperado. La formación de nuevas clases era por lejos el enfoque más frecuente para el crecimiento» (Dean 1985:266).
  • Nota 7: Por ejemplo, un tipo de banda fue llamado: «La Venda Penitente.» Estas bandas fueron provistas para personas que se habían apartado y que ahora estaban buscando la restauración (Hunter 1996:85).
  • Nota 8: Desde 1738 a 1798 el movimiento creció de cero a 149 circuitos con 101,712 miembros.