Comenzando bien el año con Jesús

por Joel Comiskey

2017

Debido a que una escuela en Texas no tenía un sistema de rociadores en funcionamiento, 200 personas perecieron cuando un incendio quemó los edificios. El director comenzó a reconstruir la escuela después de que el shock inicial había pasado. Llamaron a empresas líderes en equipos de prevención de incendios, para instalar un sistema de rociadores. Cuando se abrió la nueva escuela para inspección pública, el director mostro los nuevos rociadores en cada habitación, para eliminar los temores de un nuevo desastre. La escuela funcionó sin problemas durante varios años, pero se necesito agregar algunas mejoras a la estructura existente. A medida que el trabajo avanzaba hicieron un descubrimiento sorprendente. ¡El nuevo equipo de extinción de incendios nunca se había conectado al suministro de agua! Tenían lo último en tecnología y equipamiento, pero era inútil.

Jesús dijo: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.” (Juan 7: 37-38). Algunos líderes hacen los procedimientos correctos y llevan a cabo sus deberes religiosos, pero no están conectados a la fuente del agua viva. Todo parece estar en orden, pero no hay vida, ni abundancia de agua viva.

En el ministerio celular, es fácil depender del plan de estudios y no del Espíritu de Dios. Se han publicado interminables guías de estudio y videos en línea que ofrecen una solución instantánea. La comprensión de muchos es que, a menos que haya un contenido excelente, la gente no volverá. La clave es encontrar material excelente y luego hacerlo funcionar perfectamente. Pero, ¿es posible tener el mejor material sin el suministro de agua viva?

El Capítulo 7 de nuestro próximo libro Grupos que prosperan, se titula “¡Deja de estudiar tanto y comienza a orar!”. Una de las sorpresas que Jim Egli y yo descubrimos, es que la preparación espiritual es mucho más importante que la preparación de la lección. Los líderes fructíferos se mantienen en sintonía con Jesús, escuchan su voz para sus células ministran de la abundancia de agua viva.

Tomo té negro casi todas las tardes. Después de hervir el agua, dejo las bolsas de té el tiempo suficiente para permitir que el este se disperse en el agua caliente. Si los saco demasiado rápido, el té no va a disolberse por completo, y si solo meto el té en el agua caliente, apenas podré probar el té. Una gran taza de té negro primero se disuelve completamente en el agua caliente.

Los líderes efectivos siguen un patrón similar, no solo entran y salen de la presencia del Espíritu; más bien, se permiten sumergirse por completo, de modo que el Espíritu impregne a todos su ser. Luego, cuando ministran, tienen un sentido invisible de dirección y poder. Dios está trabajando en ellos y la gente lo sabe.

Si eres pastor, comprométete a pasar tiempo con Jesús todos los días en este 2018. Él te dará la dirección y la sabiduría a diario para dar los pasos correctos. Si eres un líder celular, recuerda que la preparación espiritual es más importante que el estudio de la lección para tu célula.