Por Joel Comiskey, Viviendo en Victoria: 9 Verdades Espirituales para la Transformación y la Renovación
Recientemente hablé en un seminario web sobre el tema de mi libro Groups that Thrive (grupos que prosperan). Durante el tiempo de preguntas y respuestas, alguien dijo: “¿Hacemos discípulos exclusivamente a través de la iglesia local?” “No yo dije. “Nos convertimos en discípulos de Jesucristo tanto individualmente como a través de la iglesia local”. El discipulado se trata de llegar a ser como Jesús y sucede dentro y fuera de la iglesia local.
Creo que el ministerio de la iglesia celular es la mejor manera de hacer discípulos semejantes a Cristo dentro de la iglesia local. La iglesia primitiva hizo discípulos tanto en contextos de grupos grandes como pequeños (Hechos 2:42-46; 5:42; 20:20). Pero seamos realistas, vivimos la mayor parte de nuestras vidas fuera de la experiencia de la iglesia local.
Debemos crecer espiritualmente en nuestra propia vida personal mientras caminamos con Jesús cada día. Cómo hacemos esto? Aquí hay algunas maneras:
- Oración
- Lectura de la Biblia
- Meditación
- Guerra espiritual
- Ayuno y oración
- Permitir que el Espíritu rompa las ataduras en nuestras vidas
- Practicar el perdón
- Descanso
Tito 2:11-12 dice: “Porque se ha manifestado la gracia de Dios que ofrece salvación a todos los hombres. Nos enseña a decir “No” a la impiedad y a las pasiones mundanas, y a vivir una vida con dominio propio, recta y piadosa en esta era presente”. La gracia de Dios obra a través de nosotros cuando respondemos a los impulsos del Espíritu Santo.
Una gran parte de mi estudio y ministerio se ha centrado en cómo las iglesias celulares hacen discípulos que hacen discípulos. Pero también me apasiona cómo las personas en esas iglesias celulares se vuelven más como Jesús en sus vidas personales y matrimonios.
Entonces, ¿cómo ayudamos a los miembros celulares a comprender la importancia del crecimiento espiritual personal? ¿Y qué hay de los líderes celulares? También necesitan llegar a ser más como Jesús en sus vidas personales. Supervisores y pastores tienen la misma necesidad.