Cómo el Poder de Curación Puede Transformar la Célula

Los Básicos Celulares

Primavera 2004

Por Joel Comiskey

Recientemente CNN sacó al aire un documental de la TV sobre la popularidad del vudú en los Estados Unidos. El programa reveló que los encuentros y la literatura del vudú son cada vez más populares en América del Norte. Resaltaba principalmente la búsqueda de una mujer blanca liberada del cáncer que empezó asistiendo a una sesión de vudú para experimentar la curación, después de superar muchas inhibiciones personales para asistir. CNN no sólo explicaba su experiencia sino que también compartía testimonios sobrenaturales de sanidad a través del vudú que ha ayudado a generar la emoción en todo Norte América. El vudú, sin embargo, es solo uno entre las muchas sectas que promueven la sanidad a las masas americanas. La filosofía de la Nueva Era, las religiones orientales, y las distintas formas de la brujería ofrecen remedios de curación similares.

Jesús, el Dios-hombre, necesita ser redescubierto entre los buscadores de poder pre-cristianos hoy día. Él vino a esta tierra con un mensaje claro de Dios del poder de sanidad y las buenas noticias de salvación. El gobernante todo poderoso del universo quiere extender Su mano de sanidad hoy.

Sanidad física

Mientras estaba en la tierra, Jesús siempre estaba dispuesto a sanar. Mateo 8:1-3 habla sobre la contestación de Cristo al leproso que dijo: «Señor, si quieres, puedes limpiarme.» Jesús sanó al hombre diciendo: «Quiero, sé limpio.» Sólo unos versos después cuando se acercó un centurión para que sanara a su sirviente, Jesús dijo: «Yo iré y le sanaré» (Mateo 8:7). El poder curativo de Dios está disponible para todos Sus hijos — no sólo para unos pocos escogidos. Yo creo que Dios quiere hacer que nuestras vidas mejoren física y espiritualmente.

Mi abuela, Martha Nelson, fue la primera en mi familia más inmediata en recibir a Jesús -a la edad de setenta y cuatro años. Después de haberse convertido de la Ciencia Cristiana a una relación personal con Jesucristo, ella empezó a asistir a las conferencias de Kathryn Kuhlman en Los Ángeles que le dio una apreciación de primera mano del poder sobrenatural de Dios trabajando a través de los milagros y sanidad. Su fe en un Dios milagroso tuvo un gran impacto en mi familia inmediata, sobre todo en mi propia vida.

Cuando el poder de Dios se demuestra a través de la sanidad, Dios recibe la gloria, se da valentía a las personas para compartir las buenas noticias a sus amigos, y el Reino de Cristo es extendido.

El 9 de diciembre de 2002, Juan sufrió una hemiplejia que dejó su cara deformada y el lado derecho quedó completamente torcido. Cuando los miembros de su célula lo supieron, lo visitaron inmediatamente en el hospital y oraron fervientemente que Dios fervorosamente lo sanara. Cuando oraron, la boca de Juan volvió a ser normal justo delante de ellos. El poder de Dios estimuló a Juan a dedicarse al servicio del Señor. Muchos fueron animados a seguir a Jesús debido al poder de curar Cristo manifestado hacia Juan.

Los miembros del grupo pequeño respondieron a las necesidades de Juan y se ocuparon de orar por sanidad, siguiendo el consejo de Santiago 5:16: «Confesaos vuestros pecados unos a otros y orad los unos por los otros para que seáis sanados.» La oración por el enfermo, según Santiago, es un ministerio de los unos hacia los otros. En lugar de confiar en las oraciones de un obrero ungido hacedor de milagros, se les dice a los cristianos que oren los unos por los otros. El contexto del libro de Santiago, además, es una reunión de una iglesia casa del primer siglo — no un culto de milagros masivo en una gran sala de conferencias.

El proceso de curación comienza en el grupo cuando el líder les pide a los miembros que compartan sus aflicciones y necesidades físicas libremente. Después, el líder podría pedirles a todos los miembros del grupo que extiendan sus manos hacia la persona afligida mientras el líder hace una oración para su curación. Otra opción es pedir a los que están cerca de la persona que imponga sus manos sobre él o ella mientras el líder ora por el toque milagroso de Dios.

Algunos líderes podrían pedirles a todos los miembros del grupo que se reúnan alrededor de la persona enferma mientras dos o tres oran por su sanidad física. Es mejor concluir cada oración por sanidad en el nombre de Jesús, ya que Jesús dice en Juan 14:13-14: «Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.»

La variedad de la frase es el condimento de la vida, se aplica bien al ministerio de los grupos pequeños. Los líderes de los grupos pequeños son sabios al variar sus métodos de oración. Una semana el líder podría imponer las manos personalmente sobre los enfermos mientras todos extienden sus manos. Otra semana el líder podría pedirles a los distintos miembros que oren por la persona enferma.

Sanidad Interior

No se requiere de mucho tiempo antes de notar que las personas están sufriendo exteriormente los síntomas de heridas internas. Proverbios 15:13 dice: «Un corazón feliz hace la cara alegre, pero compresiones de dolor de corazón el espíritu.» El espíritu desmoralizado que caracteriza a tantos en el EE.UU. es el resultado de abuso de los niños, padres divorciados, espíritu no perdonador, resentimiento, hábitos destructivos de un padre, rechazo, depresión, culpa, y distintos tipos de temores.

Vern, un pastor en San Diego, CA., que había estado implementando el ministerio de grupos pequeños durante varios años me dijo: «Joel, yo no sabía que tenía tantas personas disfuncionales en mi iglesia hasta que empezamos el ministerio de los grupos pequeños. Es como si yo levantara un leño mojado en un bosque oscuro, sólo para ver bichos que echan a correr por todas partes.» Esas mismas personas necesitadas se sentaban en la iglesia del Pastor Vern todos los domingos con las chaquetas y corbatas, y exteriormente todo parecía apropiado y en orden. Pero cuando empezaron a interactuar entre si en el ámbito del grupo pequeño, las necesidades, heridas, y desilusiones aparecieron.

La situación seguramente se pondrá peor. Se estima que seis de diez niños nacidos en los años noventa vivirán en hogares de un solo padre cuando tengan dieciocho años. [1] Los sentimientos de rechazo entre la juventud americana son ahora un estilo de vida normal. Muchos encuentran que es sumamente difícil de perdonarse por los errores de alguno de sus padres o sus propias decisiones pasadas. Los problemas del pasado paralizan las actividades presentes y bloquean el crecimiento futuro. Los resultados incluyen:

  • Conducta compulsiva
  • Auto-castigo
  • Vivir con dudas
  • Sentimientos de indignidad
  • Rechazo de lo que Dios quiere darles

Aunque Norte América está experimentando una fundición cultural, Cristo todavía es la cabeza de la iglesia y el Señor sobre todo (Mateo 28:18-20). Dios tiene un plan amoroso para los norteamericanos y quiere sanar a los solitarios, deprimidos, y a las personas privadas de sus derechos esparcidos por todo Norte América. Jesús no solo quiere perdonar a las personas por sus pecados; él también quiere sanarlos de su dolor y enfermedad emocional. Él ofrece paz en un mundo lleno de heridas y desesperación.

Un líder celular eficaz se aprovecha de los momentos difíciles para recordar a los miembros celulares que Dios está sumamente interesado en todos los aspectos de sus vidas y quiere proporcionar la sanidad interior.

La noche cuando Michael vino a mi propio grupo pequeño, todo parecía normal. Después de la lección sobre el perdón de 1 Pedro 4:8, sin embargo, apareció su necesidad por la sanidad interior. Él compartió su profundo resentimiento hacia un pastor que él sentía que había violado a su hija. Michael había estado aferrándose a la amargura hacia este pastor que lo dejó sin gozo y esclavizado. Esa noche la Palabra de Dios penetró profundamente en su alma, y Michael comprendió que él necesitaba ser liberado de su amargura, tanto por su propia causa y a para complacer a Jesucristo. Durante el tiempo de oración, Michael confesó su amargura y los miembros del grupo oraron para que él experimentara la sanidad interior. Dios libró a Michael esa noche de la amargura y el resentimiento, y se fue de la reunión lleno de gozo y paz.

La pequeña e íntima atmósfera de la casa es ideal para sanar las heridas causadas por el pecado, el mundo, y Satanás. El líder debe recordar a los miembros celulares de los versículos como Isaías 63:9: «En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó; en su amor y en su clemencia los redimió, y los trajo, y los levantó todos los días de la antigüedad.» El recordatorio del Rey David del amor de Dios es otro versículo curativo para usar en el contexto del grupo pequeño: «No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.» (Salmo 139: 15,16).

El líder del grupo pequeño puede ver la necesidad de la sanidad interior al notar la conducta errática entre los miembros como: miedo y timidez paralizante, falta de confianza, confusión, depresión, o una conducta compulsiva. En el momento apropiado el líder les podría pedir a los miembros que compartan los momentos difíciles cuando ellos experimentaron dolor y rechazo en sus propias vidas. El líder debe animar a los miembros del grupo para compartir honestamente y orar unos por otros para experimentar la restauración, sanidad, y un sentimiento de comunidad.

Las buenas noticias son que Cristo es el sanador. La escritura dice que «Él fue despreciado y rechazado por los hombres, varón de dolores, y experimentado en quebranto.» (Isaías 53:3). Él es el único que puede entender todas las circunstancias de la vida. Él quiere que las personas pongan su confianza en Él como su sanador. El grupo pequeño es un tiempo excelente para que las personas compartan sus tiempos de dolor y de pesar y después que reciban la sanidad interior necesaria para vivir una vida cristiana victoriosa.

Curación Participativa

Las personas necesitan hacer un pre-calentamiento en el grupo pequeño antes de que la transformación pueda tener lugar. Los líderes sabios estimulan a los miembros del grupo a compartir honestamente y orar unos con otros para experimentar la restauración y la sanidad.

La transparencia del grupo, sin embargo, nunca ocurrirá a menos que el líder comparta algunas de sus profundas luchas. Si el líder siempre quiere dar la mejor impresión, los otros miembros de la célula harán lo mismo. Algunos líderes se imaginan que están promoviendo la transparencia, pero sus testimonios no resuenan con los miembros. «Ore por mí, yo realmente estoy luchando. Normalmente, paso 2 ½ horas en oración y lectura de la Biblia todos los días, pero recientemente me he pasado sólo 1 ½ horas. . ¿Cómo reaccionarán las personas? «Sí, correcto, como que ella realmente necesita nuestras oraciones. . .» Lo más probable es que la mayoría en el de grupo está luchando para pasar 15 minutos en sus devociones diarias.

Los líderes eficaces de los grupos pequeños consiguen involucrar a los miembros, así que ellos se ven como agentes sanadores de Dios. Cada miembro del cuerpo de Cristo puede ministrar sanidad a los demás. Nadie debe quedarse afuera.

Cuando Mónica llegó temprano a nuestro grupo celular ella empezó a derramar lo que había en su corazón: «Estoy tan agradecido que ya no estoy viviendo con Andy. Me siento limpia por dentro, pero todavía es tan difícil; a veces, me siento como si lo necesitara.» Frank y Kathy llegaron en el medio de nuestra conversación y empezaron a ministrar a Mónica de sus propias experiencias. Mi esposa también habló palabras de estímulo a ella y finalmente todos nosotros empezamos a orar por Mónica. Mi esposa y Kathy entendieron las necesidades de Mónica más profundamente que yo, y sus oraciones tocaron las fibras emocionales por aquello que Mónica estaba pasando. Mónica salió aquella noche como una persona renovada. Ella se dedicó a vivir una vida pura y santa — sin su compañero viviendo con ella. Su curación vino del ministerio del cuerpo de Cristo.

Los milagros ocurren a menudo cuando cada miembro llega a ser ministros. Los miembros de la iglesia empezaron a verse como instrumentos de sanidad. Larry Crabb, el autor famoso y psicólogo, dijo en su libro Conectando:

Las personas ordinarias tienen el poder para cambiar las vidas de otras personas. . . el poder se encuentra en la conexión, esa reunión profunda cuando la más verdadera parte de un alma se encuentra los huecos más vacíos en otro. . . Cuando eso sucede, el dador queda más lleno que antes y el receptor menos aterrado, y finalmente ávido para experimentar una conexión aun más profunda y más mutua. [2]

El poder del ministerio de los grupos pequeños está permitiendo que cada miembro ministre para conectarse unos con otros. Es un tiempo cuando sucede la confesión, la sanidad interior, el compartir transparente, y la renovación.

Curación sensible

Los líderes de los grupos pequeños sensibles piden que el Espíritu Santo manifieste las necesidades, sabiendo que la mejor agenda es que el que satisface las necesidades de aquellos que están presentes. Cuando el líder tiene esto en mente, él o ella están dispuestos a hacer lo que se necesita para que suceda.

Yo asistí a una reunión celular en la que el líder les pidió a los miembros que escogieran sus canciones favoritas durante el tiempo de adoración. Después de cada canción el líder celular le pidió a la persona que explicara por qué él o ella escogieron esa canción en particular. Una señora, Theresa, escogió una canción sobre la renovación, y después sollozó: «Yo tuve una confrontación enfadada con mi marido hoy. Descubrí que él está viendo a otras mujeres,» dijo ella bruscamente. «Me siento tan sucia. Por favor oren por mí.» El líder celular sensible y guiado por el Espíritu escuchó a Theresa sin cargarla excesivamente con las Escrituras y consejos. Theresa sentía el amor de Dios mientras el líder celular le hizo señas para que ella se sentara en una silla mientras los otros miembros oraron por ella. Theresa se sentía limpia y sana cuando se fue después de ese tiempo de oración. Ella vino a la reunión machucada y golpeada, pero salió llena y animada.

La norma para el éxito en el ministerio del grupo pequeño es si el cuerpo de Cristo sale edificado, o no — si hubo, o no, sanidad en las vidas de personas — no si se siguió un cierto orden particular o plan.

La sensibilidad es esencial en el ministerio del grupo pequeño. Los que sobresalen en el ministerio del grupo pequeño son los que son sensibles a las necesidades. Es mejor entrar en el grupo celular con mucha oración y abierto a lo que Dios pueda tener para el grupo. Dios guiará; Él dirigirá. Él le mostrará al líder lo que es esencial.

El silencio promueve la curación

Cuando alguien está enfrentando una crisis, no es el momento para decir: «Solo necesita confiar en el Señor. ¿No sabe que todas las cosas obra para bien a los que aman Dios, a los que conforme a Su propósito son llamados?» Este consejo, aunque 100 por ciento correcta, hará más daño que bien, a una persona herida y afligida. Antes del consejo, la persona debe saber primero que el pueblo de Dios le ayudará a llevar su carga. Él o ella está anhelando tener a alguien que le escuche — no escuchar una rápida respuesta bíblica.

Tiene que haber un momento de comprensión silenciosa, después de que la carga es compartida. Cuando los miembros sienten simpatía por la persona, después vendrá el consejo piadoso: «Juana, puedo comprender sus temores y dudas producidas por el cáncer de su amiga. Cuando mi hermano enfrentaba el cáncer de cerebro, yo sentía esos mismos miedos. Luché durante días, preguntándome por qué Dios lo permitía. Pero entonces Dios me mostró. . .» Las escamas de las heridas del pasado se caerán y la nueva criatura en Cristo aparecerá mientras el grupo celular ministra a través escuchándole con toda simpatía.

Es mejor que el líder celular aconseje al grupo para que escuche, en lugar de responder rápidamente con respuestas como palmaditas en la espalda. Sin embargo, el líder celular debe demostrar lo que ella quiere que los otros hagan por sus acciones. Las personas necesariamente no seguirán las palabras, sino que seguirán las acciones. Preparar una comunidad curativa puede tardar algún tiempo, pero vale la pena la espera. La sanidad por medio de la atención a lo que nos dicen es una poderosa herramienta de Dios para sanar a un mundo perdido y herido.

El estímulo trae la sanidad

Cuando escuchamos se abre la puerta para el estímulo. Los líderes de los grupos pequeños traen sanidad poniendo a punto sus oídos para la razón más ligera para expresar sus alabanzas. Si hay aun un indicio de excelencia incluso, un gran líder del grupo pequeño lo descubrirá y lo reconocerá. El enemigo busca de acusar a través de mentiras que desalientan. Él podría susurrar a un miembro del grupo: «Nadie lo respeta. Usted no conoce lo suficiente de la Biblia. Usted no se atrevería a hacer ese comentario.» El líder del grupo pequeño es el agente de Dios para ofrecer una palabra de estímulo que bendecirá abundantemente a la persona.

Yo recuerdo haber oído que un líder de un grupo pequeño hizo una ligera crítica a cada contestación. «Usted casi lo tiene,» dijo James. Otra persona respondió a la respuesta y James replicó: «No, no es eso, pero se está acercando.» El baile para ubicar la respuesta correcta continuó. «Esto es como un examen de la escuela secundaria,» pensé para mis adentros. Cuando James alcanzó las últimas preguntas, la participación llegó a frenarse totalmente como si fuera con un chirrido. Nadie quería arriesgarse a pasar vergüenza. El miedo a fracasar estaba presente en el cuarto.

Los mejores líderes de grupos pequeños se ven como los agentes sanadores de Dios y estimulan a todos a participar, sabiendo que el estímulo es que una de las maneras primarias de ministrar el toque curativo de Dios. Ellos practican las palabras de Proverbios: «Panal de miel son los dichos suaves; Suavidad al alma y medicina para los huesos» (16:24).

Curación de Seguimiento

Aun después de que tenga lugar la sanidad entre los miembros de grupo, Satanás trabaja horas extras para desanimar, condenar y enredar a las personas para que vuelvan a una red de mentiras y condenación. La transparencia sin una transformación es superficial. Algunas personas, de hecho, saben descargar las emociones profundas sin ningún deseo o intenciones de cambiar. En esos casos, la sanidad nunca se filtra hasta abajo como para cambiar los valores fundamentales sino que sólo queda en el ámbito emocional. Por consiguiente, los grandes líderes de los grupos pequeños deben volver a visitar las áreas de confesión para asegurarse que la transformación ha tenido lugar.

Cuando Vicki empezó a asistir a un grupo pequeño de la Iglesia Metodista Libre de Verdugo en Los Ángeles, CA, en febrero de 2002, su matrimonio se estaba desmoronando y su problema con las drogas enmascaraba sus temores ocultos. Sin embargo, en la amorosa atmósfera del grupo pequeño, Vicki experimentó curación y liberación de las drogas. Su matrimonio fue restaurado y su marido, Tom, recibió a Jesucristo. Vicki creció en Cristo cuando compartió sus luchas, recibió el estímulo, y aplicó la Palabra de Dios a su propia situación.

Al pasar los meses, Susana, la líder del grupo, notó que Vicki estaba tomando grandes dosis de medicamentos, volviendo una vez mas a su viejo estilo de vida. Susana tenía que confrontar ese hecho: «Cuando las personas están asustadas, tienden a volver a los viejos mecanismos para solucionarlo. Pero no importa qué viejos mecanismos utilices solucionarlo, no podrás lograr apartarme para que deje de amarte.» Vicky empezó a llorar, y dijo: «No importa cuántas veces he fallado, tú nunca me has rechazado.» Vicky testificó que si no hubiera sido por Susana y el grupo, ella se habría matado el año anterior.

Susana entendió que la curación era un proceso que necesitaba un seguimiento constante. Los grandes líderes de los grupos pequeños comprenden que cuando una persona o la pareja revelan una lucha, él o ella dándole una mano para la ayuda. «Ore por mí.» «Ayúdeme». La victoria es cuando el cambio se vuelve parte del estilo de vida de la persona. El grupo celular debe hacer que la persona sea responsable y rinda cuentas para mejorar esa conducta — no de una manera legislativa y legalista, sino a través del estímulo constante.

No toda la sanidad tendrá lugar en el ambiente del grupo. Los líderes sensibles usan el tiempo antes y después de la célula para averiguar sobre la transformación. « Jim, usted compartió sobre su afición pornográfica y su necesidad de quedar libre de ese hábito. ¿Cómo le está yendo en esa área?» Aunque Jim fue tocado por la oración, él necesita el seguimiento y el estímulo constante para permanecer libre de la misma.

La humildad guía a la curación

La iglesia es un hospital — no un centro de artes de representación. Jesús vino, en realidad, para sanar a los heridos y necesitados. Él comió con los pecadores y acompañó a los que estaban privados de todos sus derechos. Él fue rechazado por las reglas religiosas porque él dio prioridad a las necesidades de las personas por encima de la adhesión a las leyes hechas por los hombres.

Después de sanar a un hombre ciego en el día de reposo, los Fariseos quedaron convencidos que él no era el Mesías porque había roto la ley Sabática. Jesús replicó: « Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados.» (Juan 9:39). Los únicos que Jesús no pudo sanar eran los que no vieron su necesidad de ser sanados. Simplemente como un doctor, él vino para sanar a los enfermos, no a los sanos.

Así como Cristo, el líder del grupo pequeño debe gravitar sobre los que tienen necesidades en el grupo, ofreciendo el poder sanador de Cristo al herido. El líder debe proclamar con valentía el deseo de Cristo de sanar hoy — física, espiritual, y emocionalmente.

Los líderes necesitan la humildad como la de Cristo y la fe como la de un niño mientras ministran el poder sanador de Dios. Los miembros lo aceptarán y comenzarán a orar los unos por los otros, viéndose como los agentes de Cristo para sanar. El evangelio completo será proclamado y todo el cielo se regocijará por la extensión de la novia de Cristo, la iglesia.

NOTAS

[1] George Barna según es citado en Julie Gorman, Comunidad que es Cristiana (Wheaton, ILL,: Víctor Books, 1993), Pág. 81.

[2] Larry Crabb, Conectando (Nashville, TN,: Word Publishing, 1997), pág. 31.