Los Básicos Celulares

Liderazgo Saludable

por Joel Comiskey

2015

La profesión médica habla mucho sobre la medicina preventiva. El objetivo de la medicina preventiva es mantener a los pacientes fuera del hospital, en lugar de ofrecerles medicina una vez que ya están adentro.

Los pastores, supervisores y líderes de células también necesitan “medicina” preventiva para mantenerse saludables a largo plazo. Me estoy refiriendo a ayudar a los líderes a vivir un estilo de vida cristiano saludable para evitar que se produzcan mayores problemas, como hastiarse, la inmoralidad, la depresión o la sequedad espiritual.

Hablamos mucho acerca de hacer discípulos a través del ministerio celular, y yo promuevo esto. Sin embargo, si los que están discipulando a otros (pastor, entrenador / supervisor, líder de la célula) no se cuidan a sí mismos, su ministerio pronto perderá su eficacia vanguardista. A menudo, el líder simplemente renuncia. La excusa podría ser “Estoy demasiado ocupado”, pero a menudo la verdadera razón tiene que ver con la sequedad en la que se encuentra con Dios, el conflicto en el hogar, el hastío, o el ataque espiritual.

Es importante recordar que los líderes son ante todo seres humanos, no herramientas. Los que están entrenando y cuidando a los líderes tienen que priorizar primero la vida espiritual del líder, su bienestar emocional, su matrimonio y su familia. Cuando se cuida a la persona de manera integral, hay una mayor posibilidad de que el líder continúe dando fruto a lo largo del tiempo.

Tristemente, algunos pastores y supervisores son muy exigentes, controladores, y ponen el éxito del ministerio por encina de las relaciones. Presionan a los líderes para multiplicar las células, cumplir con los objetivos, y hacer crecer la iglesia. Pero, ¿qué sucede después de que se alcanza la meta? ¿Cuántos líderes y células van a continuar a través de un largo tiempo? Recuerda que el ministerio no es una carrera de 50 yardas; es más como un maratón. El Ministerio se lleva a cabo durante toda una vida, y sólo los líderes saludables se mantienen a largo plazo. Los no saludables renuncian debido a una gran variedad de razones.

Siempre que superviso a pastores, trato de no entrar de lleno en el tema del ministerio. No les pregunto inmediatamente acerca de sus metas, sus nuevas multiplicaciones, o su equipamiento de discipulado. Primero trato de comenzar con sus propias vidas. Durante la sesión de supervisión, trato de cubrir los siguientes temas:

  • El tiempo devocional personal
  • La relación con el cónyuge, relación con la familia
  • El día libre, tiempo de vacaciones
  • La cobertura de oración

Estas áreas podrían no ser las necesidades urgentes de la vida de la iglesia o del ministerio del pastor “ahora mismo”. Sin embargo, si un pastor está tan ocupado que no puede pasar tiempo con su esposa, por ejemplo, seguramente tarde o temprano sufrirá en su ministerio.