Por Joel Comiskey, 2000 Años de Grupos Pequeños
Jesús nos dijo que hiciéramos discípulos. Nos mostró cómo hacerlo reuniendo a un grupo pequeño, enseñándoles en comunidad, permitiéndoles fracasar y estirando sus músculos espirituales y mentales.
Luego les dijo que repitieran el proceso en todo el mundo. Creo en una definición holística del grupo pequeño porque ayuda a hacer más y mejores discípulos.
Me entristece cuando las iglesias rediseñan sus grupos pequeños porque esperan que asistan algunos feligreses más. La desventaja es que el discipulado de calidad y la responsabilidad, el alcance y el crecimiento espiritual sufren. Pronto, es difícil distinguir entre los grupos pequeños y los muchos programas de la iglesia.
Los grupos pequeños semanales, fuera del edificio, ayudan a los seguidores de Jesús a parecerse más a él.
Pero, ¿qué pasa con la comunidad, la evangelización y el crecimiento espiritual? La mayoría entendemos cómo los grupos pequeños y familiares construyen comunidad. También comprendemos la importancia de aplicar la Palabra de Dios, de orar unos por otros y de pedirnos cuentas mutuamente. Pero, ¿qué pasa con la evangelización? ¿Cómo se relaciona el evangelismo con el discipulado?
A medida que salimos de nuestra zona de confort como grupo e individualmente, crecemos en dependencia de Jesús para trabajar a través de nosotros mientras alcanzamos a otros. Aprendemos que la vida enfocada hacia afuera se asemeja a la vida de Jesús, quien vino a servir a los demás. Recuerde que la gran comisión en Mateo 28:18-20 es hacer discípulos de todas las naciones. A medida que estiramos nuestros músculos espirituales para orar por los perdidos, planificar campañas para ministrar a un mundo necesitado y predicar el Evangelio, crecemos como discípulos fieles.
Recuerde la razón de una definición clara y holística: discipulado de calidad. No tratamos simplemente de seguir modelos o estructuras. Por el contrario, esperamos agradar al Maestro que modeló el ministerio de grupos pequeños e inició una gloriosa iglesia basada en casas que cambió el mundo. Hagamos lo mismo en el siglo XXI.