Por Joel Comiskey, septiembre 2018
Ya sea que se trate de un pastor a tiempo completo o miembro, el entrenamiento efectivo se trata de facilitación, en lugar de enseñar. Recomiendo a los entrenadores perfeccionar las siguientes habilidades:
Escuchar. Más que nada, los líderes celulares necesitan un entrenador que esté dispuesto a escuchar sus problemas, miedos y necesidades.
Animar. Los líderes celulares se enfrentan fácilmente al desaliento y necesitan ánimo para mantenerse en marcha. Los grandes entrenadores continuamente animan a los líderes, reconociendo su importante esfuerzo y ministerio.
Cuidar. Los grandes entrenadores se hacen amigos de los líderes bajo su cuidado. Muestran este cuidado con una tarjeta de cumpleaños, ayudando en el día de la mudanza o cualquier otro gesto práctico de amor y amabilidad.
Desarrollar. Los grandes entrenadores constantemente proporcionan recursos a sus líderes a través de artículos por correo electrónico, libros gratuitos y cualquier tipo de consejo que ayude al líder a ser más efectivo.
Estrategias. Los grandes entrenadores planean con los líderes cómo multiplicar el grupo mirando a los líderes potenciales en éste, donde se reunirá la nueva célula, y superando los obstáculos para tener éxito.
Desafiante. Los entrenadores nunca deben permitir que el líder se conforme con la mediocridad. El cuidado frontal significa decir la verdad en amor y el mejorar es el objetivo.
Mi libro How to be a great group coach (Como se un gran entrenador celular) entra en gran detalle sobre el entrenamiento efectivo.
Pastor y equipo
Si el pastor de tiempo completo está supervisando a un equipo de entrenadores voluntarios, recomiendo una reunión grupal una vez al mes, o si es posible, cada quince días. Las reuniones de entrenamiento grupal son críticas entre el pastor y el equipo. Si el pastor ha reunido un personal remunerado, deben reunirse semanalmente.
Durante la reunión de entrenamiento grupal, el pastor ministra a sus líderes clave a través de la Palabra y la oración. Luego, el grupo habla sobre la red G12.3, analizando cuidadosamente la salud de los líderes, las estadísticas, el equipamiento, las fechas de multiplicación y las necesidades de oración. Como un mariscal de campo en una reunión, el pastor dirige el sistema célular a través del centro del equipo de liderazgo.
Establecer entrenadores con líderes
Animó a cada entrenador a llamar a cada líder bajo su cuidado una vez al mes y a reunirse con cada persona una vez al mes.
En América del Norte, eso es pedir mucho, y por lo tanto, las reuniones grupales entre el entrenador no profesional y los líderes podrían no ser tan frecuentes. He visto demasiadas estructuras de entrenamiento “ideales” que fallan porque estaban basadas en lo que debería suceder y no en lo que realmente está sucediendo. Por lo tanto, si el tiempo no permite que el entrenador voluntario tenga una reunión regular con los líderes bajo su cuidado, el entrenador debe comprometerse con el tiempo personal individual cada mes y con una llamada telefónica al mes.
El maratón
El modelo 12.3 garantiza que cada líder reciba entrenamiento y que haya un suministro constante de entrenadores. La estructura ayuda a cada líder a creer en la posibilidad de entrenar a los que se multiplican de su grupo. En lugar de designar a los entrenadores que dejan de liderar una célula, el modelo G12.3 alienta a todos los líderes a verse a sí mismos como potenciales entrenadores.
Recuerda que si los líderes en realidad son entrenados y cuidados, eso será mucho más importante que cualquier modelo en particular. Las iglesias pueden iniciar grupos con éxito, incluso cientos de ellos. Las personas incluso ofrecerán sus hogares fácilmente por unas semanas. Sin embargo, para lograrlo a largo plazo, los líderes celulares deben contar con una línea de apoyo de calidad, muy similar a la línea de suministro que canaliza los alimentos y otros suministros a los soldados cansados en la batalla. Las iglesias basadas en grupos celulares tienen éxito o fracasan dependiendo del entrenamiento de calidad que se da a los líderes.