La Vid: Niños Convirtiéndose en Líderes Juveniles

Por Joel Comiskey, Los Jóvenes en el Ministerio Celular

La Iglesia de la Vid vive con el futuro a la vista, sabiendo que los niños actuales pronto estarán en su adolescencia y formarán parte del ministerio juvenil. La preparación no es completa a menos que los niños entren al ministerio juvenil.

Cuando un niño alcanza la edad de trece años se gradúa a una célula juvenil, y más tarde a una célula de adultos. La Vid tiene una ceremonia especial para aquellos que se gradúan del ministerio de los niños, y pastorean cuidadosamente a los graduados en las células juveniles. Dado que los niños sólo conocen la atmósfera de la célula y la celebración, son como peces en el agua— es el único ambiente que han experimentado. Los jóvenes adolescentes están listos y deseosos de involucrarse con otros jóvenes y continuar el proceso de discipulado. Abundan testimonios de niños que nacieron de nuevo en un grupo celular infantil, fueron discipulados en el proceso, y ahora están preparándose para ser pastores y plantadores de iglesias.

La Vid cree que los niños y jóvenes están mejor preparados para convertirse en discípulos en un ambiente de hogar, al igual que los adultos. También se dan cuenta de que nunca alcanzarán multitudes pidiendo a los niños que vayan a la iglesia. Por el contrario, la Vid lleva sus células a los barrios.

El pastor Naor es el principal pastor de jóvenes en la iglesia central de Goiana, donde hay 1,600 grupos juveniles con 15,000 jóvenes asistiendo. Ahora hay 7,000 células juveniles de la Vid en todo Brasil y una vez al año las células juveniles se unen para celebrar lo que Dios está haciendo.

Vinicius Motta, uno de los pastores juveniles de la red bajo el pastor Naor, tiene veinticuatro años y supervisa a sesenta células juveniles en la iglesia madre o general. Vinicius tenía cuatro años cuando su padre se enfermó de cáncer. A través de esta terrible experiencia, Dios salvó y discipuló a toda la familia en uno de los grupos celulares de la Vid. Vinicius asistió a la célula de los niños y recibió a Jesús cuando tenía seis años y medio de edad.

Dios le dio a Vinicius hambre por leer la Biblia y a los doce años se sintió llamado a dirigir una célula. Como parte de su preparación, pasó por un retiro de encuentro. A la edad de trece años comenzó un grupo celular de adolescentes en su casa.

Dirigir un grupo celular fue una gran experiencia para Vinicius. Se volvió más responsable y maduro en el proceso de dirigir a otros. Él evangelizó a sus amigos e hizo discípulos, pensando para sí mismo: “Puedo tener discípulos, como mi padre, estas personas pueden vivir la misma vida que yo vivo”. Multiplicó su célula tres veces en el primer año y luego la multiplicó cada año durante los siguientes cuatro años. Eventualmente se convirtió en un supervisor de otros líderes y luego en un pastor.

Vinicius dijo: “Fue difícil crecer porque pasé tanto tiempo en el ministerio y la gente decía: ‘Eres tan joven, ¿por qué no te diviertes más y vives como la gente normal’”. Sin embargo, a una edad temprana, Aprendió lo que era vivir para Jesús y negarse a sí mismo. Vinicius ahora está casado y pensando en comenzar una familia. Él dijo: “Me encantaría ver a 40,000 jóvenes reunirse cada año en el estadio de fútbol local para dar gloria a Dios”. En este rally anual, la Vid proyecta la visión de las células juveniles conquistando al mundo para Jesús. Muchos líderes de células juveniles se están convirtiendo en pastores, y ahora los jóvenes están enviando a sus propios misioneros.

Los grupos celulares juveniles de la Vid son para aquellos de trece a veintiséis años de edad. En la iglesia general, hay alrededor de 400 células de adolescentes, que incluye a los que tienen de entre trece y diecinueve años. Tienen otra agrupación de veinte a veinticinco años de edad. La categoría de célula juvenil es principalmente para gente no casada, aunque algunas parejas casadas se ofrecen voluntariamente para ayudar con las células de adolescentes. Pero en su mayor parte, una vez que un adolescente se casa, se convierte en parte de las células para casados.

Las células juveniles comienzan con alrededor de siete jóvenes y se multiplican cuando hay quince participantes. La norma es tener entre ocho y nueve jóvenes por grupo celular. Los jóvenes también tienen sus propias reuniones congregacionales durante la semana. Se llaman a sí mismos los radicales libres porque desean vivir un estilo de vida radical para Jesús y cambiar al mundo en el proceso.