Errores en el Ministerio Celular Juvenil

Liderazgo Pastoral

por Joel Comiskey

Extractos de Jóvenes en el Ministerio Celular

Pensamos en Pedro como el gran apóstol y líder de la iglesia primitiva, pero nos olvidamos de cómo llegó a ese lugar. Una razón clave es que estaba dispuesto a salir del barco y probar. Sí, fracasó. Se hundió. Pero al menos lo intentó. Había once fracasos mayores sentados en el bote. El peor fracaso no es hundirse, sino fracasar en salir del barco. Todos cometemos errores (Santiago 3: 2). La clave del éxito es aprender de los errores y no permitir que el desaliento de los errores tome el control.

Conflictos con el Pastor Principal

Aunque el ministerio de equipo es la norma del Nuevo Testamento, una persona tiene que ser responsable de tomar la decisión final. En la iglesia local, esta persona es el pastor principal. Sí, siempre existe la posibilidad de que el pastor de jóvenes plante una nueva iglesia y asuma el papel de pastor principal, pero hasta que eso suceda, el pastor de jóvenes debe ser totalmente de apoyo y aliento a la visión del pastor principal.

El pastor principal tiene muchas preocupaciones y cargas. No es el deber del que trabaja con los jóvenes sumar a esas preocupaciones. El pastor principal ha adoptado al que trabaja con los jóvenes como parte de su equipo y esa inversión no debe ser gravosa.

Estar Demasiado Preocupado Respecto al Tamaño

Jesús atrajo multitudes, pero él estaba buscando compromisos personales a largo plazo (Mateo 23:37), no un alivio temporal debido a los milagros que realizaba. A menos que la multitud abrace las verdades bíblicas básicas, el verdadero discipulado rara vez sucede. La realidad es que no hay correlación directa entre el tamaño de la multitud y si los que están en la multitud se están convirtiendo en discípulos de Jesús.

Jesús ministró a la multitud, pero se concentró en su pequeño grupo de discípulos. A menudo, los ministerios de jóvenes se empeñan en maximizar las experiencias al estilo Disney. Todo necesita estar perfectamente sincronizado para asegurar que la gente regrese. La planificación grita en voz alta que hay un objetivo en mente: atraer y mantener a los jóvenes en el servicio juvenil.

Si el tamaño de la multitud es el objetivo, el líder de jóvenes puede fácilmente volverse a los programas en lugar de preparar discípulos. Los grandes eventos tienen su lugar, pero nunca deben ser un sustituto del discipulado intencional. El que trabaja con jóvenes debe recordar siempre que la principal motivación es cumplir con la Gran Comisión de hacer discípulos que hagan discípulos.

No Trabajar con los Padres

Si los que están en el ministerio juvenil planean ministrar efectivamente a los estudiantes a largo plazo, ellos necesitan pedir humildemente a los padres que se involucren en el proceso. Después de todo, los principales ministros de jóvenes no son los trabajadores de la iglesia; son los padres.

Los padres tienen una ventaja en la enseñanza de sus hijos desde temprana edad a través de devocionales, la memorización de la Biblia, y especialmente de ejemplificar la vida cristiana de una manera significativa.

Y los padres son de gran ayuda en el ministerio juvenil, si están dispuestos a desarrollar relaciones con los jóvenes, respetar a los jóvenes en su proceso de desarrollo, y entrar en su mundo.

Falta de Consistencia

Los pastores juveniles tienden a ir y venir. Están listos para cambiar al mundo, pero entonces pueden irse rápidamente porque una oportunidad nueva y mejor se abre en otro lugar. Aquellos que son eficaces con los jóvenes permanecen el tiempo suficiente para conocer a los jóvenes, ganar su confianza y tener un tiempo significativo de ministerio con los mismos jóvenes. Toma tiempo para que los jóvenes desarrollen una relación significativa con el ministro de jóvenes.

La consistencia es más importante que la personalidad. En lugar de tratar de ser alguien más, los ministros de jóvenes fructíferos y consistentes eligen ser ellos mismos. Aquellos que ministran a los jóvenes necesitan estar dispuestos a ser transparentes y a expresar sus propias emociones.

No Orar

Los ministerios de jóvenes que priorizan la oración comprenden que sólo Dios puede hacer discípulos de la próxima generación. Es un mito confiar sólo en libros, técnicas, o incluso en la experiencia en el desarrollo de la juventud. Sólo Dios puede proporcionar crecimiento y protección sostenidos. El compromiso con la oración nos permite confiar en Dios mismo para sabiduría y dirección. Nos enseña a depender de él para descubrir la mejor manera de preparar a la juventud o para conseguir que los padres participen.

Sólo mediante la oración puede la iglesia romper la resistencia cultural y vivir los estilos de vida del Nuevo Testamento en comunidad unos con otros. Sólo a través de la oración y un énfasis en la espiritualidad estarán los miembros dispuestos a dedicar tiempo voluntario para preparar a la futura generación hoy.

Aquellos que dirigen a los jóvenes y preparan a la siguiente generación necesitan poseer la característica esencial de la dependencia de Dios, junto con el conocimiento y la práctica diligente de la oración. Otras características de liderazgo pueden ayudar, pero la espiritualidad es el requisito principal.