Busque las Puertas Abiertas

Por Joel Comiskey, Comparte: Haz que Cristo Sea una Realidad para Otros

Puertas abiertas. Dios obra para abrir las oportunidades detrás del escenario para que se pueda compartir el evangelio. Él normalmente abre esas puertas a través de las amistades y contactos de la familia. Pero el Dios del universo no está limitado a dichas ocasiones. Esté listo para cualquier ocasión. Él le dará algunas oportunidades memorables.

Pablo dijo a la iglesia en Corinto: «Pero me quedaré en Éfeso hasta Pentecostés, porque una se me ha presentado una gran oportunidad para un trabajo eficaz, a pesar de que  hay muchos en mi contra.” (1 Corintios 16:8–9). En medio de los mayores obstáculos, a menudo se presentan las oportunidades.

Ore por las puertas abiertas

Como con la mayoría de los esfuerzos en la vida cristiana, la evangelización empieza con la oración. Dios ha escogido trabajar a través de nuestras oraciones. Dado que Él hizo el universo, Él puede crear oportunidades sobrenaturales que van mucho más allá que las capacidades humanas.

La oración no sólo abrirá la puerta sino también preparará su corazón para evangelizar eficazmente. Mientras usted ora, una atadura espiritual tendrá lugar entre usted y la persona a quien usted le va a dar su testimonio. Su corazón se llenará de compasión y amor por esa persona. Su preocupación aumentada causará a la persona para responder a su mensaje.

Dios usa nuestra oración para tirar abajo las paredes de obstrucción demoníaca, ceguedad espiritual, y la diversión mundana en las vidas de las personas que usted ora para.

La persona de paz

Jesús les dijo a Sus discípulos que predicaran las buenas noticias y que busquen a «la persona de paz». Jesús dijo  «Cuando entren a una casa, digan primero: “Paz a esta casa.” Si hay allí alguien digno de paz, gozará de ella; y si no, la bendición no se cumplirá.» (Lucas 10:5–6).

La persona de paz en nuestros días y época se refiere a alguien cuyo corazón Dios ha tocado y está abierto al evangelio. Podría ser un compañero de estudios, un vecino, un miembro familiar, o compañero de trabajo. «La persona de paz» es alguien que Dios ha estado preparando y es obvio a través del hambre sincero de oír las buenas noticias de Jesucristo y seguirlo. Una «persona de paz» hace posible que una cita divina sea posible.

Nosotros vemos muchos ejemplos Bíblicos dónde Dios abrió los corazones de las personas y vidas al evangelio. Uno de esos ejemplos es Lidia, una comerciante en telas de purpúrea de la ciudad de Tiatira. Las escrituras dicen en Hechos 16:14: «Mientras escuchaba, el Señor le abrió el corazón para que respondiera al mensaje de Pablo.» Lidia llegó a ser una asistente de Pablo y una gran influencia en esa región.

Como en el caso de Lidia, necesitamos buscar a las personas y oportunidades dónde Dios ya ha estado trabajando. La evangelización tiene un elemento milagroso emocionante porque Dios es quien hace que suceda.