Cómo Compartir el Mensaje

Por Joel Comiskey, Comparte: Haz que Cristo Sea una Realidad para Otros

Cuando estoy hablando ante un público y siento temor, recuerdo el consejo de mi maestro de discursos de la universidad: «Prepárese tan bien que usted se siente tranquilo con su presentación.» Parece una contradicción. Por qué no sólo relajarse, tomar una respiración profunda, y tratar de no pensar en eso. Pero en realidad, además de la paz sobrenatural de Dios, el mejor remedio para el miedo es la confianza que pasa por la preparación.

Lo mismo resulta verdadero al presentar el evangelio. Algunas personas no memorizan una presentación del evangelio porque quieren ser más flexibles. Sin embargo, conocer lo que usted va a decir exactamente le dará flexibilidad para cambiar su plan. En cuanto usted memoriza una presentación del evangelio, usted puede después desviarse siguiendo la guía del Espíritu. Usted tendrá un mensaje central para seguir, sin embargo,  cuando Satanás lo está distrayendo.

Presentación del Evangelio

Me gusta empezar mi presentación diciendo: «¿Puedo hacerle una pregunta?» La mayoría de las veces, la persona dirá: «Seguro.» Entonces yo digo, “Suponga que usted  fuera a morir hoy (espero que no, por supuesto) y usted tuviera que estar delante de Dios. Si Dios simplemente le fuera a decir: «“¿Por qué debo permitirle la entrada a mi cielo,” cuál sería su respuesta?»

Lo más probable es que la persona hablará sobre cómo él o ella ha sido una persona buena y ha observado la regla de oro. La mayoría de las personas que no conocen a Jesús responden de alguna manera diciendo: «Yo soy una persona bastante buena y Dios me aceptará .»

Me gusta que la persona dé su verdadero entendimiento de cómo conseguir de ir al cielo porque después en la presentación del evangelio yo puedo referirme a lo que él o ella ha dicho. Si usted no hace esto, a menudo usted puede hacer una presentación de todo evangelio, y la persona después puede: «Oh sí, yo siempre he creído eso» o, «Yo ya sabía eso, y yo acepto a Jesús todos los días de mi vida.»

Dado que sabemos que las buenas obras no salvan a nadie, sino solamente la fe en  Jesucristo, usted puede explicar el evangelio usando después el Camino de Romanos o las Cuatro Leyes Espirituales que se encuentran en la siguiente página. De nuevo, yo recomiendo que usted memorice y practique una de las dos presentaciones sencillas del evangelio.

El Camino de Romanos

Me gusta el Camino de Romanos porque está completamente basado en las Escrituras. Todo lo que usted necesita es una Biblia, unos versículos importantes, y usted puede explicar el resto. Está enfocado en el libro de Romanos. Usted puede compartir el mensaje del evangelio con una persona que no es cristiana mostrándole los versículos específicos a la persona en la Biblia. El Camino de Romanos también es muy simple y fácil de entender (usted puede poner marcadores en su Biblia para recordar donde está cada versículo). El Camino de Romanos tiene cinco puntos:

  1. Todos nosotros somos  pecadores: Romanos 3:23 dice, «Pues todos han pecado y  están privados de la gloria de Dios.»
  2. El resultado del pecado es la separación de Dios. Romanos 6:23 dice: «Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús nuestro Señor.»
  3. Dios proporciona la salvación a través de Jesucristo. Romanos 5:8 dice: «Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.»
  4. Confiese y crea. Romanos 10:9 dicen, «Que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo.»
  5. Hay libertad por aquéllos que creen. Romanos 8:1 dice: «Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús.»

Todo lo que usted tiene que hacer es memorizar los versículos clave de Romanos y usted puede usar el Camino de Romanos cuando quiera. Usted realmente no necesita buscar en alguna otra parte porque este plan es excelente. Usted podría detenerse aquí, pero vale la pena saber  que las Cuatro Leyes Espirituales también están disponibles.

Las Cuatro Leyes Espirituales

La Cruzada Estudiantil Para Cristo desarrolló las Cuatro Leyes Espirituales. Me gusta porque es tan simple y fácil de aprender. Dado que el evangelio es sencillo, cualquier plan del evangelio que valga la pena debe mantener esa sencillez. Usted puede comprar los folletos con el titulo «Las Cuatro Leyes Espirituales» en las librerías cristianas locales o puede memorizar los cuatro puntos como se detallan más  abajo.

Lo positivo de usar el folleto es que usted puede leérselo a la persona y después dárselo para que la persona lo estudie después. Vale la pena invertir este dinero, sobre todo cuando el destino eterno de una persona está en juego. Yo recomiendo que usted memorice las «Cuatro Leyes Espirituales» porque muy a menudo usted no tendrá un folleto disponible cuando la puerta se abra para que usted pueda compartir el evangelio.

Las Cuatro Leyes Espirituales son:

Primera ley: Dios tiene un plan maravilloso para su vida (Juan 3:16; Juan 10:10).

Segunda ley: El hombre es un pecador y está separado de Dios, y así no puede experimentar el plan maravilloso de Dios (Romanos 3:23; Romanos 6:23)

Tercera ley: Jesucristo ha proporcionado el camino para el hombre pecador para que regrese a Dios a través de Su muerte en la cruz (Romanos 5:8; Juan 14:6).

Cuarta ley: Debemos recibir a Jesús individualmente como Salvador y Señor para ser salvos y experimentar el plan maravilloso de Dios (Apocalipsis 3:20).

El evangelio de Jesucristo es muy simple y debemos estar preparados para compartir el evangelio siempre que sea posible.