La bendición de decir NO

Por Joel Comiskey, Recoged la Cosecha (versión 2022)

Una de mis preguntas favoritas en el discipulado es: “Si estás diciendo Sí a esto, ¿a qué estás diciendo No?”. Michael Stanier dice: “Un Sí no es nada sin el No que le da límites y forma” (The Coaching Habit, pp. 165-166).

Un ministerio celular eficaz significa concentrarnos en nuestros Síes y luego decir no a aquellas cosas que se interponen en el camino de la concentración. En su famoso libro From Good to Great, Jim Collins dice: “Las empresas de buenas a grandes no se concentraron principalmente en qué hacer para llegar a ser grandes; se concentraron igualmente en qué no hacer y qué dejar de hacer” (página 11).

Los grandes líderes de iglesias celulares saben qué hacer y qué no hacer.

En los últimos meses hemos hablado de hacer discípulos a través de la evangelización y la multiplicación celular. Multiplicar discípulos significa que los líderes y los miembros tendrán suficiente tiempo para alcanzarlos, equiparlos, etc. Hacer discípulos requiere tiempo y concentración. Hacer discípulos exige tiempo y concentración.

Algunos líderes cristianos dicen que sí a todo y luego terminan siendo ineficaces. Cumplen las palabras de George Barna,

Al hablar con pastores de iglesias en declive, un hilo común era su deseo de hacer algo para todo el mundo. Habían caído en el agujero negro estratégico de crear un ministerio que parecía estupendo sobre el papel, pero que no tenía la capacidad de rendir a la altura de las circunstancias. A pesar de sus buenas intenciones, intentaron ser tan útiles para todos que acabaron no siendo útiles para nadie (User-Friendly Churches, p. 51.)

Cuando los pastores y líderes dicen que sí a todo, se producen dos problemas: 

  1. La gente no sabe lo que es esencial y se confunde.
  2. Debido a que los miembros son animados a involucrarse en los nuevos y brillantes programas, no tienen tiempo para hacer discípulos a través del ministerio celular.

Decir NO es una palabra bendita en la iglesia