by Mario Vega
There is no doubt that cell offerings are very important to the finances of the church. In our church, when we had the opportunity to purchase the last available TV frequency of national coverage in El Salvador, we took out a big bank loan. We didn’t want to miss this opportunity. The monthly fee involved a rather high financial burden on the church. On top of this, one year later, the opportunity to buy 14 hectares of land came up. The price was a real offer, but the church had already reached its debt limit. What were we going to do? .
We decided to mobilize our cell leaders. We split the monthly payment among the cell leaders, which meant that each cell would need to contribute $2.00 per week to meet our financial obligations. Each cell has an average of nine members, so this meant that each member needed to be responsible for 25 cents. If each cell member contributed 25 cents we would be able to complete the payment on our loan.
It has now been five years of paying on our loan, and we have already paid off more than half of it. . I believe that with each leader´s exerted effort, we will finish the payment without much difficulty. Such things would not have been possible without a financial commitment of each cell.
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Mario
Translation into Korean:http://cafe.naver.com/ncdcell/1121
Translation into Spanish:
Metas financieras de las células
Sin duda que las ofrendas que se recogen en las células son muy importantes para las finanzas de la iglesia. Cuando surgió la oportunidad de comprar la última frecuencia disponible de televisión de cobertura nacional que haba en El Salvador, la iglesia tomó un gran crédito bancario. La cuota mensual supona una carga bastante alta para las finanzas de la iglesia. Pero, un año después, surgió la oportunidad de comprar 14 hectáreas de tierra. El precio era una verdadera oferta pero la iglesia ya haba llegado a su lmite de capacidad de pago.
Pero, como en otras ocasiones, decidimos echar mano de nuestros lderes de células. Lo que hicimos fue dividir la cuota mensual entre la cantidad de lderes. Eso significa dos dólares por cada célula a la semana. Dado que la asistencia promedio en nuestras células de adultos es de 9, basta con que cada miembro de la célula aporte veinticinco centavos de dólar a la semana para completar el pago.
De esa manera, llevamos ya cerca de cinco años cancelando el préstamo y ya pagamos más de la mitad. Creo que con el trabajo esforzado de cada lder terminaremos de pagar sin mayor dificultad. Tales cosas no habran sido posibles sin un compromiso financiero entre las células y la iglesia.